Entradas

Mostrando entradas de junio, 2019

Newsletter (4): Huérfanos de amor.

Hola de nuevo. Aquí estoy, con otro poema que susurrarte al oído. Pero para disfrutar plenamente de él deberías escuchar una canción: la copla "La niña de fuego". Si no te importa, te recomiendo  esta versión de Miguel Poveda.   Este poema es relativamente reciente. Cuenta con unos dos meses. No me importa. Yo apenas corrijo mis poemas. Pensaba que, precisamente por eso, nunca podría ser buena, hasta que descubrí que mi idolatrada Gloria Fuertes funcionaba de manera parecida. En esta época me había dado por esta canción. La escuchaba de manera frenética e hipnótica a partes iguales. Por si no os apetece escucharla, la historia habla de una mujer desventurada, que llora en mitad de la noche. No lo dice, pero en mi mente me imagino a una de esas mujeres que van de unos brazos a otros sin quedarse en ningunos. La voz, un hombre, le ofrece una fuente en su pecho para que su culpa se incline a beber. Él, un hombre bueno, se compadece de ella y le ofrece salvarla. A ella, clar

Me caso.

Imagen
Hoy mismo he asumido uno de los mayores compromisos de mi vida, superado en importancia,  solamente, con el de tener hijos, si es que llego a asumirlo en algún momento. Hoy he decidido que me caso... con Córdoba. Que me quedo aquí. Que este es mi sitio. Hay sitios peores en los que estar y, en mi humilde opinión, no hay muchos lugares mejores. Aquí, apenas saliendo a la calle, te encuentras con el Guadalquivir, que tanta historia ha visto, y con los testigos de esa historia: Alcázar, Mezquita, Calahorra... También, sin buscar mucho, encontramos rincones mágicos: La Corredera, el Templo de Claudo Marcelo, la Cuesta del Bailío, la Puerta de Almodóvar y otros rincones y callejas. Y la primavera, con sus patios y su mayo, y el olor a azahar. Y la gente, con su alegría, su cante, su hospitalidad. Estoy a gusto. No puedo evitar tener el corazón dividido: mi familia y mis orígenes están lejos, pero esto es lo que hay, tengo que construir mi propia vida y eso requiere una sana dosis de eg

Para quedarte - El Kanka

Imagen
Entonces no conocía esta canción.  Ha sido recientemente que ha empezado a sonar en mi cabeza. Supongo que nunca es tarde si el momento sigue siendo adecuado. Si supiera cantar te la cantaría hoy del mismo modo que te la habría cantado entonces. Recuerdo cómo llegaste, así, tan normal, no sé. Yo no llevaba una maleta emocional sino un remolque entero de secuelas. No tenía ganas de enamorarme, pero sí muchas de vivir. Supongo que la clave está en que eres una compañía genial para vivir. Una cosa llevó a la otra y, bueno... Creo que lo supe desde el primer día, por la naturalidad con la que te movías por mis pasillos (literales y figurados), por cómo sabías dónde se guardaban los secretos. Es cierto que la gente detallista se adapta pronto, y tú siempre, desde el primer momento, supiste distinguir entre todos mis tipos de sonrisa. Ninguno de los dos somos muy buenos bailarines, así que es comprensible que se nos haya escapado algún pisotón. No obstante, nadie puede decir que no

Newsletter (3): Sin novedad en el frente.

La distancia es traicionera. Al menos a mí me lo parece. A pesar de que me he movido con bastante éxito en los ambientes virtuales y mantengo relaciones de amistad en la distancia, a pesar, incluso, de haber mantenido relaciones apasionadas a distancia, hoy por hoy ya no me siento capaz. La distancia me destempla el cuerpo y el corazón y, aprovechando el caos, mi cerebro se pone a hacer de las suyas. El poema de hoy es fruto del efecto que la distancia tiene sobre mí y sobre mis miedos. En él pueden apreciarse todas las inseguridades (implícitas en todo el poema, algunas explícitas al final) con las que cargo en el amor (no he sido siempre así, supongo que las cicatrices nos cambian). También tiene un papel protagonista  el silencio no invitado , ese silencio incómodo que se cuela sin permiso y que tanto asusta a veces. Porque sí, los silencios confortables y compartidos son una maravilla, pero no son tan frecuentes como podría parecer. Ni siquiera entre personas que se quieren mucho.

