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Mostrando entradas de junio, 2021

Dad gracias que me dieron paciencia y no fuerza.

 Cuando era pequeña solía escuchar las frases «Señor, dame fuerzas» y «Señor, dame paciencia». Con el tiempo acabé fusionándolas y, en broma, solía decir: «Señor, dame paciencia, porque como me des fuerza lo escamocho ».  Y, desgraciadamente, me dieron paciencia. No Dios: el patriarcado. Anteayer vi el monólogo de Pamela Palenciano titulado «no solo duelen los golpes» y me quedó claro que ese es uno de los obsequios que el sistema nos hace a las mujeres. Nos da paciencia y no fuerza, porque si nos diera fuerza no podría sostenerse.  Hace unas semanas leí el libro The Power , de Naomi Alderman (en el enlace te dejo mi reseña).En él, las mujeres adquieren la capacidad de lanzar descargas eléctricas: encuentran fuerza y, como es de esperar, se les acaba la paciencia.  A raíz de leerlo me ha dado por pensar qué haría yo si tuviese algo más de fuerza. En otro momento de mi vida, quizá, habría podido pensar que usaría bien mi poder, que sería equilibrada, moralmente buena. Que seguiría sien

Kintsugi

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 Hace unos meses se me rompió una muela. Además ocurrió como me suelen ocurrir a mí ciertas cosas: con un sentido de la oportunidad maravilloso para arruinar un buen momento. Había comprado merienda al salir del trabajo. Para mí, me había cogido una milhoja, que me encantan y que casi nunca tomo. Pues ahí estaba yo, disfrutando del merengue, tan suave, dulce y blandito, cuando noté algo duro. ¿Qué podía ser? ¿Una piedra de azúcar? ¿Se habrían dejado algo dentro? No sé por qué me dio por pasar la lengua por el interior de los dientes superiores y, ahí estaba, nada más empezar: el hueco.  Pasaron 9 días hasta que pude ir al dentista. Indefectiblemente, la lengua iba al hueco maldito. ¿Por qué habría pasado? ¿Qué iba a pasar cuando fuese al dentista? De lo segundo no tenía ni la menor idea y me limitaba a dar gracias de que no doliese: eso siempre es buena señal. Lo primero... Lo primero me lo preguntaba sabiendo la respuesta: cuando no puedes más rompes por algún lado. Y yo rompí, de ver