Cuarto y mitad de antidepresivos, porfa.
Vais a decir que soy una cansina, pero es que es verdad: no sabéis la de cosas de las que se da cuenta una cuando está en un pueblo. Es lo que digo siempre: en Valencia yo iba más a mi bola, tenía contacto con menos gente. Aquí todo es más cercano, y todo se sabe -por desgracia. Así que una se da cuenta de cosas que, probablemente en Valencia sean igual, pero de las que no era consciente.
Lo que he descubierto ahora es que hay un montón de gente medicada por problemas psicológicos. Y cuando digo un montón, lo digo en serio. Para que os hagáis una idea, de las 8 casas más cercanas a la mía, incluyendo la mía, solo hay una en la que ningún habitante está medicado por ansiedad o depresión. Lo que más me llama la atención de todo esto es que el aumento de personas medicadas coincide con la mala situación económica/laboral que estamos viviendo. Y parece que mi pueblo no es un caso aislado. En este blog, una parada de larga duración relata cómo le ofrecieron antidepresivos por estar preocupada últimamente, más o menos.
Alguien puede decir: "Normal, cuando las cosas van peor, la gente está peor". Evidentemente. Yo pienso que es normal. Entonces, ¿por qué hay tanta gente tomando antidepresivos, ansiolíticos o somníferos? Creo que lo normal es que la gente esté mal si no tiene trabajo, que le cueste dormir si no tiene más que preocupaciones, que esté ansiosa cuando no sabe qué va a ser de ella en un corto periodo de tiempo. Son sentimientos lógicos, respuestas naturales a situaciones difíciles. Entonces, ¿por qué los medicamentos? Yo más bien me plantearía medicar a estas personas si, tal y como están las cosas, viviesen felices de la vida, sin ningún tipo de preocupación, como si la cosa no fuese con ellas. Pero claro, yo no soy psiquiatra, ni médico.
Yo tengo una teoría, pero claro, dado que yo no tengo ni idea de esto, dado que no sé más que lo que he aprendido de la experiencia y de cuatro cosas que he leído por ahí, probablemente esté equivocada. Mi teoría es que es más fácil medicar a alguien que trabajar con él de una manera continuada, dándole herramientas para enfrentar estas situaciones y poder sobreponerse a ellas. Resiliencia, que dicen los psicólogos. Pero eso es complicado, conlleva mucho esfuerzo. Las medicinas no. Si intentamos superar un insomnio o una ansiedad circunstanciales sin medicamentos, probablemente tardemos bastante en ver resultados. Con la pastilla, el primer día, o el segundo, duermes como un bendito. Vivimos en la sociedad de la prisa y la inmediatez, parece ser. Con esto no hablo solo de los médicos. Estoy segura, segurísima, de que si un psicólogo o un médico de cabecera dijera a los pacientes que hiciesen ejercicios de relajación dos veces al día, más de uno le contestaría que él había ido al médico a curarse, no a hacer el panoli. Y lo sé, porque hay gente que ha dado esas respuestas. Así que, por una razón o por otra, sea de quien sea la responsabilidad, estamos yendo hacia una sociedad drogada, dependiente de los psicofármacos, y creo que las consecuencias de esto se verán más pronto que tarde. Cada vez que tengo conocimiento de una persona que empieza a medicarse por problemas económicos, laborales, etc. me acuerdo del soma de Un mundo feliz, de Huxley.
Evidentemente, no estoy diciendo que los psicofármacos sean el mal, y que todo el mundo los tome innecesariamente, ni mucho menos. Lo que digo es que se están recetando con cierta ligereza a gente que quizá no los necesita porque está teniendo reacciones normales, perfectamente ajustadas a la situación que viven. No dudo que haya gente que, a raíz de la situación, necesite ese tipo de tratamiento, pero...¿tantos? ¿Tantísimos?
Como he dicho por aquí alguna vez, yo estoy pasando por una época complicada, en la que me he autodiagnósticado ansiedad. A veces me encuentro tensa, hasta temblorosa, otras siento una presión fuerte en el pecho que permanece en el tiempo. Otras, directamente, tengo ataques de ansiedad. De vez en cuando me asaltan unos pensamientos bastante tremendistas, súper negativos y terribles. Cuando la crisis acaba sé que esos pensamientos no son míos, que yo no quiero hacer esas cosas, que no pienso realmente eso. Pero me pasa. Aunque, toco madera, voy estando algo mejor.
