Lo de la boda.
El sábado pasado fui de boda. Se casaron dos buenos amigos a los que les deseo todo lo mejor en su vida de casados (igual que lo hacía cuando no lo estaban, vaya). Me gustó mucho, porque fue una boda un tanto atípica. Sí, ya sé que cada uno se monta la boda como quiere, pero la tendencia es la que es, o por lo menos esa es mi percepción. Ellos, en cambio, decidieron mantenerla pequeñita, íntima, más para ellos que para nadie. Y eso me gustó mucho. Yo suelo agobiarme mucho con las bodas, con la etiqueta, con el gasto de dinero y todo lo que conllevan, cosa que en esta se vio muy, muy atenuado. Que oye, que yo me alegro por los novios, pero cuando tengo que ir a una boda siento que me hacen una faena xD Además, fue partícipe de ciertos preparativos: maquillé a la novia. Imaginad qué emoción que alguien confíe en ti para que la pongas guapa en un día tan especial. Aunque claro, con ella es fácil. Unos y otros aportamos en la medida de nuestras posibilidades: una el maquillaje, otra el p