Folletos en el buzón.

Hace un par de días llamaron a la puerta de casa. Estoy habituándome a mirar por la mirilla, y aunque no siempre recuerdo hacerlo, esta vez sí lo hice. A través del cristal rayado pude ver, o más bien intuir, a dos personas bien vestidas que llevaban papeles en las manos. "Testigos de Jehová", me dije. Y no abrí la puerta. 

No abrí porque iba con prisa, pero suelo hacerlo. Hasta el día de hoy ningún Testigo de Jehová me ha hecho ningún mal. En ocasiones abro porque tengo ganas de "hablar": no todos los días se encuentra a alguien con quien tener una discusión sobre la existencia y naturaleza de Dios. Y no, no estoy de cachondeo. Los Testigos de Jehová intentan argumentar acerca de por qué deberías creer en Dios y convertirte a su religión, así que creo que no es ninguna falta de respeto darles razones sobre por qué no lo voy a hacer. Y oye, suelen reaccionar bien, sin perder la sonrisa y de manera muy diplomática. 

Oye, ahora que lo pienso, a lo mejor debería dedicarme a eso...

Después de la discusión ellos dicen, de manera muy educada algo así como: "Vemos que tiene las ideas muy claras pero, aún así, ¿podemos dejarle estos folletos para que los lea?". Y yo los cojo, nos despedimos cordialmente, y en paz. 

Otras veces simplemente les digo que tengo prisa y me dan los folletos directamente. Lo que no suelo hacer, ya lo he dicho, es no abrir la puerta. Pero esta vez fue por razones de fuerza mayor: llevaba mucha prisa.

Cuando volví de hacer lo que tenía que hacer (ir a Correos a hacer un envío -guiño, guiño- y al médico) miré el buzón y encontré dentro dos folletitos. "¡Yuhu!", me dije. Al no abrir la puerta los habían puesto en el buzón. 

Los cogí y leí con avidez, como hago siempre desde que soy pequeña. Después sacudí la cabeza y me deshice de ellos. ¿Por qué los leo entonces? ¿Por qué abro siempre la puerta para recoger los folletos? Por mi abuela. 

Mi abuela paterna era una mujer fuerte, con mucho carácter, de esas que se han curtido desde bien niñas en los duros trabajos del campo y que han dedicado su vida a laborar, parir hijos y asistir a su familia lo mejor que han sabido o podido. No es de extrañar que mi abuela, incluso cuando era joven, pareciese ya vieja y tuviese las manos igual de nudosas a los 30 que a los 70.  No era una mujer particularmente creyente, o debería decir que no era una beata. Mi abuela tuvo bastante que hacer durante toda su vida como para sacar tiempo para ir a misa. Además, ya se sabe, cuando se es pobre lo de santificar las fiestas tiene su complicación. Así que supongo que mi abuela creía en Dios como creían muchas personas de su época, porque así tenían que ser las cosas y punto. 

A pesar de todo mi abuela también abría la puerta a los Testigos de Jehová y los invitaba a pasar. Se sentaba con ellos en sillas de anea y escuchaba su discurso con el único objeto de, al final, recoger los folletos. Mi abuela no los leía, no sabía leer, pero los dejaba sobre la lavadora para tenerlos a la vista cuando yo llegase. Entonces los cogía con sus manos nudosas y de dedos largos y fuertes y me los tendía.

-Mira lo que me han dao unos hombres -decía-. Les he dicho que yo no sé leer, pero que a mi nieta le gusta mucho. Toma. 

Y así cada cierto tiempo. Cada vez que recibía la visita de los Testigos de Jehová. 

Hay varias cosas que me recuerdan a mi abuela de manera tan vívida que me parece que la voy a volver a ver ante mí. La lata de Nivea que guardaba en el armario de su cuarto, bajo toda la ropa. La manera como me daba 20 duros de vez en cuando, como si fuese algo prohibido. El chocolate que guardaba entre sus toquillas, puro y arenoso, que todavía es mi favorito. Su postura. Su luto eterno. Que siempre llevaba pañuelo. Su olor. Los golpes que daba en el suelo con el bastón cuando se enfadaba. Sus manos. Su manera de llamar a la puerta.Y los folletos de los Testigos de Jehová. 

Así que, siempre que me sea posible, seguiré abriendo la puerta.

Comentarios

  1. Siempre me acuerdo un montón de mi bisabuela cuando te oigo hablar de tu abuela. Caracteres muy similares, eterno luto y bastón... Pero sobretodo el carácter. La vida las hizo así de duras o ellas tenían predisposición?

    También me recuerda a mi tía abuela, que escondía la comida en los sitios mas insospechados (ese fuet debajo de la almohada de la cama... ).

    Y a mi abuela Angelita también, claro. Ella no era para nada dura, al revés, cualquiera diría que le habían puesto el nombre a posta... Ains...

    Las yayas.... U___U



    Te quiero, Preciosidad <3

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    1. Yo creo que un poco de cada. La vida las hizo duras, porque podían. Y si no, a saber qué habría sido de ellas.

      Y sí, lo de esconder la comida o las cosas que consideraban de valor... Me llamaba mucho la atención :P

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  2. Yo creo que por muy ilógico que nos parezca lo que nos vendan, la buena educación que no falte.
    ¡Un abrazo!

