Entradas

Mostrando entradas de abril, 2020

¿Cuánto hace que no te cuentan un cuento?

Si eres afortunado o afortunada, no mucho. Si no, puede que bastante. Pero se le puede poner remedio. Uno es, por ejemplo, irse a iVoox y escuchar mi novela. Podéis hacerlo haciendo clic aquí . Y ya está. Eso sería todo. Solo por si os apetece, que he dado la turra por Twitter pero aquí no había dicho nada. ¡Abrazos y besos!

Una gorda pobre se pone a ver MasterChef y...

... se pone de mala leche. A ver, será el confinamiento, será que no me gustan los programas de cocina, será que los jueces me caen gordos, será lo que sea, pero me tocaron la moral muchísimo. ¿Por dónde empiezo? ¿Por lo gordófobos o por lo clasistas? Voy a empezar por lo clasistas, porque qué más da.  El lunes emitían las pruebas en las que escogían a los concursantes. Uno de los candidatos a entrar era Pol, un chaval que trabaja en una cadena de montaje de SEAT. Contó que empezó a estudiar cocina, pero que eran muchas horas y daba poco dinero, así que se fue a la fábrica. Yo reconozco que lo estaba oyendo distraída mientras miraba el móvil, pero cuando Samantha dijo que no le había gustado que pusiese la parte económica por encima de una pasión, o por delante, no lo recuerdo exactamente, todos los nervios del cuerpo se volvieron hacia el programa. "¿PERO QUÉ COJONES DICE LA PIJA ESTA?". Es bonito hablar de que las pasiones están por encima de todo, incluido el dinero,

Demasiado vieja para estas mierdas

Imagen
Food photo created by freepik - www.freepik.com –Bueno, pero lo mío, en realidad, no depende de mí. No me queda más que esperar –reconoció Míriam, resignada–. Así que hablemos de ti. ¿Qué pasó con el tipo aquel que te gustaba tanto? Elisa levantó la cabeza, levemente sobresaltada. –¿Qué tipo? Míriam sonrió. Realmente su amiga no sabía de quién le estaba hablando. –Sí, mujer. El tipo aquel, al que conociste en la despedida de Jaime y Elena. ¿Cómo se llamaba? –Ah, sí. Alberto –recordó, por fin, Elisa–. Pues nada, ¿qué va a pasar, mujer? Eso no era más que un enamoriscamiento . -¿ Enamoriscamiento ? –preguntó Míriam, divertida. –Sí, chica. No llega ni a enamoramiento. Es cuando alguien te hace gracia, jijí, jajá, hablamos mucho una temporada,  nos reímos, tonteamos, nos sentimos adolescentes otra vez, ya sabes, ese chute de endorfinas de cuando tenías 15 años. Si hay suerte echas un polvo, o dos, o tres, pero luego la cosa se pasa y oye, todos contentos, aquí paz