Cuando empecé a encontrarme así, más de una persona me dijo que me fuese al médico de cabeza. Pensé que quizá sería lo mejor. Un primo mío estaba siendo tratado con ansiolíticos y somníferos desde hacía unas semanas y estaba bastante mejor. A lo mejor había llegado a mi límite. A lo mejor necesitaba una ayuda en forma de pastilla. Porque eso sí lo tenía claro: en todos los casos que conozco, la cita con el psicólogo concluye con una derivación al psiquiatra para que te recete algún tipo de psicofármaco. Parece ser el procedimiento habitual.
Sin embargo, decidí darme una oportunidad y confiar un poco en mí. Jack me ayudó mucho, todo sea dicho. Como he dicho antes, soy consciente de que la situación no es fácil, por lo que es normal que yo no esté bien. Así que, decidí, lo que tengo que hacer es tomarme las cosas con filosofía, relativizar, y, sobre todo, intentar controlar mi ansiedad y mis nervios. Si la cosa no mejoraba, siempre había tiempo para echarme a los brazos del médico de turno.
Empecé con ejercicios de relajación y meditaciones, mañana y noche. La mañana era el peor momento para mí, el momento justo después de despertar. Así que después de desayunar, cuando subía a mi habitación, hecha un manojo de nervios, me ponía un ejercicio de relajación breve. Se nota la diferencia, la verdad. Al principio tenía que esforzarme mucho, porque cuando estás así te cuesta concentrarte en la relajación, pero el esfuerzo merece la pena. Tienes que mentalizarte de que esos 15 minutos son necesarios, no son perdidos, son invertidos en tu bienestar. Y hacerlo. Por las noches me ponía en el mp3 meditaciones que descargué de páginas de reiki. No me interesaba trascender nada, ni conectar con nada, ni tener sensaciones extrañas -aunque algo de eso hubo xD-. Lo que yo quería, simplemente, era relajarme, y la primera parte de las meditaciones contiene una parte de relajación, así que cumplían la función. He de decir que acababa, normalmente, frita antes de que acabase el audio, de unos 40 minutos. También, si me notaba muy nerviosa a lo largo del día, me ponía música relajante y respiraba hondo, con los ojos cerrados, durante unos minutos.
Poco a poco fui notando que dormirme relajada por la noche me ayudaba a despertarme algo mejor por la mañana. Fui notando mejoría, pero todavía no me encontraba bien del todo, necesitaba algo más de ayuda. Pedí consejo a una amiga y me recomendó ir a la farmacia y pedir algún preparado de hierbas que tranquilizase. Me vendieron un preparado de valeriana y pasiflora en pastillas. Empecé a tomarlo según posología, dos veces al día, una después de desayunar y otra a media tarde. Lo tomé unos 4 días de este modo. Antes de dar este paso, había dejado de lado el café (salvo un chorrito para manchar la leche por la mañana) y otros excitantes, sustituyéndolo por infusiones relajantes y, en cualquier caso, sin teína. Como no fumo, ni bebo, no tuve que dejar nada más. :P
Ahora mismo me encuentro mucho mejor. Hace ya 10 días que no tomo el preparado. También dejé las relajaciones de por la mañana. No hago meditaciones todas las noches, pues algunas me basta con tumbarme en la cama y respirar un rato profundamente. En general, me encuentro mejor. Sigo tomando alguna infusión relajante de vez en cuando, por puro gusto más que por necesidad. Todavía no estoy tan bien como he estado otras veces, pero es que en otras ocasiones las circunstancias ayudaban. Lo sobrellevo lo mejor que puedo, y sobre todo, intento -y creo que consigo- que mis nervios no influyan en mi día a día demasiado, aunque tengo días de todos.
Me pregunto cómo estaría ahora si hubiese acudido al médico desde el primer momento...
¡ASÍ SÍ! Tomaste una grandísima decisión en serio y has mejorado mucho.
ResponderEliminarYa te podrás imaginar que yo no soy nada amiga de las pastillas. A parte de toda la porquería que llevan extra... les interesa venderlas, hacer negocio. Les interesa tener a la gente atontada.
No solo los psicólogos/psiquiatras eh! Los médicos de cabecera y los demás especialistas igual.
Cuando era pequeña tenía un médico de cabecera que daba igual por lo que entraras a la consulta... SIEMPRE te acababa recetando aspirinas. Luego con mi rinitis, no sabes la de medicamentos que me llegaron a dar... así por probar! no paraban de darme cosas para tratar alergia, cuando yo no tenía alergia! (ya con las pruebas hechas).
Espero y deseo que haya médicos buenos que se preocupen realmente de los pacientes y no de llenarse el bolsillo a través de recetar ciertos medicamentos. De todos los que visité yo, solo encontré a una mujer que mereciera la pena.
