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Mostrando entradas de julio, 2014

Una chica decente.

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Era una niña bien de provincias, o como ella se llamaba a sí misma, una chica decente, y estaba aterrorizada. Después de toda una breve vida de estricto control se veía sola, libre y, al contrario de lo que cabría esperar, aquello no le proporcionaba felicidad alguna. Extrañaba el internado de monjas al que la mandaron por exigencia de su abuelo. -No podemos permitir que nos la desgracien en un instituto. Entre los profesores hay muchos comunistas y la nena es muy inocente. Y lo era, inocente y obediente, así que no pasó demasiados apuros en el internado. Su sonrisa y su buena disposición hicieron que no se ganase ninguna enemistad reseñable entre las compañeras y su diligencia y docilidad la convirtieron en una de las protegidas de las monjas que las guardaban. "Allí todo era sencillo", pensaba. "Obedecer y callar. Eso puede hacerlo cualquiera". Ahora, a sus dieciocho recién cumplidos, se encontraba en Madrid, una ciudad que no espera a nadie, y sola.

España existe, ¿y en la ficción?

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Aquí una servidora va por rachas. Últimamente me ha dado por leer relatos y cosillas por Internet de escritores que están en ello, intentándolo. Y me he dado cuenta de una cosa: los escritores suelen ambientar sus relatos en "a tomar por saco". Donde sea, menos en España. No es una generalidad, pero ocurre a menudo. También pasa de tanto en tanto con las novelas. La última vez que me pasó fue con Infinite , de May R. Ayamonte . Esto ni suma ni resta a las historias, pero me llama la atención. ¿Por qué no se ambientan las historias aquí?  Recuerdo que una de las cosas que más me sorprendió cuando Fernando Claudín me ofreció leer alguna de sus novelas románticas históricas (al final leí El último cabalista ) fue que estaban ambientadas en España y en su historia. Para mí resultó ser un valor añadido, no es algo que suela verse. No miento si digo que fue determinante para que aceptase. Playa de las Catedrales, Lugo Supongo que hay géneros que se prestan más a

Huir.

Hacía tiempo que no tenía un día malo. He tenido malos días, como todo el mundo, aunque en estos meses han sido menos frecuentes. Y días malos, ni uno. Porque no es lo mismo un mal día que un día malo. En un mal día estás más cansada que de costumbre, de peor humor, más torpe o desganada. En un día malo no hay manera de levantar cabeza.  Hoy ha sido un día malo, porque también hacía tiempo que no tenía un ataque de ansiedad, o intento de ataque. Pero hoy ha tocado, y no ha sido uno, han sido dos. El primero, esta mañana. No ha llegado la sangre al río, he podido manejarlo, pero no sé el resto de la gente qué tal lo lleva, porque yo después me quedo hecha polvo. El segundo, esta tarde, sobre las seis. Y no estaba dispuesta a que la cosa llegase a mayores. Me he liado la manta a la cabeza, he apagado el ordenador y me he ido de paseo. No me ha importado el calor, ni el sol, ni la distancia. He caminado, con mi mp3 puesto. Mis pasos me han llevado a la huerta, como casi siempre

Libro: The Midwife. A memoir of birth, joy and hard times, de Jennifer Worth.

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¡Bien! Otro de los retos de 2014 cumplido. He empezado la trilogía en la que se basa la serie de televisión de la BBC " Call the Midwife! ".  Serie, por cierto, que ha pasado el Lia-test de calidad . Supongo que el libro ya está en castellano, pero bueno, yo lo he leído en inglés, que me hacía ilusión. ¿De qué va el libro? Pues el libro consiste en las memorias de Jennifer Worth, Jennifer Lee cuando era soltera, concretamente en sus primeras experiencias como comadrona en el East End londinense, la zona de los muelles, una zona muy pobre. Se trata de capítulos que narran episodios aislados, prácticamente independientes unos de otros. Hablando del libro... Pues... no sé. Acabo el libro con una sensación agridulce, y eso no me gusta.  Empezaré por la parte dulce, y es que el libro me ha parecido muy interesante. Tengo cierta debilidad por la primera mitad del siglo XX, supongo que porque fue una época muy dramática. Bueno, esa debilidad se extiend

Peli: Bajo la misma estrella (2014)