Peli: Elisa y Marcela (2019)

Imagen
Hace unos días vi esta película. Elisa y Marcela cuenta la historia del primer matrimonio entre personas del mismo sexo en España, el de dos mujeres gallegas que se querían y que no vieron otra manera de poder estar juntas que fingir que una de ella era un hombre y casarse.  Yo no tenía ni idea de la historia, pero a raíz de saber de ella me puse a investigar un poco por Internet y MADRE MÍA QUÉ HISTORIÓN.  Quizás por eso estoy tan cabreada con la película. Se podría haber hecho tan bien... Había tanto que contar, estas mujeres merecían algo grande. Y no lo han tenido. No es que se trate de una película deficiente: es que, directamente, me cuesta encontrar qué se ha hecho bien. Es una película lenta, lentísima. Pero lenta, ¿eh? Esa lentitud está acompañada de unas actuaciones poco naturales, forzadas, y de unos diálogos insulsos que no hay por dónde coger. Quizá es cosa mía, que podría ser, pero la química erótica/romántica entre las actrices brilla por su ausenc

Mi primer amor.

Este post no podía llevar otra banda sonora . Hoy me propuse echarme la siesta. El cuerpo ya no me llevaba más, así que me tumbé en la cama y puse el despertador. Al principio me costó coger el sueño -la falta de costumbre-, pero poco a poco mis sentidos empezaron a aletargarse y el sueño me sobrevino. Con él llegó un recuerdo, sin invitación y con un nombre que, para mí, siempre será el suyo, de él y solo de él. Supongo que por eso he soñado con él.  Él es mi primer amor. El sueño me ha dejado el cuerpo raro y el corazón temblando. Supongo que porque los recuerdos tienen mucho poder. Cuando pienso en él, en esa relación, soy incapaz de enfadarme, de encontrar un punto oscuro, de mejorar nada. Nos quisimos con curiosidad, con inocencia y con respeto, aun cuando esa palabra todavía nos era ajena. Creo que fue la primera y única relación verdaderamente sana que tuve en mucho tiempo. Es curioso como, de primeras, lo hice bien, y luego me hice experta en cagarla. La suerte del

Cuéntame

Ven, siéntate conmigo. ¿Te apetece que hablemos del pasado? Es lo único que me ayuda en los días tristes, la verdad: mirar atrás y ver los obstáculos superados, los monstruos muertos. El futuro se presenta siempre incierto, pero el pasado se presta a hacer inventario de victorias (obviemos las derrotas hoy, ¿sí?). Empieza tú, anda. Háblame de cómo nos conocimos y de cómo, contra todo pronóstico, hemos llegado hasta aquí. Háblame de las casualidades, o del destino, o de lo que fuera que nos empujó a encontrarnos. Dime cuántas heridas nos hemos ayudado a sanar. Cuéntame otra vez esa historia que nadie, salvo tú y yo, contará nunca. Cuando quieras. Yo voy a por algo para beber. A estas horas, no sé... ¿café o cerveza?

Trabajos de amor perdidos.

Imagen
Este curso estoy explorando una nueva dimensión de mi trabajo, creo que ya os lo he comentado en alguna otra ocasión. Además de dar mis clases, como siempre, me he implicado en trabajar con los chavales más problemáticos de mi centro de una manera distinta. Mi misión, junto con un grupo de profesores es, si es posible, recuperar a esos chavales, si no académicamente, al menos a nivel de relaciones: que cumplan las normas, que se relacionen bien, de manera sana, que mejoren su percepción del centro, de sus compañeros, de sí mismos... En fin, casi ná. Hoy, por ejemplo, mi primera tarea del día ha sido tener una charla con un chaval. Generalmente trabajamos con los más pequeños del centro, por aquello de la adaptación, de que vienen del cole y de que están más maleables. Este chico no es uno de esos. Ya lleva unos años en el centro y ha ido saliendo adelante, pero este año algo ha cambiado y no solo ha fracasado académicamente sino que, además, se ha metido en algún jaleo que otro y, a

Newsletter (2): Breve ensoñación en el autobús.

