Tontos-a-las-tres.

¿Que no sabéis qué es un tonto-a-las-tres? Bueno, este adjetivo calificativo, que también puede utilizarse sustantivizado, tiene una gran cantidad de posibilidades. En cualquier caso, hace referencia a personas que quieres ... lejos. Y como hay muchos tipos de personas a las que queremos lejos, hay muchos tipos de tontos-a-las-tres. ¿A cuál me voy a referir yo hoy? Vamos a aclararlo.

En este post me voy a referir al tipo de tonto-a-las-tres que orina champán u otro tipo de bebidas consideradas distinguidas y caga grandes clásicos de la literatura universal. Este tipo de seres no sé si se consideran inteligentes, pero sí cultos, pues han tenido la suerte de poder estudiar, y desde su atalaya de sabiduría se creen competentes y legitimados para juzgar a todos los infraseres que, pobres, no llegan a su altura. 

¿Los identificáis?

Si no, es que tenéis suerte, porque yo me he cruzado con más de uno de estos a lo largo de mi vida y me ponen a hervir la sangre. Sin ir más lejos, hace un momento acabo de leer a uno de ellos en Twitter. Ese ha sido el detonante de este post. 

Resulta que un tonto-a-las-tres cualquiera ha soltado una afirmación gratuita: los vigilantes de seguridad lo son porque no han estudiado. ¡Ahí! Con un par. Y de paso ha añadido, citando a Simón Bolívar, que un hombre sin estudios es un ser incompleto. Toma ya. Acto seguido ha puesto un tuit confundiendo "Haz" con "Has". Pero bueno, no pasa nada. Porque seguro que es un hombre completo.  

Me toca la moral porque lo vivo de cerca, no puedo evitarlo. ¿Como que un vigilante lo es porque no ha estudiado? Porque conozco más de un caso de licenciados universitarios que se ganan -o ganaban- la vida como vigilantes de seguridad. Sin ir más lejos, mi Jack. ¿Con qué derecho despreciamos a los miembros de una profesión así, con esa ligereza? Eso por no decir que hay vigilantes de seguridad que, aunque no tengan títulos universitarios -supongo que a eso se refiere con estudiar- son muy cultos y educados, aparte de tener otras muchas cualidades. Eso para negar la mayor.  Pero aunque haya gente que se dedica a la seguridad privada y que no haya estudiado, ¿qué pasa? ¿Eso les hace peores personas? ¿Más incapaces? ¿De verdad, a estas alturas de la vida, nos creemos que haber estudiado más nos hace mejores personas? ¿Más sensibles? ¿Más responsables?  Y mejor que nadie me tire de la lengua, que empiezo a poner ejemplos.

Odio esto. Odio que se juzgue la completitud de una persona por su profesión. Es como si una persona que no es ejecutiva, o profesora, o tiene algún otro cargo de importancia fuese un proyecto fallido. ¡Por favor! Y con qué rapidez atribuimos a una dependienta, a un encargado de limpieza o mantenimiento, a un conductor de autobús o ambulancia o a una camarera una carencia de conocimientos. Pobres. Qué ciegos están. Sus prejuicios no les permiten ver que esa dependienta sabe mucho de filosofía, que ese encargado de mantenimiento habla cuatro idiomas y ha viajado por medio mundo, que el conductor de ambulancia estudia medicina o que la camarera escribe novelas cuando acaba su turno.

¿Y sabéis qué es lo más triste? Que seguirán ciegos. Porque sus prejuicios no les permiten aprender...

...del militar que ha estado en la guerra y ha visto y vivido el miedo y el sufrimiento que conlleva.

...del agricultor que conoce el momento de plantar cada hortaliza o qué planta ahuyenta a qué insectos.

...del asistente de hogar, que sabe calcular el nivel de felicidad de una casa en relación a la cantidad de polvo que acumulan sus muebles. 

...de la pastora que, observando el cielo, puede dar un parte meteorológico quizá más acertado que el de la Agencia Estatal de Meteorología.

...de la tejedora que entre hilos cuenta historias ancestrales.

...del carpintero, el albañil o el alfarero que con sus manos pueden dar forma a los sueños.

...de la dependienta que sabe, casi, leer el pensamiento.

...del barman que, a fuerza de madrugones y horas sirviendo esto y aquello, ha aprendido tanto, tanto de la gente. 

Y no aprenderán de ellos porque ni siquiera les prestarám atención. Todo porque no han estudiado. Porque son seres incompletos. Pues yo he aprendido de esta gente sin estudios muchas cosas y muy valiosas. Es más, cuento a algunos de ellos entre las personas más inteligentes que me he cruzado en la vida.

Estos tontos-a-las-tres sí que parecen incompletos... Es como si les faltase el cerebro...Y eso a pesar de haber estudiado...¡qué cosas!