Gorda

Gorda. Creo que tengo interiorizado que una de las peores cosas que una puede ser en esta vida es gorda.  Cuando lo pienso racionalmente sé que no es así, pero dentro, en las vísceras, esa es una convicción inamovible. De niña intentaron ponerme a dieta más veces de las que pusieron un libro en mis manos o me dijeron lo importante que era ser buena persona. Recuerdo las discusiones infinitas en casa sobre mi peso. Y luego, la adolescencia: el problema con la ropa, con los espejos, con las miradas, con los comentarios. Los comentarios malintencionados, pero también bienintencionados: "Si tú eres muy guapa de cara, con que adelgazases un poco..."

Es horrible sentirte mal por lo que eres. No por lo que haces, sino por lo que eres. He podido comprobar que a la mayor parte de la gente no le importaba si comía sano o no, si hacía ejercicio o no, si mi salud era buena o no. Les importaba mi apariencia.  Así que, hiciese lo que hiciese, era la gorda, y eso se manifiesta en casi todos los aspectos de tu vida. Recuerdo en My Mad Fat Diary cuando Rachel evita a toda costa comer delante de gente: si comes sano, la gente piensa que no consigues engañar a nadie, y si comes cosas "no sanas", la gente piensa que es normal que parezcas una foca.

Ved esa serie, por favor, es lo puto mejor del universo.


Pero, contra todo pronóstico, esa carrera de obstáculos que fue la adolescencia pilló rebotada a mi autoestima y aguanté como una jabata comentarios, presiones y demás. Seguía siendo la amiga gorda, pero a esta gorda no le importaba. Durante unos pocos años se me cayeron todos los pelos de la lengua y se me empequeñecieron los complejos. Qué momento más maravilloso. A veces doy gracias por esa fortaleza y la extraño. Porque si no hubiese sido tan fuerte en aquella época no sé qué habría sido de mí.

Pero todo volvió a su cauce. Volví a recaer, a valorar mi valía en relación a un número en una báscula o a lo ajustada o suelta que me quedaba una prenda de ropa. Lo peor es que creo que esto no se cura. Al menos, no veo el momento de que ocurra. Estos meses he perdido unos cuantos kilos, estaba bastante orgullosa de mí misma, pero ante la mínima subida de peso o notar que una prenda queda más pequeña de lo que se recordaba, me derrumbo. Tengo la sensación de que no importa cuántos kilos pierda, seguiré siendo la gorda, sintiéndome la gorda y, por tanto, odiándome un poquito (o un muchito).

Qué agotador.


Comentarios

  1. Está claro que la sociedad superficial en la que vivimos ejerce mucha presión sobre nosotros, pero hay más en nuestra mente de lo que pensamos. Al final, todo depende de cómo nos lo tomemos y de la conducta que adoptemos para cambiar el ciclo de pensamientos negativos que llevemos encima por la razón que sea. Eso no quita para que haya una dura realidad que nos pueda perturbar.

    Yo no soy quién para dar consejos ahora mismo porque estoy sufriendo una depresión y una ansiedad tremendas desde enero que han venido por una enfermedad física. Pero, de verdad, que esto me ha ayudado a relativizar un poco: los kilos, si envejecemos, si nos salen canas, cosas del físico, en general; no importan mientras tengas salud: tener salud es lo importante. Los demás que piensen lo que quieran que cuando tengan un problema de salud real se darán cuenta de lo poco que valen las apariencias y superficialidades. Cuando se está sano hay que disfrutar: el ocio, la meditación, estar acompañado, hacer cosas que te ilusionen, vivir nuevas experiencias, aprender, etc. Incluso valorar las cosas más básicas como poder comer, dormir, tener sexo... Son cosas que mucha gente no hace porque cree que siempre estarán ahí, y las cosas no son así.

    Sinceramente, a mí siempre me has parecido una chica bonita, tanto de cuerpo como de cara. Creo que los que están más engañados son la gente que piensa que un cuerpo así no es bonito porque lo piensan únicamente porque es lo que marca la sociedad, no por otra cosa. Y eso sí que es triste.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, compi. Por todas tus palabras.

      Me apena mucho saber que estás mal :( Espero que la situación sea reversible, que te mejores, que todo lo malo pase. Ojalá.

      Te mando un fuerte abazo.

      Eliminar
  2. ¡Hola!

    Ufff, tienes toda la razón, aunque claro está que lo digo desde la ignorancia, como alguien que nunca ha sufrido esa discriminación por ser gorda.
    Pero en fin, es cierto que en esta sociedad parece que ser gorda es lo peor de lo peor, si hasta yo misma he tenido esa presión y joder, puedo decir con total seguridad que no estoy gorda en absoluto. Es que me parece absurdo: lo importante es comer sano, hacer algo de ejercicio y en general llevar una vida sana. Pero vamos, que ya sabemos que aquí lo que importa es el aspecto que tengas. Da igual todo lo anterior que si eres gorda, eso es lo único que importa.
    Me ha encantado el post, sigue así y mucho ánimo, tú no dejes que te cambien.

    ¡besos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Irene.

      Pues a mí sí me han discriminado. Desde laboralmente a lo que te puedas imaginar. Y no me pedían análisis ni pruebas médicas XDD

      Pero bueno, esta es una batalla que creo que voy a tener que librar siempre. La mayor parte del tiempo voy ganando, aunque sea por poquito.

      Eliminar
    2. Animo Bettie, tú puedes con eso y con mucho más. Nadie es perfecto y complejos tenemos todos. Yo he aprendido con los años que cada día me importa un poquito menos lo que nadie piense de mi y un poquito más lo que pienso yo. Sé lo que soy, quién soy y lo que valgo y eso no me lo quita nadie. Y estoy segura de que tú también sabes todo lo que vales, no permitas que nadie menoscabe tu estima ( ni siquiera tú misma). Un beso, guapa !!

      Eliminar
    3. El problema no son tanto los demás -ese daño ya se hizo- sino yo. Últimamente estoy fatal, me veo fatal, y estoy teniendo una temporada bastante mala a ese respecto. Me obligo a vestirme con ropa bonita, vistosa, para no volver a los sacos de patatas, porque si no, entro en una espiral de verme peor cada vez, pero me está costando. De todas maneras, ya digo, es una batalla en la que no me rindo :)

      Eliminar
  3. Ayer escribí un comentario, pero por algún motivo, no se registró.
    Te decía que tú y yo hace unos años podíamos haber sido una buena pareja cinematográfica: "La gorda y la flaca"... jajaja
    Porque te entiendo perfectamente. He vivido tu misma situación, pero desde el otro extremo, el de ser la flaca. Tardé años en estar a gusto dentro de mi propio cuerpo. Y, después de haberme pasado media vida queriendo engordar, ahora que tengo unos kilos de más, no me encuentro a gusto. Me siento torpe y no me veo bien. Supongo que habrán sido demasiados años de delgadez y ahora no me acostumbro al cambio.
    En fin... Me consuela pensar que son etapas. Estoy segura de que pronto volveré a sentirme bien en mi propia piel. Pero mientras... ¡qué mierda!
    Por cierto... yo te veo estupenda
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Porque me miras con benevolencia y cariño, y eso siempre ayuda :) A lo mejor ahí está el problema... :P

      Un abrazote.

      Eliminar

Publicar un comentario

¡Adelante! Deja tu retal :)

Entradas populares de este blog

Cómo aprobé el nivel Avanzado de la EOI preparándome por mi cuenta.

Tontos-a-las-tres.

Libro: La edad de la ira, de Fernando J. López