Historias de la p*** carrera (I): Los profesores.
Los que hicieron la mili cuentan historias de la mili. Los que hemos ido a la universidad contamos las batallitas de la carrera. Y no sé qué es más cansino y más divertido. Lo que sí que sé es que es un pelín triste: he llegado ya a ese punto de contar batallitas. Jo.
Hoy, mientras estudiaba, recordé (y no en muy buenos términos) a un profesor de la carrera. Mi mente divagó de ahí a otros y acabé, sin saber muy bien cómo, clasificándoles. A veces cualquier cosa es más interesante que estudiar.
Hablo de lo que conozco, que es la Licenciatura de Filosofía, pero supongo que en otras carreras puede pasar algo parecido. Total, son muchas horas, uno tiene que encontrarse de todo, ¿no? Veamos a ver si reconocéis estas clasificaciones.
- Los/as filósofos/as momia. Creo que en toda carrera universitaria hay un profesor de este estilo, aunque no se le aplique esta etiqueta. Se trata del catedrático que tiene muy claro que sabe y no necesita demostrarlo. Y así ocurre que el resto del mundo no sabe si sabe o si no sabe, porque cuando habla no hace más que soltar una retahíla de paráfrasis indescifrables. Eso es terrible en cualquier área, pero si nos vamos al campo de la filosofía, os lo podéis imaginar. Además es un profesor que considera insultante el desconocimiento: si alguien pregunta una duda (por ser considerados, porque dudamos de todo, más aún que Descartes) el profesor en cuestión lanzará una mirada fulminante y un comentario humillante del que se desprenderá que esa pregunta es una estupidez -sea la que sea- y que tu obligación, si estás sentado en esa clase, es saber la respuesta a la misma. Más de una vez me quedé con las ganas de contestar que si lo supiese no estaría allí, aguantándole. Porque además son dificilillos de tragar: a esta aparente y despectiva superioridad intelectual suelen sumarse rasgos carcas. En el caso de mis profesores, sobre todo, machismo y desprecio generalizado por los alumnos. Por cierto: para este tipo de profesores, no importa lo inteligente que seas, las buenas notas que tengas, ... Nunca estarás lo suficientemente capacitado para aprobar su clase. Una joyita, vaya.
- Los/as que vienen a hablar de su libro. Son profesores más o menos famosos dentro de su ámbito, a veces incluso fuera de él. Dependiendo del grado de profesionalidad que tengan, lo que hayan dicho otros pensadores acerca del tema del que trata la clase se la suda entre bastante y totalmente. Si tienes suerte, darán un rodeo por las posturas de otros autores para acabar en su obra, su propia postura y los que considera sus precedentes. Si no, cada clase se convertirá en una conferencia acerca de lo mucho que mola su postura. ¡Ah! Y si disientes es que no lo has entendido. BONUS: Suelen obligarte a comprar su(s) libro(s): va(n) para examen o para prácticas.
- Los/as que le echan morro al asunto. Dicho claramente: los que no tienen ni
putaidea de un tema, pero aún así, imparten la clase. Se subdividen, a su vez, en dos grupos. Los que controlan de algún tema, pero están dando clase de otro, por un lado. Es curioso, porque a estos los tienes en una clase y quieres morirte, pero luego te los encuentras en otra -porque no te queda más remedio, después de la primera experiencia- y alucinas. También pasa al revés: los coges porque has tenido una buena experiencia y te llevas el chasco de tu vida. Por otro, los que no controlan de ningún tema -que tú sepas- y aún así, sin que nadie sepa cómo, han acabado dando clase en la Universidad. Aunque digan que la palabra "alienación" proviene de las palabras "alien" y "nación". Tener clase con este tipo de profesores (de los dos subtipos) es altamente frustrante. Primero, porque no te enteras de NADA. Segundo, porque el hecho de que te busques la vida por tu cuenta para entender la materia no garantiza NADA: no va a entender tu examen. Creedme, been there, done that. ¿Qué haces? Pues repetir los sinsentidos que hayan dicho (aunque dijeran que un filósofo que escribió algo varias veces y en varias obras no tuviera muy claro lo que quería decir) y olvidarlo inmediatamente después. Salir del examen corriendo y agitando los bracitos. Opcional: huir haciendo la croqueta. - Nota: algunos de ellos lo intentan y acaban dando unas clases algo descafeinadas, pero pasables. Algo es algo.
- Los locos. Cuando digo locos no lo digo metafóricamente, lo digo de verdad. Hablo de gente que claramente no está capacitada psicológicamente para llevar una clase. Entre ellos hay una cantidad de subtipos para aburrir. Algunos de ellos:
- Bipolares: un día te aman y al siguiente te odian. Llegas incluso a pensar que están enamoradxs de ti, porque eso no es ni medio normal. Del mismo modo, cambian criterios de evaluación, contenidos, plazos,... lo que les de la gana, de un día para otro.
- Con problemas de memoria: olvidan cosas sin relevancia como que, por ejemplo, ese mismo día y a esa misma hora tienen un examen final con una clase de 40 alumnos. Nada que no se pueda solucionar jodiendo a los alumnos pidiéndoles un trabajo para evaluarles.
- Con problemas organizativos: pierden cosas. Pero no cosas importantes: solo tu examen. Además se empeñan en que no te presentaste y te toca hacer la recuperación. Te lo dicen el mismo día de la recuperación. Eso sí, por la mañana.
