Food photo created by freepik - www.freepik.com –Bueno, pero lo mío, en realidad, no depende de mí. No me queda más que esperar –reconoció Míriam, resignada–. Así que hablemos de ti. ¿Qué pasó con el tipo aquel que te gustaba tanto? Elisa levantó la cabeza, levemente sobresaltada. –¿Qué tipo? Míriam sonrió. Realmente su amiga no sabía de quién le estaba hablando. –Sí, mujer. El tipo aquel, al que conociste en la despedida de Jaime y Elena. ¿Cómo se llamaba? –Ah, sí. Alberto –recordó, por fin, Elisa–. Pues nada, ¿qué va a pasar, mujer? Eso no era más que un enamoriscamiento . -¿ Enamoriscamiento ? –preguntó Míriam, divertida. –Sí, chica. No llega ni a enamoramiento. Es cuando alguien te hace gracia, jijí, jajá, hablamos mucho una temporada, nos reímos, tonteamos, nos sentimos adolescentes otra vez, ya sabes, ese chute de endorfinas de cuando tenías 15 años. Si hay suerte echas un polvo, o dos, o tres, pero luego la cosa se pasa y oye, todos contentos, aquí paz