Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2022

Antiarrugas

 En mi última crisis vital me ha dado por buscar cremas antiarrugas. Así, como de la nada, me puse a pensar que tengo 34 años y que, probablemente, sería el momento de meter productos antiarrugas a mi rutina facial. Suena inocuo, ¿verdad? Hasta razonable. Pero, claro, mi mente no piensa así. De repente cambiar mi rutina facial se convirtió en una prioridad absoluta con su correspondiente poquito de ansiedad, cómo no. Pasado el peor momento (y, por si había alguna duda, tras haber comprado agua micelar, tónico, antiarrugas y un contorno de ojos de repuesto) sentí que necesitaba contárselo a alguien pero es una de esas cosas que me dan una vergüenza insoportable. Por el arranque compulsivo de búsqueda de potingues, sí, pero también por lo que esconde detrás.  Con el tiempo he aprendido que estas situaciones no aparecen porque sí, sino que son la manifestación de algo más profundo. Y con esta ya van dos (tres, si contamos el gimnasio) relacionadas con lo mismo. Primero fueron las ojeras,