Ahora con esta situación en temas psicológicos se deben estar frotando las manos los de las farmacéuticas. La medicación es solo un parche... no erradica el problema. Es evidente que hay casos que necesitan de medicación, pero se aprovechan.
Yo hace mucho tiempo que no tomo ni una sola pastilla para nada. Al cambiar la alimentación ya no me duele nada xD
Si toda esta gente que se medica tuviera un trabajo seguro que también se les pasaban todos los males. Es un parche, como tú bien dices... El problema sigue estando ahí.
EliminarEn fins. Es mi decisión, no quiero imponérsela a nadie, desde luego. Yo solo reflexiono -o algo- sobre una cosa que me parece desproporcionada...
Ay sí, justo el sábado hablábamos una amiga y yo de eso, de medicar a diestro y siniestro... No solo de adultos, si no la de niños que hay con tropecientasmil enfermedades... inventadas o no, que no digo que no hayan casos en los que sí sea necesario medicar, pero muchas veces son "cosas de niños" y hala, pastillita al canto pa calmarlo o lo que sea...
ResponderEliminarYo prefiero eso que has hecho, no quiero pensar en cómo estarías si hubieras ido al médico, mejor si se pueden evitar pastillas... Me alegra leer que estás mejor :D jo, que no te escribo tanto como querría, ya me conoces, soy una perrilla... xDDD ¡Pero una perrilla que te quiere muuuucho! ^w^ ¡Ay mi churriiiiii!
¡Besicos rebonica! :3
Churri... yo conozco un caso de una nenica que se medica por ansiedad desde los tres años :O Yo alucino. Aunque también tengo mi teoría sobre eso.
EliminarHay quien confunde pastillitas con caramelitos...
ResponderEliminarEso parece, sí....u.u'
EliminarA mí me parece muy bien el camino que tomaste. El problema es que en ocasiones paciencia hay poca, y con relajación se consigue mucho.
ResponderEliminarYo paso temporadas tb muy agobiada y tengo suerte, mucha, de que mi médico de cabecera es una profesional de los pies a la cabeza y siempre me ha recomendado opciones "suaves" antes de recurrir a medicación.
Os tengo que contar mi experiencia :)
Hay que tener suerte de encontrar un médico "prudente", pero también hay que tener la mente abierta. Ya te digo yo que sé de gente que ha dicho que la terapia psicológica a la que acudía era una pérdida de tiempo... Porque hacían terapias de grupo, ejercicios de relajación, y demás. Nos falta cultura de la salud también.
EliminarPor no hablar de lo que cuesta, después de un tratamiento con benzodiacepinas, desengancharse de esa medicación. Yo estuve con problemas de mucha ansiedad hace ya años y parecía una yonki. Suerte que tuve fuerza de voluntad y se acabó.
ResponderEliminarAunque lo mío también es muy raro, cuando estoy enferma físicamente, y a la vez tengo problemas de otras índoles, tiendo a somatizar la enfermedad y que se me alargue. Me pasó con la migraña, con vómitos, con una infección de orina y ahora con la faringitis... Soy realmente rara.
NO eres la única que somatiza, a mí me ha pasado también alguna vez. No a menudo, pero alguna vez.
EliminarSí, ese era uno de los miedos que tenía yo, y que me empujó a intentar ayudarme a mí misma... tenía miedo de que si me trataban con algún fármaco, me quedase enganchada a él. No mola eso.
Hay muchas personas, sobre todo mujeres de determinada edad, que necesitan o se han hecho adictas a esas pastillitas de la "felicidad". Las unas se lo cuentan a las otras y lo piden en el médico. No se...son mujeres que han tenido vidas complejas, a las que no les han enseñado a ser felices, sino a sacrificarse. Yo, igual que tú, tengo mil recursos para superar estados de ánimo complejos: hablo, escribo, leo, paseo, pienso proyectos, hago deporte, tengo mis amigos, internet...Pero hay mucha gente que no sabe o no quiere calentarse más la cabeza o que eso de ir al psicologo le parece absurdo.
ResponderEliminarCuando a mi padre le operaron y le quitaron el habla, yo pensé que le vendría bien ir a un psicólogo, ir él con mi madre...no se buscar un poco de ayuda o apoyo fuera de casa para superarlo. Yo no se como lo habrá superado mi padre, a base de huevos supongo, pero desde luego que ni psicólogo, ni asociaciones, ni nada. Y mi madre muy, muy , muy de vez en cuando toma una pastilla que le controla un poco los nervios. Ellos son mis héroes.
