Malos despertares.
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Se despertó para ir al baño, dispuesta a volver a la cama lo más rápido posible para sumirse de nuevo en el mundo de los sueños. Ese era uno de los pequeños caprichos que intentaba permitirse sin importar qué pasase: el de dormir los domingos hasta bien tarde.
Aunque, debido al cambio de hora, ya se filtraba la claridad por los agujeros de las persianas, no se dejó engañar y volvió a esconderse entre el abultado edredón. Cerró los ojos con suavidad, respiró hondo y se dispuso a dejarse ir. Pero algo falló: su cabeza comenzó a inundarse con pensamientos tristes, tareas pendientes, nostalgias y faltas.
Ella intentaba echarlos fuera a manotazos: esos pensamientos no tenían que estar allí, no entonces. Pero apenas se deshacía de alguno, otro volvía a ocupar su lugar, de modo que volver a dormir se tornó misión imposible. La frustración se tornó angustia y se sentó sobre su pecho. Y entonces, cuando sentía que se ahogaba, pensó en él.
Recordó aquella pesadilla horrible y cómo la consoló. Y se le ocurrió que podía intentar algo, no quedaba nada que perder. Como se sabía sus gestos de memoria, se imaginó con la cabeza apoyada en su hombro, mientras la envolvía con uno de sus brazos y con la otra mano secaba sus lágrimas y acariciaba su pelo al tiempo que susurraba: "Ya está, pequeña, no pasa nada. Ya pasó". Por último imaginó que él sellaba su promesa con un beso en la frente.
Lloró como hacía tiempo que no lloraba, pero intentó mantener la imagen. Y a medida que las lágrimas empapaban la almohada ella sintió que se deshacía el nudo, que desaparecía la angustia y que la vencía el sueño. Igual que cuando él la abrazaba.
La peor parte llegó cuando, al despertar de nuevo, se dio cuenta de que él no estaba allí: seguía necesitando ese abrazo.
Por suerte, los malos despertares no son eternos. A veces, unas horas más tarde de un mal despertar, podemos encontrarnos en plena forma :)
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Pues a mí me marcan un montón XDD Raro es el día que empieza con un mal despertar y acaba bien.
EliminarHay ausencias que duelen, incluso más que una hora de regalo que se convierte en castigo.
ResponderEliminarUn saludo
Pues sí :(
EliminarEl apuntaba cada lagrima y se prometió que cuando volvieran a estar juntos se las cambiaría todas y cada una de ellas por sonrisas y por besos...
ResponderEliminarY antes de lo que los dos pensaban, lo hizo.
Te amo, Cachito. <3
Me gusta ese final :)
EliminarY a mi.
EliminarSi sirven las votaciones, yo también voto por ese final... ;)
EliminarAinsssss... Ese no dormir por darle mil vueltas a la cabeza...
ResponderEliminarLo odio.
EliminarLas pesadillas en estos días me traen por la calle de la amargura. Así que no te digo nada.
ResponderEliminarUn abrazote.
Espero que pasen pronto esas pesadillas. Yo puedo llevar casi cualquier cosa, pero cuando los problemas me alcanzan en sueños... Uf.
EliminarAbrazote de vuelta :)
Ay.
ResponderEliminarLa ventaja es que el día siempre dura 24 horas y llega la oportunidad de despertar distinto, digo yo.
Digo yo, sí. Aunque no siempre sale bien después de esas 24 horas. Pero bueno, algún día tiene que salir bien, yo qué sé XDDD
EliminarA veces es difícil discernir entre los sueños y la realidad...
ResponderEliminarYo ayer también tuve mal despertar. Soñé que estaba enferma, con fiebre, y me desperté empapada en sudor...
Espero que hoy hayas empezado mejor el día
Un beso
Díselo a Descartes... xD
EliminarVale, ya vuelvo al papel de persona normal. Hoy... algo mejor. Sigo con la moral baja, pero bueno, un poco mejor :)
Besotes.
Pero qué historia más triste... y más real, por desgracia.
ResponderEliminarAins, no teníamos bastante con el cambio de hora...
Besos!
Y tan real... xD
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