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Mostrando entradas de mayo, 2019

Mi barrio.

En unas semanas me mudo. No es que me emocione la idea, la verdad. A ver, en parte sí, pero la parte que sí no es la de trasladar todas mis pertenencias a otro piso, la mudanza en sí. Y hay otra parte que no me hace mucha ilusión: la de dejar mi barrio. Desde que me mudé a Córdoba he vivido en un barrio muy barrio, en el que la gente se conoce y se habla con confianza, con su manera de ser, con una fuerte sensación de pertenencia. La otra noche, mientras estaba en la cama esperando a dormirme, escuché como alguien cantaba flamenco en la calle. Cantaba BIEN. Me dormí escuchándolo. Es algo que pasa con cierta frecuencia y que me temo que no va a ocurrir mucho en mi nuevo barrio. Soy muy romántica para estas cosas y aunque sé que mi nuevo piso va a tener muchas ventajas, también sé que voy a echar muchas cosas de menos. Supongo que estoy en esa fase de nostalgia anticipada en la que solo le ves las cosas buenas al sitio que vas a dejar (y no me refiero solo al piso). ¡Así no hay quien

Newsletter(1): Tu derrota (A Córdoba)

Cuando pase un tiempo prudencial iré publicando aquí los poemas que mando en la newsletter. Más que nada para ir rellenando huecos y que este blog no se muera de pena e inanición. Aquí tenéis la primera. Estamos en mayo, el mes grande de Córdoba aunque, qué queréis que os diga: en Córdoba, salvo los meses de verano, cualquier mes está bien. Supongo que ese verano infernal es el precio a pagar: no olvidemos que se nos expulsó del paraíso. Le debo mucho a Córdoba, mi amor por esta ciudad es patente, no hay que buscar mucho para encontrarlo. Sin embargo, Córdoba y yo empezamos con mal pie. Paradójicamente, creo que nuestra relación empezó a mejorar con una ruptura: en Córdoba rompí una relación muy larga y comencé a cerrar una etapa de mi vida. No obstante, al pasear por la ciudad, seguía encontrándome  su  sombra en esa plaza en la que nos detuvimos, en la calle en la que sentí  sus  celos atándome las alas, en el parque donde el desenlace se precipitó... Y, por muchas circunst

Por dentro soy de colores.

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Se le nota en la voz, por dentro es de colores, y le sobra el valor que le falta a mis noches. Y se juega la vida siempre en causas perdidas. Ojala que me la encuentre ya entre tantas flores. Ojala que se llame amapola, que me coja la mano y me diga que sola... No comprende la vida, no. Y que me pida más más más más, dame más. Y que me pida. Es capaz de nadar en el mar más profundo. Igual que un superhéroe, de salvar al mundo. Donde rompen las olas salva una caracola. Ojala que me despierte y no busque razones. Ojala que empezara de cero, y poderle decir que he pasado la vida sin saber que la espero, no. Y sin que me pida más más más más, dame más. Sin que me pida. Se me nota en la voz: por dentro soy de colores. Cuando hablo desde el corazón, desde el entusiasmo, mis palabras toman forma de sonrisa. Tengo magia dentro del pecho y un laboratorio de alquimista en la cabeza. Si pudierais ver a través de mis ojos... Y hay quien ha podido. P

Ansiedad y adolescentes.

Hace unos días Ro habló en su blog de la presión que sienten los chavales con el Bachillerato . Hoy he sacado el tema en una de mis clases, pues estábamos hablando del sentido de la vida y el pesimismo en mis alumnos era patente. Cuando les he expuesto algunas de las posibles causas que Ro y otras personas desgranaban en el post y los comentarios, un alumno ha levantado la mano y me ha dado una respuesta que me ha hecho pensar mucho. Antes de explicaros qué me ha dicho voy a crear un poco de expectación y voy a hablaros de él. Este alumno es UN ENCANTO. Todo él de ciencias, con bastante dificultad para sacar las notas que él quiere en las de letras (necesita más de un 13 en selectividad para hacer un doble grado de física y matemáticas, ahí es nada), pero que, a pesar de todo, ahí sigue, dando el callo, respondiendo, aportando. El día que lo  veo triste se me cae el alma a los pies, pero ya he aprendido que al día siguiente vuelven él, su sonrisa y su entusiasmo. Pues bien, este al

El destino.