Yo en mi casa tengo dos ejemplos antagónicos. Mi madre depende totalmente de las pastillas, y aún así... Y mi padre, que echa p'alante con un par, a lo que venga. Y lo han pasado mal, muy mal. Pero mira, cada persona es un mundo.
EliminarDesde luego, creo que es un problema de educación y cultural. Las pastillitas milagrosas, y sí, se lo cuentan unas a otras, y de repente, todas las necesitan. Recuerdo ser yo pequeña y escuchar alguna de esas conversaciones...
;) No sabes lo orgulloso que estoy de ti!
ResponderEliminarTe adoro, peque!
<3
:) gracias por todo, cielo <3
EliminarNo sé Bettie, este post me daría para escribirte aquí otro post. Yo soy depresiva endógena, vamos, que lo mío es de nacimiento, crónico... y mi padre y mi hermana también... Así que entiendo lo que dices pero pienso que te pasas... No hay por qué sufrir, francamente. Eso sí, medicamentos sin tratamiento psicológico o sin tratamientos alternativos no, pienso como tú has hecho que hay que esforzarse y trabajar el problema.
ResponderEliminarUn beso
Está claro que cada uno tiene su punto de vista, Nere. Lo que critico, primero que todo, es que a esta gente se le da antidepresivos y a rodar, sin nada más.
EliminarPero no estoy de acuerdo en que no hay por qué sufrir. La vida tiene momentos de todos: de goce, de descanso, de trabajo, de diversión, de tristeza y de sufrimientos, y en mi opinión, renunciar a una parte de ellos solo porque son más difíciles es dejarse la vida a medias. No hablo de sufrimientos insoportables, ni hablo de depresiones endógenas, hablo de otras cosas. Pero claro, esto se desprende de mi visión de la vida, que no es la de todo el mundo. Y desde luego, cada uno decide cómo quiere afrontar la suya.
Mua :)
Pues sí, en parte estoy de acuerdo contigo. Enchufarle a alguien unas pastillas ese nos trabajoso y mucho más inmediato.
ResponderEliminarMe alegra muchísimo ver que vas saliendo, con esfuerzo, del agujero. No es fácil y requiere de mucha fuerza de voluntad.
Un beso.
EliminarGracias, Lileth :) Un beso.
Esas pastillas son un camino muy complicado, no deberían repartirlas como caramelos.
ResponderEliminarA mi me las recetaron hace bastante tiempo, tenía tantísimo stress en el trabajo que estuve un mes casi sin dormir, pero en cuanto me las tomé unos días y ví en lo que me transformaron (un trozo de carne sin vida ni lógica ninguna), me dió tanto miedo que cambié el chip y acabé dejando el trabajo.
Pero bueno, a lo que iba, estamos pasando una temporada muy chunga. Por ejemplo yo llevo mi propia tienda online y ni te cuento como está el panorama. Tengo días de esos de muerte y destrucción a mi paso, pero tengo un par de trucos para hacer que esos momentos pasen rápido.Me relaja muchísimo ponerme la discografía enterita de Enya mientras trabajo y me preparo un té en una taza bien grande. Cuando por la noche no puedo dormir, tengo el ipod cargadito de podcast y en menos de media hora me quedo frita. Te confieso que mi favorito es Milenio 3 porque hablan suave y la música que ponen va con la ambientación del programa.
Tengo también mi momento ducha-sanadora. Puede que sea una chorrada, pero mientras me aclaro el jabón del cuerpo imagino que todos mis problemas se van por el desagüe como si fueran suciedad y oye, funciona. Luego remato con una buena dosis de una crema que huela bien y el mundo tiene otro color.
¡Un besazo! :*
Esas cosas ayudan un montón. Y los podcast... es verdad, la radio es una gran amiga para dormir :D Y las duchas. Es difícil yo lo sé. Y el caso de los autónomos como tú, por ejemplo, pues... en fin. Nadie niega eso. :( La recuperación económica no va a ser suficiente para levantar este país, creo... :(
EliminarYo no me pienso rendir, aunque la situación esté crudísima, voy a seguir peleando. Hay días que me dan ganas de dejarlo todo y a tomar viento, pero luego pienso en todo lo que me ha costado llegar hasta aquí y que si aguanto ahora, vendrán tiempos mejores. Nadie dijo que fuera fácil, pero hago lo que más me gusta y de momento sobrevivo, así que me considero muy afortunada.
ResponderEliminarResumo: terapia de Enya, té, duchas chachis, tejer ganchillo, leer, apachurrar a mis gatos, cones y cobaya , un poco de colorete y rimmel y esta petarda se pone el mundo por montera ;).
Y olé tus ovarios :) (Bettie aplaude mucho y muy fuerte!)
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