Partidas de ajedrez.
Ayer vi este tuit:
Creo que urge introducir #ajedrez en los aulas, en talleres culturales y en la calle. No sabemos pensar ni razonar :S
— Marycheivis (@Marycheivis) octubre 30, 2015
Y un tuit así, aparentemente inocuo, me trajo recuerdos de mi infancia que ya había olvidado.
Creo que ya os he contado alguna que otra vez que mi hermano y yo, de niños, no nos llevábamos muy bien y jugar juntos, lo que era jugar, pues más bien poco. Yo no entendía nada, pero nada de nada, cuando la gente me decía que seguro que lo pasaba muy bien jugando con mi hermanito. Yo lo que hacía era huir de él.
No exagero. En alguna que otra ocasión los Reyes Magos nos trajeron juegos de mesa, pero acabaron por resignarse: no los usábamos y acababan muertos de risa en una estantería o un armario. Salvo el Operación. Porque a ese llegué a jugar yo sola. Pero el resto... No sé. Jugar sola al Monopoly, o a juegos tipo Trivial, como que no es muy divertido.
A mi infancia le han faltado juegos de mesa, snif. Qué ganas tengo de volver a vivir con Jack para jugar al Trivial juntos <3 jaja.
Pero hubo una excepción. Un día, después de hacer un trabajo para el cole, una compañera me enseñó los movimientos de las piezas de ajedrez. Nosotros teníamos un tablero que nos habían regalado comprando no-sé-qué. Era de cartón, con piezas de plástico que no pesaban nada y que al mínimo golpe volaban por los aires. A mí se me ocurrió intentar contra mí misma, pero la verdad, era un tostón. En un momento determinado mi hermano se acercó y me preguntó:
-¿Qué haces?
-Jugar al ajedrez.
-¿Y a esto como se juega?
-Es muy difícil. Para gente muy lista.
Mi hermano me miró de reojo, como si le hubiese lanzado un reto.
-¿Me enseñas?
Y le enseñé a mover las piezas, que era lo único que yo sabía. Y vaya usted a saber por qué, le gustó.
De ese momento en adelante jugamos mucho al ajedrez durante unas cuantas semanas. Y fue bastante humillante, porque después de haberle enseñado a mover las piezas (que no a jugar), no le gané ni una partida. Me machacó vilmente en todas y casa una de las ocasiones. ¡Y eso que yo era, supuestamente, la lista...! :P
Tiempo después se le pasó. Quizá porque estaba harto de ganarme, que puede ser. Yo saqué algún que otro libro de la biblioteca para aprender estrategias y demás, pero claro, una vez mi hermano se hubo cansado ya no tenía con quien jugar. Aunque no voy a utilizar eso de excusa: no entendía nada de los libros xD Creo que el ajedrez va a ser otra de mis limitaciones xD
Tiempo después se le pasó. Quizá porque estaba harto de ganarme, que puede ser. Yo saqué algún que otro libro de la biblioteca para aprender estrategias y demás, pero claro, una vez mi hermano se hubo cansado ya no tenía con quien jugar. Aunque no voy a utilizar eso de excusa: no entendía nada de los libros xD Creo que el ajedrez va a ser otra de mis limitaciones xD
Así que ahí va el recuerdo. El único juego de mesa que nos hizo repetir a mi hermano y a mí fue el ajedrez. Si es que somos raros pa' tó xD
Mi hermano y yo también jugábamos al ajedrez... casi siempre acabábamos a leches por cualquier tontería (pero eso no era culpa del ajedrez...)
ResponderEliminarEs un recuerdo bonito. Lástima que hermanito se aburriera :/
No te preocupes, que nos vamos a pegar buenas partidas de trivial y de todo lo que pillemos por medio JAJAJAJAJAJAJA Maldita sea, ya tengo ganas de que llegue ese momento. Echo de menos nuestra vida...
Te amo, calabacita de "jalowei" ;)
Yo también lo echo de menos :/ Ains.
EliminarPronto. Pronto. Pronto. (No tanto, pero tengo que convencerme xD)
Ufff... para mí el ajedrez es un misterio...