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Cosas que hacer cuando te vas de "vacaciones" a una gran ciudad: ir al cine. Porque desde luego en mi caso disfrutar del "buen tiempo" no se aplica a un calor húmedo asfixiante y a un sol de mil demonios. Y lo cierto es que yo ya iba con idea, porque quería ver "Bajo la misma estrella", tenía muchas ganas.  Nota : alguien me preguntó que para qué quería ver la película si ya había leído el libro. Reacción: Oh, please... La cuestión es que lo decisivo para ir al cine no fueron las ganas que yo tenía de ver la película. Lo decisivo fue que ESA semana justamente había una promoción con entradas a mitad de precio. Querida industria del cine, toma nota: por 4 euros puedo permitirme ir al cine de vez en cuando, muy de uvas a peras, pero por 8 euros (o más) es que ni lo pienso. Conclusión: de no haber promoción, me habría quedado con todas las ganas de verla, sintiéndolo mucho. La cuestión es que vimos la oferta por Internet y Jack propuso i

Pues va a ser que no.

Estoy tomándome unas "vacaciones" estivales que necesito, aunque quizá no me merezco. Estoy haciendo planes. Después de cursos y prácticas, de tanta agitación, vuelvo a mi estado de "reposo" y me hago preguntas. ¿Qué hago con mi vida? Y aunque la respuesta es "lo que la vida me deje", eso no vale. Tampoco es que vea muchas opciones, pero bueno, hay que hacer recuento y trazar rutas, ¿no?  Lo que ocurre es que hay muchas cosas que no dependen directamente de mí. Me fastidia decirlo y más me fastidia que sea así, pero es un hecho. Así que he empezado por pensar en esas cosas que dependen de mí en mayor grado. Y me he acordado del inglés.  Cada vez que entro al blog me encuentro el célebre post sobre Como aprobé el Avanzado de inglés en la EOI preparándome por mi cuenta . Parece que a la gente le resulta útil, a la vista de las visitas y los comentarios, así que me alegro de que esté siempre ahí, entre lo más leído de cada mes. Además me recuerda d

Cuando él me dibuja.

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Soy una mujer ordinaria, con virtudes y defectos como el resto de mujeres que pueblan el mundo. Tengo los pies demasiado grandes, los muslos muy gruesos, el pelo indomable, los labios finos, los ojos pequeños,... Diría que no puede encontrarse en mí nada que me haga especial. Al menos más especial de lo que puede ser cualquier otra mujer.  Y sin embargo debe de haberlo. ¿Dónde? Yo no lo sé. Leí una vez que la belleza está en los ojos de quien mira y supongo que eso es cierto, al menos en parte, y podría extenderse a todos los sentidos. Son los sentidos de los artistas lo que les hace especiales, es su sensibilidad. Son capaces de sentir cosas que a otros pasan desapercibidas y, de algún modo, devuelven al mundo esas sensaciones de manera que dejen de pasar inadvertidas. ¿Cómo? Ni idea.  No puedo explicarlo, pero lo sé. Lo sé porque yo he pasado desapercibida mucho tiempo hasta que hubo quien se detuvo y me observó, y me vio de verdad, todo lo que soy. Y me devolvió al mundo

Días que no prometen, pero cumplen.

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Sé que me repito, pero hay días que no prometen nada y acaban resultando bastante bien. Es lo que tienen los días, que el siguiente siempre es otro y a veces sale mejor que el anterior. A veces.  Ya que me pongo en plan "Acción de Gracias", empezaré por mi cama. Esta noche he dormido tan bien que, antes de levantarme, me he abrazado al colchón con verdadero cariño. ¡Qué bueno es y qué bien me aguanta! El resto del día ha pasado de manera bastante normal, hasta la tarde. Ha sido después de las 5 cuando el día ha empezado a ponerse bien de verdad.  Primero, mi madre me ha avisado de que bajase. Había un paquete para mí. ¡Viva! Y yo no esperaba nada. Así que era una sorpresa. Y me encantan las sorpresas. Era de una buena amiga, de mi amazona favorita (más que Wonder Woman). Resulta que ha estado de vacaciones por sitios preciosos y, entre tanta belleza, ha encontrado tiempo para acordarse de mí. Mientras miraba lo que contenía el paquete, incrédula y con las manos

Cómic: Batman. El regreso del caballero nocturno, de Frank Miller, con Klaus Janson y Lynn Varley.

