Un mes.
Parece mentira, pero ya hace un mes que trabajo. Se me ha pasado volando. No hace un mes que doy clase, eso no, pero bueno, ya he tenido la oportunidad de "tentar" lo que supone hacerlo y de hacerme una idea de lo que va a ser, más o menos, porque si algo tengo claro es que no voy a dejar de sorprenderme.
¿Mi conclusión? Ni tan mal.
Ni tan mal, porque estaba llena de miedos que eran exagerados, ahora lo sé. Mi principal miedo era no valer para esto. Me temblaban las piernas pensándolo. Imaginad que después de todo el periplo vital que he tenido que hacer para llegar hasta aquí, entro al aula y me doy cuenta de que no, de que eso no es lo mío. De que no sé hacerlo, de que no me gusta, de que... yo-qué-sé. Jack me decía que eso era un miedo infundado, y bueno, no ha sido la primera vez que he entrado a un aula, pero... Siempre está el pero. Y me he dado cuenta de que, oye, no soy la profesora del año, pero me manejo con cierta soltura en el aula. Solo cierta, que me queda muchísimo que aprender.
Ni tan mal porque nadie me ha tirado una silla (ni un bocadillo de mortadela). Han sido varios los profesores que me han hablado de sillas voladoras en el primer día, con lo cual yo tenía un pánico atroz a que algo así me pasase. Sobre todo tenía miedo de no esquivar la silla. Y después de no saber reaccionar ante algo así, claro. Pero no. El primer día de clase fue sobre ruedas, verdaderamente sobre ruedas. Después han venido días algo más complejos, clases más duras, pero también algunas más satisfactorias, momentos muy interesantes,... Y ya casi he perdido el miedo a que me lancen una silla.
Ni tan mal porque he conseguido engañarlos. No intencionadamente, desde luego. No quiero parecer algo que no soy y ni se me pasó por la cabeza fingir que llevaba mucho tiempo trabajando o que tenía mucha experiencia. Esa era otra de las cosas que me daban miedo, ¿sabéis? No es que aparente menos edad de la que tengo, pero soy muy joven en comparación con el resto del claustro. Además no se impostar esa pose de profesor súper estricto y súper serio (a veces me sale, pero no sé ponerla a propósito) y tengo una vocecilla bastante dulce. Casi infantil. Total, que pensaba que me iban a notar a leguas que era una novata y me preocupaba lo que eso fuese a suponer. Pues deberíais haber visto la sonrisilla que se me dibujó en la cara la primera vez que mis alumnos más mayores me preguntaron: "Pero... tus alumnos de otros años...¿aprobaban?". A lo que yo contesté algo así como: "No he puesto demasiados suspensos hasta ahora, no". Lo cual, por otra parte, mentira no era... Un par de días después me lo preguntaron en otro grupo. Así que no debe de notárseme tanto la inexperiencia, ¿no?
Ni tan mal porque se me pasan las horas volando. Entro a clase y cuando vuelvo a mirar el reloj ya faltan 10 minutos para que suene el timbre. Entro al instituto y, cuando quiero darme cuenta, estoy a punto de dar la última clase. Nunca me había pasado eso en un trabajo. Nunca. Eso no quiere decir, claro, que todo sea perfecto. Tengo horas de las que salgo abatida, frustrada, cansada... Las cosas no siempre salen como querrías. Pero también hay otras de las que salgo feliz, sonriente, inspirada. Es... genial.
Desde luego que me queda mucho que aprender. He cometido errores, casi todos ellos derivados de mi excesiva espontaneidad (es que me cuesta muuuucho, ya he dicho, parecer algo que no soy). Al principio me regodeaba en esos errores, me obsesionaban, pero creo que, poco a poco, voy sintiéndome más a gusto con mi tarea y asumiendo que se aprende de la práctica. Como leí en El profesor...
Supongo que ellos, mis primeros alumnos, tendrán que cargar con el lastre de mi inexperiencia y sufrirán mis errores. Y lo siento por ellos. Al final de cada clase, mientras se despiden de mí y abandonan el aula, los miro y les pido perdón para mis adentros por ello, como quien reza en silencio. Pero también me justifico, diciendo que, en compensación, se llevan mi entusiasmo, mis ganas, mi "inocencia". Espero que realmente les compense.
Al final, como el que dice "amén", me ordeno esforzarme por ser la profesora que me habría gustado tener. Respiro hondo y espero a que empiece la siguiente clase. Y así, de clase en clase y casi sin darme cuenta, se me ha pasado el mes.
Ya solo quedan 9.
Ni tan mal porque se me pasan las horas volando. Entro a clase y cuando vuelvo a mirar el reloj ya faltan 10 minutos para que suene el timbre. Entro al instituto y, cuando quiero darme cuenta, estoy a punto de dar la última clase. Nunca me había pasado eso en un trabajo. Nunca. Eso no quiere decir, claro, que todo sea perfecto. Tengo horas de las que salgo abatida, frustrada, cansada... Las cosas no siempre salen como querrías. Pero también hay otras de las que salgo feliz, sonriente, inspirada. Es... genial.
