Ni puta gracia tenéis

Sabéis que, por lo general, soy una persona poco polémica, pero debe de ser cosa del tiempo libre, que esta mañana me ha dado el arrebato y he decidido escribir un post (de mierda, como todos los que hago) sobre por qué no me hacen ni puta gracia los chistes sobre el tema del consentimiento sexual. Han sido chistes bastante recurrentes estos días pasados -ahora parecen haber remitido- y me han llegado de todas partes, no solo de machirulos irredentos, sino también de amigas y compañeras, hasta donde yo sé, bastante feministas.

Muchas de las personas que he visto compartir esos chistes creo firmemente que saben bien que no es no. Algunas de ellas puede que, incluso, se hayan visto presionadas para mantener sexo o hacer cosas que no querían. No sé, no puedo especular. Y, sin embargo, nos reímos. Bueno, yo no. A mí no me hacen ni puta gracia, como ya he dicho.

¿Significa eso que quiero que se prohiba esos chistes por ofensivos o cosas así? Pues no, para nada. Simplemente a mí me tocan soberanamente el coño, y creo que también estoy en mi derecho de explicar por qué.

En primer lugar, me parecen un despropósito y un flaco favor a una causa bastante justa. La reforma de la ley, el "solo sí significa sí", tiene un objetivo claro: que no se interprete como consentimiento todo lo que no sea un NO unido a RESISTENCIA FÍSICA. Muchos y muchas de los que se escandalizaban con la sentencia de La Manada luego compartían el chiste tan ricamente, creyéndose el máximo exponente del humor políticamente incorrecto. Pues muy bien, pues un pin para ti.

¿Qué significa que solo un sí explícito y claro sea sí? Pues significa que si una mujer es intimidada para mantener sexo por cinco mostrencos (por decir un número) y, acobardada por la situación decide no oponer resistencia para que aquello acabe lo antes posible con el mínimo daño para su persona, esa situación pueda tipificarse como agresión sexual y no solo como abuso. Significa que si una chavala se emborracha y se queda inconsciente, en el caso de que tres desalmados la violen, ofreciéndola a todo el que pasa por allí, eso se considerará agresión sexual y no abuso. Estas dos situaciones responden a dos sentencias reales. La primera, el caso de La Manada. La segunda, el caso de una chavala que violaron en grupo en el párking de una discoteca en Torrevieja.

Pero no solo eso. Esta reforma pretende comulgar con el espíritu de la definición de violación que reclamamos desde el feminismo desde hace tiempo: una violación no es algo que ocurre únicamente cuando un desconocido te asalta a punta de navaja en un callejón. No. Una violación es toda imposición sexual sobre una mujer sin su consentimiento activo, esto es, SIN QUE ELLA QUIERA. Y la puede llevar a cabo un desconocido, sí, pero también unos chavales que has conocido estando de fiesta, un compañero de trabajo o de clase, un amigo tuyo que ha aprovechado una borrachera para desahogarse contigo o, incluso, tu pareja. Si a una mujer la obligan a tener sexo sin que ella quiera es violación y es VIOLENCIA. Reconocer como violencia cualquier práctica sexual no consentida activamente es necesario para que se castiguen estas situaciones como agresión sexual y no como abuso.

Puede que haya algún equívoco, no digo que no, mi especialidad no son las leyes. Pero me parece que se entiende la lógica de lo que quiero decir.

Pero bueno, no dejan de surgir peros. Y cada vez que leo uno, o lo escucho, me hierve la sangre.

-Perooo... ¿cómo voy a saber si ella quiere? 

Vamos a ver, pedazo de mostrenco... ¿Tú no sabes cuándo una tía tiene ganas de acostarse contigo? ¿Cuándo se lo está pasando bien? ¡No me jodas, hombre! Debes de ser un puto desastre con patas. Mira, en serio, si tienes miedo de no saber distinguir cuando una tía está teniendo sexo contigo porque realmente quiere, briconsejo: no folles más. 

-Perooooo... Es que así voy a tener que preguntarle, y se rompe la magia. 

Amosnomejodas. ¿En serio? Mira, te voy a contar un secreto. ¿Sabes una cosa que nos encanta, en general, a las personas? Sentirnos a salvo. Sentir que, si en un determinado momento queremos parar o algo no nos gusta, lo podemos decir. Evidentemente, si llevas tiempo con una persona, ya debes de saber, a no ser que seas completamente imbécil, cuándo está implicada en la relación sexual y cuándo no. Pero en los primeros encuentros sexuales, cuando todavía no os conocéis, no pasa nada porque digas, de vez en cuando, o incluso antes de pasar a mayores: "Oye, que si algo no te gusta o quieres que pare, me lo dices, ¿vale?" o por preguntar de vez en cuando "¿Te gusta?". A ver si lo que pasa es que, además de torpes, os importa un cimbrel colosal el bienestar de vuestra pareja sexual. Digo.

-Perooooooooooooo... Es que así estamos vendidos. Es su palabra contra la nuestra. 

Vamos a ver, gilipollas. VAMOS-A-VER. ¿Tú qué te crees? ¿Que las mujeres van a buscarte para acostarse contigo, fingiendo que les gusta, para luego denunciarte y emprender un camino judicial que es una puta mierda? ¿Con qué puto objetivo?  Ya estamos como con lo de las denuncias falsas. Prevalece la idea de que las mujeres somos la causa de todo mal en el mundo y que nuestro objetivo fundamental es provocar la perdición de los hombres de bien. Pero bueno, vamos a dejarlo como está, aunque para tu tranquilidad de mierda tengan que darse casos como el de Pamplona, Torrevieja y nosecuántos más. 

Eso, por no hablar de que para denunciar una violación de manera fundada tienes que tener informes médicos y de lesiones que sean coherentes con una agresión sexual. 

Pero bueno, la gente a su bola. Vamos a hacer chistes. Vamos a lamentarnos de que se está perdiendo el arte de la seducción (¿pero cómo seducís vosotros, animales?), de que a partir de ahora vamos a tener que follar con testigos (lo mismo eso sí anima la relación, y no los geles de placer) o tener un contrato redactado para consentir (simplistas, que sois unos simplistas, ¿qué pasa, que si firma ya no hay vuelta atrás?)

Quiero pensar, QUIERO PENSAR MUY FUERTE, que la gente que hace este tipo de bromas es porque no ha pasado por circunstancias de abuso o agresión sexual. Y, en el caso de los hombres, QUIERO CREER MÁS FUERTE AÚN que es porque no se les pasaría por la cabeza obligar, coaccionar o insistir para que una mujer tuviese sexo con ellos, que no se aprovecharían de que no estuviese en plenitud de facultades para hacerlo, que no serían una mierda de personas, básicamente. Y claro, quizá porque ellos nunca lo harían, creen que no hay nadie que lo haga. Pero ya os digo yo que sí. Que hay tíos mierda que aprovechan el estado de embriaguez de chicas para aprovecharse de ellas. Que hay tíos que chantajean a sus novias para que hagan cosas que no quieren. Que hay tipos que se aprovechan de su fuerza para, tras ganarse la confianza de una mujer, hacer con ella lo que les de la gana, sin importar que ella quiera o no. 

Así que bueno, no sé, quizá la próxima vez que alguien vaya a hacer un chiste de este estilo se lo piense. O quizá no. Pero bueno, al menos yo me he quedado a gusto. Yo qué sé. Por lo menos que sepáis que a esta loca del coño no le hacen ni puta gracia, aunque no importe.