¿Y qué hay de lo mío?
Hoy tengo una sensación de fracaso absoluto. Una de las frases que más digo es «no me da la vida», pero es que no me da la vida. Tengo la sensación de no estar haciendo mi trabajo todo lo bien que me gustaría por falta de tiempo (y porque me niego a dedicar el 100% del tiempo que estoy despierta a trabajar, perdon't). ¿Sabéis que dentro del horario de los profesores no hay horas dedicadas a preparación de clases, corrección de ejercicios ni nada que se le parezca? En serio. En nuestro horario regular (el que se hace en el centro) están las clases, las guardias, reuniones de coordinación, labores de tutoría (nunca es suficiente el tiempo que nos dan para esto, la verdad) y similar. En el horario no regular, esto es, el que se hace fuera del centro, están las evaluaciones, los claustros, la formación, la participación en consejos escolares y otras actividades, etc. etc. No hay ningún apartado para planificar las clases o para evaluar el producto de los aprendizajes del alumnado. ¿No os parece que no tiene sentido?
Y yo me niego a dar más de mí gratis. Ni puedo ni quiero. Hoy lo único que voy a hacer por mí, porque yo quiero, porque me apetece y/o me hace bien, es:
a) escribir este post.
b) hacer el fuertecismo.
He estado trabajando hasta ahora, haciendo cosas de esas que no están en ningún epígrafe de mi horario. Volveré a casa a las ocho y algo, directa a la ducha, después cena y por último, leer un ratito antes de dormir, que mañana se madruga mucho y me he propuesto este curso no quitarle horas al sueño para sentir que tengo vida. Pero es que si no le quito horas al sueño, siento que no tengo vida. Y entonces, ¿qué sentido tiene todo lo demás?
Lo dicho, hoy tengo sensación de fracaso absoluto. Y eso es lo que hay.
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