ResponderEliminarCuando era pequeña, uno de mis primos mayores jugaba muy bien y le pedí que me enseñase. Lo intentó un par de tardes, pero no hubo manera. Yo no entendía nada... Al final pasé del tema, me parecía para superdotados y yo me sentía una burra...
Este año, en semana santa, estando en casa de mi amigo riojano, sacó el tablero y le enseñó a jugar a mi hija, que jamás había probado. Y ¿sabes qué?... que se le daba bien a la puñetera... (hasta ganó varias partidas a su amiga que ya sabía jugar). Mi amigo se quedó sorprendido de que lo hubiese pillado tan bien a la primera y de que supiese pensar tan bien las jugadas; que debería ponerle juegos de ajedrez en el ordenador o en el móvil, que tenía muchas cualidades y podía perfeccionarlo... A mi ya no me sorprende nada (ya sabes, esta hija mía...jajaja)
Nada, Bettie, no se nos dará bien el ajedrez, pero seguro que hacemos otras cosas bien... XD
Un besote
Tu hija es una mujer del renacimiento. Y luego te sorprendes de que sea su fan. Madre mía. ¿Qué se le da mal a esta niña? XD
EliminarYo pille rápido el movimiento de las piezas, pero luego lo que es ver las jugadas y trazar estrategias... nada. Cero.
A mí me pasaba lo mismo de peque: no tenía con quién jugar; intenté enganchar a varios amigos pero tras poco más que aprender a mover las piezas todos acababan cansándose. Al final no quedaba más que hacer los problemas ajedrecísticos que ponían antes en los periódicos y jugar contra mi padre o contra mí mismo. Después, con el tiempo, poder jugar a través de internet hizo que me gustara mucho más. Y así, hasta hoy. Nunca he sabido jugar tan bien como me gustaría, pero pasármelo me lo paso pipa. Es el único juego al que juego en realidad; los juegos de azar no me gustan, porque la fortuna no suele acompañarme, y aquí la suerte no influye, si pierdo sólo puedo enfadarme conmigo mismo. :P
ResponderEliminarSerá genial cuando, de verdad, incluyan como asignatura al menos optativa el ajedrez en las escuelas. Los valores que enseña este juego-deporte desde bien pequeños son muy importantes de cara a afrontar problemas cuando sean un poco más mayores. Ese día habremos evolucionado un poquito más como especie.
Pues yo no tengo paciencia, supongo. Tampoco tenía nadie cerca con quien jugar, así que acabé por dejarlo también. Pero me parece un juego complejo y muy interesante.
Eliminar:)
Por alusiones y previo agradecimiento por la mención y contenta porque te hice recordar, te diré que el ajedrez está sobrevalorado o quizás nos viene a demostrar la falta de confianza que tenemos en nosotros mismos al no atrevernos con él.
ResponderEliminarEn este momento por diversas circunstancias me he acercado al ajedrez y juego poco e intento avanzar pero sólo se avanza deteniendote a pensar que error comitiste para que tu pieza más estimada sufriera un mate irreversible, esa reflexion trasladalo a la vida cotidiana, por ejemplo la meta que te propongas será el Rey negro sus piezas las circunstancias que acompañan a la meta y tu seras las piezas blancas y todo lo que te rodea ;-) (¿os atrevéis?)
Finalmente, no puedo por menos que aconsejarte un libro y unvideo
Libro: Ajedrez y ciencia, pasiones encontradas de Leontxo García, no hace falta saber ajedrez para comprenderle
Video: Ajedrez para la vida, Marina Rizzo, una delicia, dejo enlace (https://youtu.be/q5tNR0HbXe4)
Espero que os guste...., creo que en mi blog tendreis noticias ��
Una vez más gracias. Muak
Gracias Marycheivis por las aportaciones. Sí, creo que el ajedrez, con eso de que es para personas muy listas, lleva una cruz encima. El hecho de que mi hermano me ganase siempre me lo demuestra. No es que sea más intelgente que yo, o menos. Simplemente sabía ver mejor esos errores, los avances, etc.