Una servidora tiene ya una edad, como todo el mundo. Bueno, hay quien tiene más de una, dependiendo de por dónde se le mire. Quizá yo también soy de esas. Pero no iba por ahí la cosa. Yo he llegado ya a esa edad en la que, a pesar de carecer de eso que llaman "instinto maternal", hago cálculos con la idea de ser madre y cada día me sale un resultado distinto. En noviembre empecé una especie de proyecto, relacionado, más o menos, con el #NaNoWriMo, en el que me propuse escribir, al menos, un poema al día durante ese mes. "Breve ensoñación en el autobús" sale de ahí y tiene que ver con esos cálculos infinitos. No recuerdo por qué tenía que trabajar por la tarde, pero estaba esperando el autobús en Ronda de los Tejares para ir al trabajo. Ya hacía fresco, pero el sol me daba en la cara a esa hora en la que si no el sueño, la pereza, es más fuerte que cualquiera. Y si no fue el sueño, fueron las ganas de soñar: empecé a fantasear con que no era 2018, sino otro momento

Recomiendo (series): Good Omens & Gentleman Jack.

Imagen
Bueno, últimamente parece que me apetece hablar de COSAS. La verdad es que si no hablo más de pelis, series o libros es porque en los últimos tiempos siento que tampoco tengo mucho que añadir a lo que ya se ha dicho. Hoy tampoco creo que vaya a añadir nada, pero sí quiero recomendaros CON MUCHO ENTUSIASMO un par de series. La primera de ellas es Good Omens , basada en la obra del mismo título ( Buenos presagios) , escrita por Terry Pratchett y Neil Gaiman. He de reconocer que es un libro que en su momento me dejó un regusto agridulce, y os explicaré por qué: porque no encontré a Neil Gaiman. Y ahora que ya me han presentado y he tenido el gusto de conocer a Terry Pratchett y a sus obras me confirmo: hay mucho más Terry Pratchett ahí que Neil Gaiman. Lo cual no es malo en absoluto, ojo. La cosa es que leí el libro hace eones y recuerdo muy poco de él. Ni siquiera me hacía especial ilusión la serie, pero a Kyol sí, y bueno, le propuse verla juntos. Y es MARAVILLOSA. Tennant y Sheen s

Libro: Entre visillos, de Carmen Martín Gaite.

Imagen
Hace tiempo que no escribo sobre libros por aquí, con lo que me gustaba. La cosa es que no me ha apetecido, sinceramente. Prefiero dedicar mi escaso tiempo libre a hacer cosas que realmente me apetezcan. Pero con este libro voy a hacer una excepción. No recordaba haber leído nada de Carmen Martín Gaite, pero resulta que sí, que lo había leído: La Reina de las Nieves . Pues me ha parecido que esta novela tiene muy poco que ver con aquella. No solo en el contenido, que sí, pero también en el estilo narrativo y demás. No soy una experta, así que a lo mejor me equivoco. Y bueno, que la manera de escribir también cambia, claro. Entre visillos habla, ¿a ver si lo adivináis?, de mujeres. La historia transcurre en una ciudad de provincias , pequeña, a mediados del siglo XX, pero bien podría haber sido mi pueblo durante mi infancia y adolescencia (salvando levemente las distancias). Las mujeres se mueven entre visillos (aún hoy, todavía), suya es la casa y, por su bien, si quieren mi

En mayo...

En la mesilla: Entre visillos , de Carmen Martín Gaite. Ya sé que no hablo mucho de libros por aquí últimamente, pero os lo recomiendo. Me está gustando mucho. En la cómoda/armario: Huecos. Ando sacando ropa ya para la mudanza. Y ropa de verano, definitivamente. En el sofá: Yo hecha polvo, los pocos ratos que puedo. Viendo The Society, Crazy ExGirlfriend o Good Omens. En la nevera: Tomates, queso fresco y jamon serrano cocido, el básico de mis cenas últimamente. Y preparado para hacer rebujito. Fuera, un mensaje para mí: "You are worthy". En la caja de galletas: Chuches, de vez en cuando. Necesito darme cariñito y malcriarme. En la ducha: Agua fría y muchos pensamientos. En los labios: Muchas cosas calladas. Pintalabios para ir a la Feria, pero no todos los días. En la cabeza: Una flor bien grande, una peineta, y a bailar sevillanas. En la pared: El traje de gitana colgado de un gancho, esperando para que le quite los fle