Miss Cellophane

Me gusta mucho el musical Chicago. Verlo en un teatro es una de las cosas que tengo pendientes. Hoy no me puedo quitar una de las canciones de la cabeza...

La interpreta Amos, el marido de Roxie al que todo el mundo ignora, pobre. 

Es duro sentirse invisible. Es duro que la gente no repare en ti. Que no te pida disculpas cuando te da un golpe sin querer, o que no te pida que te apartes para pasar. Que no te de los buenos días e incluso que no te conteste cuando preguntas. Es duro que te hagan sentir tan insignificante. Y unos días más que otro. Hoy era de los unos. 

Menos mal que los gatos ven también lo invisible. Hoy Gato que, como ya os he dicho otras veces, es un pasota de mucho cuidado, mientras me quitaba las botas se ha puesto a mi lado, y cuando he acabado, se me ha subido encima y ha apoyado su cabecita en mi hombro. Ha sido casi como un abrazo gatuno. Sin brazos, claro. Luego, mientras lo acariciaba me ha mirado como si, además de verme, me entendiese. Qué cosas. Voy a acabar convertida en la loca de los gatos...

PD: Hoy he leído un post que me ha hecho muchísima gracia. Lo he compartido por todas partes, y lo dejo por aquí tambien. Si os queréis echar unas risas, clic aquí.