Dice Sabina que cuando le hablan del destino cambia de conversación. Yo, un poco, también. Pero ahora ya no hay manera de esquivarlo: me han dado destino definitivo. Tras tres años provisional, con el estómago en un ay cada verano, esperando los resultados de la colocación de efectivos (provisional, definitiva), desgranando margaritas para repetir o para no repetir, para quedarse o para huir, ya tengo un puesto de trabajo que puedo decir que es mío. Tengo mi centro, mi puesto. Ya sé dónde voy a estar el curso que viene, si no pasa nada. ¡Qué novedad no tener que esperar hasta agosto! Y sin embargo... Que estoy contenta, a ver, he tenido mucha suerte. Está tan cerca que puedo seguir viviendo aquí. Para lo grande que es Andalucía, para lo lejos que podría haber acabado, está más que bien, mucho más que bien. Pero claro... Y tengo ganas, no creáis. Tengo ganas de empezar un proyecto a largo plazo, sabiendo que voy a estar ahí hasta que yo quiera. Tengo ganas de volver a un pueblo, t

Vencidos por la vida.

Hay alguien que se está muriendo. Siempre hay alguien que se está muriendo, desde luego, no he descubierto la pólvora. Pero hay alguien que se está muriendo y creo que no ha sabido nunca, en toda su vida, a qué sabe una victoria. Ya ves, hay gente que nace en sábanas de seda y otros, qué quieres, nacen para ser trapos , que canta aquel. Me pregunto qué se dirá en su funeral. Que fue una buena madre, una buena esposa, supongo. Pero será mentira. Nadie es bueno del todo en tales menesteres y ella no lo fue particularmente, ni siquiera en comparación con otros. Supongo que habrá que mentir. Nada hay más triste para los que se quedan que la contemplación de una vida vacía. Son muchos años de nada... En esto andaba yo pensando anoche cuando escribí este poema. Vencidos por la vida. Solemos cantar a los héroes: espíritus gráciles, hombres inspirados, artesanos de hazañas. ¿Quedarán palabras para los mediocres? ¿Qué recibirán sus manos callosas, sus cuerpos cansados, cuando

Mi amiga Rosa

Hoy en el diario de agradecimiento que estoy llevando desde hace algunas semanas tocaba escribir una carta a un ser querido. Y ostras, a veces me cuesta. No por nada, sino porque para mí lo de "ser querido" como que tiene mucho peso, ¿sabéis? Y hoy pensaba que no iba a saber a quién escribirle. Hasta que he pensado en ella, en mi amiga Rosa. Cuando publique esta entrada le mandaré una foto de lo que le he escrito, al fin y al cabo, es una carta para ella. Pero mientras escribía se me ha ocurrido que también vosotros deberíais saber cómo es una de mis mejores amigas (a pesar de que nunca nos hayamos visto en persona). Mi amiga Rosa es, sencillamente, estupenda. Es una persona sencilla en el trato pero con muchísimos matices. Tiene mucho mundo interior y es una fortuna que entrase en mi vida. Le encanta leer, escribe muy bien, tiene mucha mano combinando ropa, es atrevida, estilosa, tiene unos ojos enormes y se parece a Anne Hathaway. Tiene un talento que escasea: el de e

Madre.

Me habría arrancado tu sangre y tú habrías hecho lo mismo. ¿Será este el peor de los pecados? Renuncié a tu legado de ropa interior planchada, suelos de brillo impoluto y juguetes para niñas. Fui lo que nunca quisiste de manera militante. Y aún así, tú me llevaste a la biblioteca. Todo te lo debo, todo. También este peso inmenso de tanto decepcionarte.

En abril...

En la mesilla: Un libro, "Los lunes, poesía". Una antología de poesía para jóvenes que me está encantando y me ha dado muy buenos ratos este mes. via GIPHY En la cómoda/armario: Confusión. Ahora calor, ahora frío, ahora lluvia... Ojú. En el sofá: La mantita suave despidiéndose. En la nevera: Muchos imanes del viaje por Italia. :) via GIPHY En la caja de galletas: Chocolate negro. Uno de los poquísimos caprichos que me estoy permitiendo. En la ducha: Agua más fresquita. En los labios: Pintalabios para estar por casa. ¿Por qué no? En la cabeza: Los rizos desatados y muchas ganas de mover la melena. via GIPHY En la pared: Lo mismo de siempre, pero últimamente me estoy fijando más en mis cuadros. En la calle: Ya huele a mayo en Córdoba :) En la mochila: Un montón de experiencias del viaje por Italia. Muchos recuerdos maravillosos. En todas partes: Números, nervios, ilusión y muchas emociones co