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Mientras Jack trabaja me deja deberes. Bueno, seamos justos: él dice que lo hace para que esté entretenida, para que no me aburra. "Los lees si te apetece", me dice, "que yo no te obligo". Pero yo sé que como buen devoto de "El caballero oscuro", quiere que lo lea, que le dé mi opinión. Le hace ilusión que conozca a su superhéroe favorito. Bueno, no, Batman no es un superhéroe. No podemos confundirlo: esa es una parte fundamental de su encanto.  La cuestión es que en dos ratitos he leído El regreso del caballero nocturno , en esta edición, porque en otras el título es diferente. En inglés, The Dark Knight Returns . Así que vamos con la reseña. ¿De qué va el cómic? Batman está desaparecido, pero en el décimo aniversario desde que se retiró, la ciudad de Gotham parece necesitarle tanto como antaño. La liberación de un supuestamente rehabilitado Harvey Dent y una oleada de crímenes cometidos por la llamada Banda Mutante hacen volver al M

Cuando yo era Rae Earl.

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Anoche acabé de ver las dos temporadas de My Mad Fat Diary que hay disponibles. Fin -por el momento- a las aventuras de Rae Earl y sus compinches. ¿Alguien sabe si hay planes de que exista una tercera temporada? EDITO: Parece ser que no, que la segunda temporada es, también, la última. Para mí ver My Mad Fat Diary ha sido muchas cosas. Interesante. Emocionante. Divertido. Pero sobre todo ha sido una cosa: catártico.  Ver a Rae lidiando con sus problemas, "struggling", que parece que en inglés se expresa mejor lo que ella hace, me ha hecho ver a mi yo desde otra perspectiva, verme con una diferencia temporal de 13 años, pero sobre todo, y casi más importante, verme desde fuera. Porque sí, el 85% del tiempo Rae podría haberse llamado Bettie.  Me resulta muy difícil hablar de las cosas que me pasaron, de lo duro que fue, de lo imposible que me parecía salir del agujero. De hecho creo que mi mente había puesto en marcha todos los mecanismos a su alcance para

Libro: Infinite, de May R. Ayamonte.

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La lectura de este libro ha sido un "accidente". Ha ocurrido sin que yo lo planease. Pero claro, la gente de 2deLetras se pone a regalar ejemplares por Twitter, y una no es de piedra. ¡Libros gratis! Así que gracias a 2deLetras por el ejemplar :) ¡A ver si se animan a hacer más promociones del mismo estilo!  ¿De qué va el libro? Kitzia Cassiar  es una joven con un poder que, aunque a primera vista puede parecer un don, acaba siendo más bien un castigo. Por lo demás, vive una vida relativamente normal, acompañada por sus amigos, también relativamente normales. Pero esa normalidad se ve truncada de repente: el extraño comportamiento de Hannah, los males que aquejan a Rubí, ...y la llegada de un par de misteriosos hermanos que viven en la Mansión Mileur, de la que se cuentan terribles historias.  Hablando del libro... Antes que nada quiero decir que esta novela es una novela juvenil, por lo que, después de leerla, puedo decir que ha llegado a mis m

(Demasiado) Pequeños logros.

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Jack suele decirme que soy mi peor crítico y tiene razón.  Dicen que reconocer un problema es el primer paso para cambiar, pero yo creo que me he quedado estancada en el reconocimiento y de ahí no salgo, aunque lo intento. No es que sea una mujer exitosa. No hago nada excepcionalmente, no he batido ningún récord, no gano mucho dinero, no soy una lumbrera digna de premios. No. Pero dentro de esa mediocridad de la que os he hablado alguna vez -porque no todos podemos ser excepcionales- no me manejo mal del todo. Voy haciendo mis cosas, andando mi camino y alcanzando mis pequeños logros.  ¿El problema? Que nunca es suficiente. Apenas he conseguido una cosa empiezo a ponerme pegas: "No es para tanto", "Podrías haberlo hecho mucho mejor", y otras lindezas son mis primeras auto-felicitaciones.  Hace poco vi cumplida una de mis ilusiones desde que era pequeña. La vi cumplida a pequeña escala, cierto es, pero bueno, algo es algo.  Disfruté de la buena notic

Cosas de gordas.