Desde luego que me queda mucho que aprender. He cometido errores, casi todos ellos derivados de mi excesiva espontaneidad (es que me cuesta muuuucho, ya he dicho, parecer algo que no soy). Al principio me regodeaba en esos errores, me obsesionaban, pero creo que, poco a poco, voy sintiéndome más a gusto con mi tarea y asumiendo que se aprende de la práctica. Como leí en El profesor...
Supongo que ellos, mis primeros alumnos, tendrán que cargar con el lastre de mi inexperiencia y sufrirán mis errores. Y lo siento por ellos. Al final de cada clase, mientras se despiden de mí y abandonan el aula, los miro y les pido perdón para mis adentros por ello, como quien reza en silencio. Pero también me justifico, diciendo que, en compensación, se llevan mi entusiasmo, mis ganas, mi "inocencia". Espero que realmente les compense.
Al final, como el que dice "amén", me ordeno esforzarme por ser la profesora que me habría gustado tener. Respiro hondo y espero a que empiece la siguiente clase. Y así, de clase en clase y casi sin darme cuenta, se me ha pasado el mes.
Ya solo quedan 9.
Se me ha hecho tarde.
Me empeño en planificar mis días de una manera y salen de otra.
Pero tenía que publicar esta entrada.
:)
Me alegro muchísimo de leer esta entrada, Bettie :)
ResponderEliminarA medida que más clases des, mejor profesora serás (y conste que ya lo eres :P).
¡Un abrazo!
La práctica es una gran maestra, recuérdalo, amigo Letraherido :P
EliminarPreciosa entrada, Amor! :)
ResponderEliminarVes? Ves como todo va saliendo "a poc a poc"? Ya le gustaría a muchos que llevan haciendo años lo mismo llegarte a ti a la suela de las zapas.
Vales mucho, cariño. Y cuando acabe el curso habrás aprendido un montón de cosas y... ¡Ey! ¡El año que viene ya no serás nueva para nada! ;) Ya no tendrás que decirles mentirijillas a los chavales XP jejejejeje
Animo! Que tu puedes!
Te quiero, Amor :) <3
¡¡¡Que no es una mentirijilla, oye!!! Yo no he suspendido a nadie XD
Eliminarjajajajajajajaja.
¡Mua!
Felicidades por tu primer cumple-mes ;)
ResponderEliminarAyer estuve en un acto en recuerdo de un profe de instituto que murió esta semana. Lo conocía porque su hijo va a la clase de mi hija. Fue duro, pero también emocionante. Un patio lleno profesores de su instituto y de institutos anteriores, de alumnos, muchísimos, emocionados, tristes, llorando. Muchos fueron los que le dedicaron unas palabras. Y en todas ellas se sentía que, además de enseñar matemáticas, enseñaba sobre la vida. Se había hecho un hueco en el corazón de muchísima gente con su cercanía y su forma de impartir las clases. Con una asignatura tan fría y seria como las matemáticas.
Y la verdad es que sentí envidia (de la buena). Envidia al darme cuenta de que me hubiera encantado ser profesor. A pesar de los malos momentos que se tienen (y muchos, soy consciente).
En fin, que ánimo, que estoy seguro que cada vez estás más cerca de ser la profe que tus alumnos quieren. Y que cumplas muchísmos más :)
Gracias, Geralt.
EliminarLa verdad es que es una profesión dura, pero bonita. No ha cambiado mi opinión en ese sentido.
El otro día, hablando en clase sobre la educación, sobre cómo los profesores enseñan por lo que son más que por lo que dicen, en los grupos de ciencias, todos mencionaron a una profe de mates también. Y hablaban de ella con un cariño... Me encantó.
De nuevo, gracias :)
Los días siempre salen diferente a como los planeas.
ResponderEliminarMe encanta que estés bien, contenta. Yo lo sabía. No se puede tener el entusiasmo que tú tenías y venirse abajo en dos días. No va contigo. Nosotros tenemos un nuevo, recién estrenado, que está teniendo muchísimos problemas de disciplina, y eso que en este centro eso no suele ser un problema, pero no sabe hacerse con ellos, y no hace falta tener una voz fuerte (aunque es una ventaja). Ya te habrás dado cuenta de que es cuestión de actitud. Ellos saben, y saben si tú misma estás interesada por lo que dices o no. Yo siempre que hablo de literatura no puedo evitar emocionarme, y ellos enseguida lo notan.
Besos.
Bueno, se puede estar muy entusiasmado y luego darte de bruces con una realidad que no calculas. Hacer realidad los sueños a veces tiene eso.
EliminarYo no es que no esté teniendo problemas, pero vamos, ni mucho menos creo que sean graves. De momento, vaya. Y por lo general mis alumnos responden -a veces más, a veces menos- y puedo ir dando mis clases -con más o menos facilidad, según el día xD
Eso que dices de que lo notan es cierto. Como no pongas pasión en lo que dices ellos desconectan más, se revolucionan más...Pero si hablas con pasión captas su atención, es cierto.
