Hay que ser realmente idiota...O altamente sensible.
Hace muuuuuucho, mucho tiempo, leí este texto de Cortázar en el blog de Ro . Hoy quiero hablaros de él, de mí y de las cosas a las que voy poniendo nombre a mis 31 años. Para ello sería interesante que lo leyeseis. Merece la pena, de verdad. Os dejo el enlace aquí. Cuando me encontré con ese texto gracias a Ro se convirtió de manera inmediata en uno de mis textos vitales. (Ese sería un buen proyecto: hacer un dossier de textos que hablan de mí. Incluso para un blog. Tendría que tomar nota.) Me encontré con un texto que hablaba de cosas que yo había sentido, de situaciones en las que había estado, y que, ¡vaya!, me hacía sentir mucho menos sola. El texto habla del entusiasmo, de la manera que algunas personas tienen de emocionarse por casi cualquier cosa. Y habla del "no es para tanto" del resto. Y me ha pasado. Me ha pasado lo de emocionarme viendo volar a una bandada de pájaros, o viendo crecer una amapola en una grieta del asfalto de una carretera. Y me he emocionado c