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No sé si os ha pasado, pero a veces da la sensación de que el universo confabula, no para que consigas tus sueños (traaanquis, que no me he vuelto "conejista" aún), sino para decirte algo. A mí me pasó ayer. Joder, que era demasiada casualidad para ser solo eso. Os lo explico.  Primero estuve debatiendo conmigo misma a cuenta del casting de la película de Eleanor & Park . ¿Por qué? Porque tengo PAVOR a la chica que puedan escoger para hacer de Eleanor. Algunos supuestos "fans" pedían que fuese Emma Watson. Pausa para asimilarlo. Dejemos de lado que Emma Watson ya es una mujer, porque en esto del cine uno puede tirarse haciendo de adolescente toda la vida. Pero, ¿en serio? ¿Emma Watson? ¿De pelirroja pecosa, gordita y supuestamente poco agraciada? ¿Esa gente se ha leído el libro? Pero lo cierto es que la cosa puede ir por ahí, sería lo normal. ¿Quién quiere ver a una gorda en el cine? Así que nada, acabaremos viendo escenas absurdas en las qu

Esos locos bajitos.

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Ayer ya me encontraba mejor, así que fui a despedirme de mis "jefas" y de lxs pequeñxs. Iba algo nerviosa, ¿sabéis? Pensaba en qué pasaría si no se alegraban de verme, o incluso si no se acordaban de mí. Qué cosas, ¿verdad? En estos pensamientos iba metida mientras subía la cuesta que lleva a la Escuela Infantil cuando una de las profesoras gritó a los pitufos, que estaban en el patio: -¡Mirad quién viene! Los pequeños empezaron a arremolinarse en la valla y a gritar mi nombre. "Menos mal", pensé, "¡me recuerdan!". Cuando llegué a ellos una de las maestras me dijo: - M. me acaba de preguntar por ti. Si os digo que casi me muero de amor me quedo corta. Cuando entro dentro del patio, M. es el primero en acercarse. Para que os hagáis a la idea, M. es un niño de 2 años, casi 3, delgado, alto para su edad, con la tez pálida, la boca pequeña, los ojos oscuros, enormes y redondos, y unas pestañas que podrían provocar un huracán en Australia. Es tími

Libro: Un Sant Jordi digital, VV.AA.

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Bueno, ¡ya está! Ya lo he leído. Anoche, en un rato. Es un libro muy breve. Para que os hagáis una idea, creo recordar que en el concurso del que salieron estos relatos, el límite de páginas era 3... Y son 9 relatos, así que haced cuentas :P Si he tardado tanto en leerlo es porque la fiebre no me dejó hacerlo antes. ¡Maldita fiebre! Vamos allá con la reseña.  ¿De qué va el libro? 9 relatos de 9 autores/as distintxs intentando dar respuesta a la pregunta sobre si sería posible un e-Sant Jordi. Y no todas las respuestas son iguales, por supuesto.  Hablando del libro (y de los relatos)... Pues son relatos muy breves. Es una pena porque leyendo algunos de ellos me da la sensación de que si los autores hubiesen tenido algo más de espacio podría haber quedado un relato verdaderamente bonito. Pero bueno, es lo que había y los autores se acoplaron a las bases tan bien como pudieron. Se trata, por tanto, de relatos muy cortitos, que se leen muy rápido, son muy frescos, al

Cuestión de suerte.

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A veces la suerte se nos presenta de maneras muy caprichosas. Tanto que somos incapaces de reconocerla. Como aquella vez que me caí por las escaleras de casa.  Si me pongo a repasar los detalles parece cosa del destino. Nunca bajo por las escaleras, pero el ascensor llevaba un buen rato ocupado. Y normalmente no soy tan torpe, pero aquella tarde decidí ponerme unos zapatos de tacón de infarto. Íbamos al Orgullo y habíamos quedado en ponernos sexys de verdad. "A ver quién se atreve a llamarnos marimachos, que se va a tragar las palabras primero y después mi puño", bromeaba Rebeca. Teníamos preparado todo un repertorio de respuestas para los comentarios típicos. No fue difícil, siempre se reducen al mismo: "Eres lesbiana porque no has estado conmigo". Unos lo dicen con más delicadeza, y otros sobrevuelan la línea que separa lo soez de lo que hay más allá. Pero incluso con tacones no suelo irme cayendo. Bajé corriendo porque Emma, que por fin había llegado puntua