El otro día me puse a reflexionar sobre el amor platónico. Llegué a la conclusión de que el amor platónico, tal y como se entiende normalmente (como un amor auténtico que no se quiere realizar) no existe. O, al menos, que es muy, muy infrecuente, por no parecer demasiado atrevida. Me parece que cuando hablamos de amor platónico podemos estar diciendo dos cosas: 1. Me gusta todo de ti, pero tú no, como en la canción de Serrat. Hablamos del cariño que tenemos a una persona que, en general, cumple buena parte de las expectativas que tenemos sobre una pareja pero, sin embargo, no nos atrae. No sentimos esa chispa, por lo que no podemos hablar de amor, creo: simplemente de un reconocimiento hacia las virtudes de una persona concreta. Es cierto que en este caso no aspiramos a realizar ese amor, no queremos hacerlo, pero es, básicamente, porque no podemos hablar de amor. 2. Me gusta todo de ti, tú también, pero tengo miedo. A veces nos gusta alguien muchísimo, mucho, mucho, pero por l