- Los/as didácticos/as. Son esos profesores que te hacen sentir estúpido porque, en el momento que te explican algo, lo pillas al vuelo. No importa que lleves cuatro años de carrera intentándolo: te lo explican ellos y lo entiendes. Yo empecé a entender la metafísica de Aristóteles en quinto de carrera. Y eso que había referencias a la metafísica de Aristóteles en una de cada tres clases, si no más. Consejo emitido por la voz de la experiencia: si estás estudiando y te encuentras a uno de estos profesores ABSÓRBELO TODO. Guarda apuntes, fotocopias, bibliografía, GRÁBALO SI HACE FALTA. Puede que lo que diga no vaya para examen de esa materia, pero seguramente te ayude a entender otras cosas que vengan después.
- Los/as entusiastas. Son esos profesores que te reconcilian con la carrera. No conozco a nadie -si estáis ahí, manifestaos- que no haya pensado alguna vez en mandar su carrera a tomar
por sacoviento. Es normal: te encuentras de cada cosa que acabas más quemado que los palos de un churrero. Pero de vez en cuando entras a una clase nueva, con un profesor que no conoces. Vas como res al matadero, porque te has cogido la asignatura obligado: era la única que te cuadraba en el horario, el resto de asignaturas que te venían bien las imparten locos, momias, inestables, etc.,... Por lo que sea, acabas allí. El primer día te acojonas, porque el profesor/a te expone un plan de curso que es de retraca. Pero a medida que vas yendo a clase el profesor consigue que te apasione la materia, porque a él le apasiona. Y mucho. Con frecuencia un tema le da pie a digresiones que son todavía más interesantes que la propia clase (recuerdo a un profesor recitando el Viaje a Ítaca <3). Sales de cada una de sus lecciones con un montón de libros/películas/cuadros apuntados en los márgenes de los apuntes. Y deseas haberle conocido antes. Y suspiras cada vez que recuerdas al profesor y su materia.
Mientras escribía este post se me ha ocurrido que también sería interesante ver los tipos de alumnos. Pero eso, si acaso, será otro día.
Bueno, qué, ¿reconocéis estas tipologías? ¿En vuestras carreras también se aplicaban? ¡Contadme cosicas! :)
Hoy estoy... intentando desconectar
Y estoy escuchando... Oxímoron - Ismael Serrano
MMmmm... a ver, BBAA teníamos... mmm... alguno que otro que intentaba enseñarte fundamentos auténticos, varios modernetes buenrolleros, mas de un místico con ínfulas, talibanes de la modernidad, pavas que no sabias muy bien de que palo iban de lo tontas que eran, alguna de historia que solo quería venderte su libro y con tendencias BDSM (además de ser suicida montada en una bici), algún que otro "folla-alumnas" con su correspondiente versión femenina...
ResponderEliminarY alguna buena persona que otra ;P
Te amo, filosofa mía <3
Eh, eh, eh... La del BDSM la conozco :O xDDDDDD
EliminarUf, lo de los follaalumnos/follaprofesores da para otro post XD
Y ya las de la mili mejor las obviamos... porqueeeee... XP
EliminarJajaja... y la de tipos que te habrás dejado en el tintero...
ResponderEliminarHablar de los tipos de alumnos te daría para varios post... jeje.
Yo no he tenido la suerte de haber podido ir a la universidad, pero en la academia en la que me saqué el título de diseño había todo un mundo de profesores/as. Desde la más pija de las pijas hasta la que se quería hacer la más guay y se ponía en clase a hacerle trenzas a una alumna o a contar su juerga del fin de semana... En fin...
PEROQUÉMESTASCONTANDO!!!! xD
EliminarEse tipo de profesores es el que a mí no me gusta nada. El de las trencitas y las juergas. Nonono. XDDD
En mi carrera también me encontré de todo. Por suerte es@s que no saben un carajo fueron bien poc@s. Pero te diré porqué están ahí (cosas de que tu pareja busque plaza en la Universidad): es que hay ENCHUFES COMO CASAS qué digo como casas, como castillos de grandes.
ResponderEliminarLa verdad que aquí lo ponen fácil porque en toda la carrera creo que sólo me tuve que comprar obligada 4 ó 5 libros. Los demás les daba igual si los fotocopiabas o sólo usabas los apuntes de clase.
Muy bueno.
Bsitoss
La verdad es que yo de los que no tenían ni idea de nada, o muy poca, solo dos. He tenido más de esos que tienen idea de un tema, pero les ponen a dar otro distinto. Y es igual de fatal xDDDD
EliminarY lo de los enchufes ME LO CREO. Si no no me explico ciertas cosas.
Hay de todo, yo tuve una profesora de Economía que se ponía nerviosa a la hora de explicar gráficas y acababa ella con más dudas que los alumnos, luego una de Sociología obsesionada con el sociólogo Anthony Giddens, un profesor de teoría del derecho que escribía tanto en la pizarra que al final tenía que borrarlo todo para volver a empezar y llenarla de nuevo, y un profe de Derecho Administrativo que te mandaba comprar libros de 60€ y él o leía el periódico, una revista, jugaba con el móvil o se llevaba el portátil. Las universidades son un todo un mundo de fauna a cual más peculiar.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo. Para montar una reserva o algo xD
Eliminarjaja me encanta el tipo: Los que vienen a hablar de su libro, yo tengo a dos y uno de ellos es el rector, que es muyyyy pesado!! De entusiastas también he tenido y te ha faltado uno: Los profequemetrincaría (q de estos tengo uno ahora mismo y todAs todAs asistimos a sus clases encantadísimas de la vida xD
ResponderEliminarBueno, yo lo he clasificado por el tipo de docencia, pero yo tenía uno "didáctico" que era de esos. El único, por cierto de la carrera. En Filosofía parece no haber muchos de esos :/
EliminarPodríamos aplicarlo a cualquier instituto. A cualquiera. Me ha encantado.
ResponderEliminarBesos.
¿Sí? Al mío no... XDD Aunque habría otras clasificaciones también curiosas XD :)
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