Eliminar:) De nada. Gracias a ti ^^
Lo mío si que tenía delito, que me regalaban juegos de mesa siendo hija única....xDDDDD
ResponderEliminarAl ajedrez jugué mucho en mi cole, en los recreos, en las horas libres, en las clases de gimnasia que no se daban porque llovia (no había gimnasio, claro). Aprendí bastante pero ahora mismo sé mover las piezas y poco más, pero queda aquel aprendizaje que, aunque ella no lo ha dicho, mucha gente y yo tuvimos gracias al papá de Marycheivis, que se volcó para potenciar el ajedrez en nuestro poblado. Y ahora es ella la que está haciendo una grandísima labor para que los niños nativos tecnológicos dejen de lado por un rato los móviles y los ordenadores y aprendan a pensar y a razonar. :))
Jo, lo de tus mayores es fe xDDD O inconsciencia, no sé.
EliminarPues bravo por el papá de Marycheivis, y por Marycheivis, que está continuando la labor :)
Qué suerte vivir en ese poblado vuestro, habéis tenido de tó y tó güeno... :)
En Perripueblo los dos últimos años ha habido campeonato de ajedrez, este año estaba allí ese día y como participaban unos primos míos (10 y 13 años) subí a verlo. Me quedé asombrada al ver la cantidad de gente que se había apuntado. Y lo más sorprendente, en el ajedrez no hay categorías, juegan todos contra todos sin importar la edad, por lo que podías ver adultos de 48, como el padre de mis primos que también participó, echando una partida con una niño de 6. Y ganar el niño, ¡ojo!
ResponderEliminarEstaba perfectamente preparado, tableros, relojes...Por lo menos había unos 40 puestos de jugadores. Me sorprendió que el Ayuntamiento tuviera esos medios y me dijeron que lo organizó con un club de ajedrez de la capital, pero que al ver el éxito el Ayuntamiento se comprometió a empezar a dotarse de medios y ofrecer las clases de ajedrez ellos mismos.
Yo jugué y aprendí un poco en el colegio, entonces que no había la barbaridad de extraescolares happy monder flower power que hay ahora, los chavales que queríamos íbamos a las 2 de la tarde y jugábamos una hora, nos enseñaba un señor de Perripueblo al que por lo visto se le daba bien. Echamos buenos ratos, aunque duró poco.
Por cierto, jejejeje, el murciano y yo tenemos Trivial y monopoly hace tiempo que no jugamos, pero hubo una época en que no habia finde sin partida. También tengo el pictionary...Así que invitados a echar unas partidas estáis!! ;-)
Qué genial, ese niño ganando al adulto XD
EliminarMe alegro de que en Perripueblo vayan a potenciar el ajedrez. Me alegro mucho, de verdad.
Jack y yo también jugábamos muchísimo al Trivial. Teníamos pensado ahorrar también para comprar algún que otro juego, porque lo pasábamos genial los fines de semana con los juegos de mesa :) jajja
A ver si algún día echamos una partida, :D
El ajedrez no es para personas muy listas, salvo que tu objetivo sea ser un una gran maestra, aunque si aporta a quien lo practica la oportunidad de contemplar la realidad como una partida que se puede afrontar desde muchas posiciones y en la que el juego en equipo y la anticipación son la clave.
ResponderEliminarNo sé si queda hueco en los calendarios escolares para el ajedrez pero sin duda sería una gran oportunidad de descubrir un modo de mirar.
Hermoso recuerdo, a pesar de las derrotas.
Es un prejuicio extendido, pero creo que tiene más que ver con una cierta habilidad -que puede aprenderse- que con lo que solemos entender por inteligencia :)
EliminarPues yo ni he jugado ni sé jugar al ajedrez. Nunca he tenido en mi familia a nadie que jugara, y las reglas nunca me las explicaron. Así que he ido pasando por la vida (y sigo en ello) sin saber del tema nada de nada XD
ResponderEliminarPor cierto, una novela de Pérez-Reverte con el ajedrez de fondo: La tabla de Flandes. Tal vez te guste :)
¡Un abrazo!
Primero tengo que acbar con la saga Alatriste. Después, ya veremos, jajaja :P
EliminarYo jugaba con mi padre cuando era niña...
ResponderEliminarTu papá era un hombre excepcional y así pasó, que hizo una hija excepcional :)
EliminarPues yo, a parte de saber mover las fichas, poco más... Es que yo era más de damas... Que partidas me echaba con mi abuelo...
ResponderEliminarA mí las damas aún se me daban peor xD
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