¡Besos! Y gracias <3
Los planes están para darnos seguridad al empezar el día, pero, luego toca adaptarse a lo que va surgiendo.
ResponderEliminarEnhorabuena a ti y a tus alumnos, porque tu inexperiencia se ve compensada con creces con tu ilusión y tus ganas, así que, a ver si sigues sin poner muchos suspensos ;)
Besinos
Pues sí, hay que ser un poco camaleón xD
EliminarA ver si es verdad y no pongo muchos suspensos, eso espero :)
Yo sólo diré una cosa:
ResponderEliminar¡¡¡WEJEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!!
Jajajajajajajaja, eres genial xD
EliminarMe alegro muchísimo que te esté yendo tan bien Bettie, yo creo que esos miedos son totalmente normales en una profesión de este tipo que no es para nada "mecánica" y no puedes controlar las situaciones porque es lo que tene trabajar con humanos, y encima adolescentes. Seguro que vas a ser la tipica profe que sus alumnos definen como buena, seguro.
ResponderEliminarSaludos!
Espero, por lo menos, no aburrirlos demasiado.
EliminarGracias :)
¡Profeeeeee!
ResponderEliminarAcabas de alegrarme el día.
Un abrazo
Y a mí me alegra el día que vosotros os alegréis por mí. Gracias <3
EliminarCasi mejor que te toque una profesora sin experiencia, con las ganas que tú tienes, con tu preocupación por que todo salga bien, de dar lo mejor de ti... que alguien cansad@ de dar clase y de vuelta de todo que ya no tiene ánimos para "lidiar" con alumnado.
ResponderEliminarQuienes te conocen y quienes te leemos ya sabíamos que ibas a hacerlo bien ;)
Besitoss
Yo no lo tenía tan claro. No lo tengo tan claro, siquiera. Pero lo estoy haciendo, mejor o peor, lo estoy haciendo. :)
EliminarGracias, Angie ^^
Profe Bettie, qué mona eres. Me alegro muchísimo de que ahora no vaya 'ni tan mal', porque dentro de dos meses irá muy bien, seguro.
ResponderEliminar<333
¿Soy mona? XDDD Gracias, Aria.
EliminarSolo me falta hacerme un poco más a la rutina, quitarme los nervios que aún me asaltan las noches de antes de ir a trabajar... Pero vamos, poco a poco xD :)
Y a veces tampoco está de más pensar que infalibles no somos, ni siquiera importantes. Todos hemos tenido profesores que no eran o no supieron ser buenos, o eso creemos. Y no nos ha pasado nada. Hay gente que ha sido un alumno nefasto y no le ha pasado nada, la mayoría de las personas suelen salir adelante muy bien. No se, no me gusta darle demasiada importancia a nada. Sí hacer el trabajo lo mejor que se pueda y sepa, sí motivarse y querer superarse, sí ser profesional. Mientras esto sea así, está claro que el resto es aprender cada día, autoevaluarse, ser sincero con uno mismo. En cualquier trabajo, no solo en éste, todavía llevarías muy poco tiempo de"rodaje", así que date tiempo....hablo de años, y lo de siempre, fiate de tu intuición, que es muy buena. Por lo demás estoy convencida de que hace tiempo que eres ya una gran profesora. Por cierto en mis 5 primeros y únicos días (porque yo no pasé ni por las prácticas) si tiraron sillas y mesas...fue horrible. Muy horrible. Y no creo que tenga nada que ver conmigo. Intenté hacerlo bien, pero no supe. Otra vez será, o no. ;-)
ResponderEliminarDe verdad, perdón por las tildes, pero escribir con el móvil es un suplicio.
EliminarDisculpada quedas. Yo no habría escrito ese comentario en el móvil ni en un millón de años xDD
EliminarSi yo lo de las sillas no creo que sea un mito ni mucho menos. La gente te lo dice en serio. Y debe de ser horroroso. En tu caso también creo que tenías una dificultad añadida, y es que ser el profesor/a sustituto/a es aún más complicado. Estás de paso y ellos lo saben.
Pero estoy de acuerdo con todo lo que dices. Tampoco tengo que aspirar o querer "hacer época" como profesora. Con hacer mi trabajo lo mejor que sepa y seguir aprendiendo, ya cumplo el cupo xD Y sí, también es cierto que un mes es poquito tiempo todavía. Aún me queda :) Pero bueno, me está gustando la experiencia ^^
Y quién sabe, otra vez será. Puede ser, ¿no?
Mientras iba leyendo me estaba imaginando espachurrándote xDDDDDDDDDDD de verdad te lo digo, en plan así https://media.giphy.com/media/QbkL9WuorOlgI/giphy.gif
ResponderEliminarjajajaja
Wiiiii ^____^ me alegro mucho ♥♥♥
ayyyyyyyyyyyyyy espachurre minion!!!!! <3
EliminarGracias ^^