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    1. Eso sí. Cuando alguien es educado contigo, qué menos que devolver el gesto. Y desde luego creo que esa debe de ser nuestra tarjeta de presentación. :)

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  3. Joooo... pues me acabas de recordar a mi abuela...
    Una mujer de campo, que se pasó la vida trabajando y criando a sus cinco hijos. Con su eterno luto. Tampoco sabía leer ni escribir, pero de vez en cuando venía a pasar unos días con nosotros a la ciudad (sobre todo cuando mi madre estaba enferma, para echarnos una mano) y cuando me veía haciendo mis deberes me decía: -ay, cariño, no tengo ni idea de lo que escribes ahí, pero lo que sí sé es que tienes una letra preciosa... (me estoy emocionando al recordarla)

    Y yo, la verdad, nunca me paro a charlar con los testigos de Jehová y estoy empezando a sentirme un poco maleducada... XD

    Besotes

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    1. Qué bonito eso de tu abuela... :)

      :* Me alegro de haberte acercado ese recuerdo tan bonito y emocionante.

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  4. A mí también me has recordado a mi abuela y estoy como una magdalena ahora mismo...

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  5. Qué bonito recuerdo, Bettie, y también los de los comentarios :)

    Yo no tengo ese tipo de recuerdo de mi abuela materna y de la paterna no tengo ninguno, murió cuando mi padre aún era niño. Creo que en relación con los testigos de Jehová o similares, mi abuela materna era un poco "cardo" U_u

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    1. Mi abuela paterna tenía un mal genio y un carácter... Quizá por eso este detalle me parece aún más valioso... :)

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  6. Es una detalle precioso, pero claro, ante todo está la educación. Nunca he visto unos Testigos de Jehová, pero me encantaría asistir a un debate vuestro sobre la existencia, tiene que ser interesante. Creo que nunca he visto algo igual.

    Oh, las latas de Nivea son míticas. :)

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    1. La historia de la lata de Nivea de mi abuela me hizo ganar un concurso y todo xDDDD

      Nah, no es para tanto, son argumentos muy básicos XD

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  7. Un post precioso. Escrito con una delicadeza casi aterciopelada.
    Gracias

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    1. A ti por leerlo, y por tus palabras ^^ Gracias Perri.

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  8. Llámalo ternura, emoción, haber dormido dos horas... pero se me han saltado las lágrimas de lo bonito que me ha parecido :__)

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    1. Llámalo que eres muy sensible y un amor. :*

      (Emocionarse hasta las lágrimas también es #jelcilaif, que lo sepas xD)

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  9. Es curioso lo que a veces nos hace acordarnos de una persona... cómo no, me has hecho acordarme de mis abuelas T.T
    ¿Cómo nos recordarán nuestr@s niet@s en el futuro? (si es que llego a tener hij@s primero, claro...)
    Yo no tengo mirilla, así que tengo que abrir la puerta para saber quién es. Alguna vez eran testigos y la verdad, he pasado bastante. Paso de discutirles nada. Y no me gusta hablar con desconocid@s, soy tímida :S
    Gracias por el recuerdo :) Bsitoss

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    1. Primero tendremos que tener hijos, sí XDDD Yo espero que mis nietos, si los tengo, me recuerden leyéndoles cuentos. :)

      Gracias ati por leer :)

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  10. Qué bonito, qué forma más estupenda de homenajear a tu abuela en las pequeñas cosas de cada día.
    Besos!

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  11. Jo, mi abuela materna también era así... Analfabeta porque tuvo q dejar el colegio para trabajar (las letras sí las conocía así que supongo que la sacaron sin que le diera tiempo a aprender más), siempre de luto, siempre con velas encendidas a sus muertos...

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    1. Mi abuela no pisó un colegio en su vida >_<. Y no era mucho de velas. Pero supongo que entran en el modelo de mujeres de una generación...

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  12. Jo, mi abuela materna también era así... Analfabeta porque tuvo q dejar el colegio para trabajar (las letras sí las conocía así que supongo que la sacaron sin que le diera tiempo a aprender más), siempre de luto, siempre con velas encendidas a sus muertos...

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  13. Precioso post y recuerdo. Seguro que tu abuela estaría orgullosa de leerse en él.

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  14. Estoy llorando y bastante además xDDDDD
    Ai por favor, que bonito y tierno todo ♥♥♥
    No me salen las palabras. Simplemente genial y que gracias por compartirlo :)
    A mí me solían parar por la calle para eso. Les atendía de manera amable, me explicaban un poco, me daban un folleto y ale. Si las cosas se hacen bien se agradece hablar, como dices, aunque no estés de acuerdo con lo que te digan.

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    1. Llorar limpia los ojos. Y si es de emoción, mejor que mejor. Me alegro de que te haya gustado :)

      Hombre, no cuesta nada ser educado. Los testigos de jehová suelen serlo. Algunos quizá se pasan de insistentes, pero por lo general mi experiencia es que en cuanto notan que están molestando, te dan el folleto y se van. No sé, la amabilidad es gratis. Al menos hasta hoy xD

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