Cambios y espíritu aventurero.
El otro día comentaba con mis compañeros de trabajo la posibilidad real de acabar muy lejos de Córdoba el año que viene. En cualquier caso, lo suficientemente lejos como para tener que mudarme. Sí, hay bastantes posibilidades de que este año me den destino definitivo, y visto lo visto, también hay bastantes posibilidades de acabar en otra provincia de Andalucía. Han salido las vacantes provisionales y bueno, aunque no se puede confiar en que acabe en una de ellas, ya puedo empezar a mentalizarme.
Comentaba que no me apetecía irme de Córdoba. Supongo que todos os habréis dado cuenta de lo mucho que me gusta esta ciudad, de lo bien que me siento aquí, de lo bien que me ha sentado este cambio. Y eso mismo les comentaba a mis compañeros.
"Bueno", me decían, "probablemente te pase lo mismo con el nuevo destino". O "seguro que agradeces la experiencia y será para bien". O "ahora es el momento de hacerlo, que no tienes casa, ni hijos, ni ataduras". Y sí, todo eso es cierto. Estoy en el momento perfecto para vivir aventuras, para conocer nuevos sitios, para irme a vivir a un pueblo costero o a la sierra. Para descubrir otros acentos, otras costumbres, otra gastronomía. Para seguir superando miedos, forzarme a conocer gente nueva, sobrevivir más por mi cuenta en un sitio donde no tenga a nadie. Sí, es el momento perfecto para, en definitiva, salir de mi zona de confort.
Pero ocurre que me ha costado mucho dejar mi zona de confort a mi gusto. Y, además, por muy mal que quede decirlo y por muy aburrida que me haga parecer, tengo algo así como CERO espíritu aventurero. No me gustan los cambios, me cuesta adaptarme a las situaciones nuevas y no me parece nada cómodo. ¿Sabéis esa gente que cambia de trabajo o de ciudad por gusto, simplemente por cambiar, aunque estuviese a gusto? Pues no me dan ninguna envidia. Nunca he sentido ese impulso. nunca me ha apetecido dar un salto, a excepción de cuando me fui a la universidad.
A veces eso me hace sentir extremadamente rara. Como durante la charla que os comento. Mis compañeros me miraban con una mezcla de sorpresa y "rabia", como si no supiese la oportunidad que estaba perdiendo y les diese un poco de envidia. Les cedería la oportunidad sin dudarlo.
Evidentemente, si me toca irme fuera, si acabo en la otra punta de Andalucía, aún más lejos de mi familia y en un lugar donde no conozca a nadie, pues bueno, qué voy a hacer, aguantarme y llevarlo lo mejor que pueda. Quizá sea para bien, quizá sea lo que necesito, igual que lo fue Córdoba. Ya lo veremos. Pero, desde luego, no es una de las decisiones que tomaría por voluntad propia.
Pero, en fin, la vida es esto. Golpear la pelota según venga, aunque se nos dé muy mal, como es mi caso.
Y vosotros, ¿os habéis visto alguna vez en una situación así? ¿Tenéis espíritu aventurero?
Comentaba que no me apetecía irme de Córdoba. Supongo que todos os habréis dado cuenta de lo mucho que me gusta esta ciudad, de lo bien que me siento aquí, de lo bien que me ha sentado este cambio. Y eso mismo les comentaba a mis compañeros.
"Bueno", me decían, "probablemente te pase lo mismo con el nuevo destino". O "seguro que agradeces la experiencia y será para bien". O "ahora es el momento de hacerlo, que no tienes casa, ni hijos, ni ataduras". Y sí, todo eso es cierto. Estoy en el momento perfecto para vivir aventuras, para conocer nuevos sitios, para irme a vivir a un pueblo costero o a la sierra. Para descubrir otros acentos, otras costumbres, otra gastronomía. Para seguir superando miedos, forzarme a conocer gente nueva, sobrevivir más por mi cuenta en un sitio donde no tenga a nadie. Sí, es el momento perfecto para, en definitiva, salir de mi zona de confort.
Pero ocurre que me ha costado mucho dejar mi zona de confort a mi gusto. Y, además, por muy mal que quede decirlo y por muy aburrida que me haga parecer, tengo algo así como CERO espíritu aventurero. No me gustan los cambios, me cuesta adaptarme a las situaciones nuevas y no me parece nada cómodo. ¿Sabéis esa gente que cambia de trabajo o de ciudad por gusto, simplemente por cambiar, aunque estuviese a gusto? Pues no me dan ninguna envidia. Nunca he sentido ese impulso. nunca me ha apetecido dar un salto, a excepción de cuando me fui a la universidad.
A veces eso me hace sentir extremadamente rara. Como durante la charla que os comento. Mis compañeros me miraban con una mezcla de sorpresa y "rabia", como si no supiese la oportunidad que estaba perdiendo y les diese un poco de envidia. Les cedería la oportunidad sin dudarlo.
Evidentemente, si me toca irme fuera, si acabo en la otra punta de Andalucía, aún más lejos de mi familia y en un lugar donde no conozca a nadie, pues bueno, qué voy a hacer, aguantarme y llevarlo lo mejor que pueda. Quizá sea para bien, quizá sea lo que necesito, igual que lo fue Córdoba. Ya lo veremos. Pero, desde luego, no es una de las decisiones que tomaría por voluntad propia.
Pero, en fin, la vida es esto. Golpear la pelota según venga, aunque se nos dé muy mal, como es mi caso.
Y vosotros, ¿os habéis visto alguna vez en una situación así? ¿Tenéis espíritu aventurero?
Pues me siento 100% identificado contigo :(
ResponderEliminarY estoy harto del dogma de "sal de tu zona de confort", parece que está mal visto trabajar para crearse una zona de confort (¿para qué cojones trabajamos, si no?). Pero ahí está el poder de los medios :(
Es que objetivamente, ahora que por fin te veo tan bien en Córdoba, asentada y con tu vida allí, me parece una putada irte. Y empezar de nuevo.
Yo seré un raro y un soso, pero tampoco me entusiasma ningún espíritu aventurero. En todo caso, me gustaría tener mi trabajo y disfrutar viajando en mis vacaciones. ¿Pero pasar una vida haciendo la maleta y por necesidad? No le veo el qué.
De todas formas, espero que tengas suerte y permanezcas en Córdoba :*
¡Un abrazo!
Ya veremos. Os mantendré informados, como siempre. Por ahora, no puedo evitar mirar a mi alrededor con ojos de despedida.
EliminarLa vida ya da suficientes "aventuras" sin buscarlas, se lo aseguro. Que pase un buen domingo, Doña Bettie.
ResponderEliminar@nosoyunrobot
Gracias. Y que usted tenga una buena semana :)
EliminarPues yo tampoco tengo espíritu aventurero en ese aspecto. De hecho, cambiar de puesto en mi trabajo no me hace mucha ilusión, pero es la única manera que tengo de ascender o avanzar un poco. Si no fuera por eso, me quedaba donde estoy...
ResponderEliminarY suerte, Bettie! Seguro que te va a ir bien :*
EliminarQué coñazo, querida amiga :(
EliminarPues ya somos unos cuantos... Yo espíritu aventurero en ese sentido, no tengo. Y no me gustaría nadar cambiando continuamente de lugar de trabajo, de ciudad, de gente. Ufff... qué pereza.
ResponderEliminarA pesar de ello, me gustan algunos cambios, algunas sorpresas, algunos giros en la vida para que no sea monótona. Pero para eso no hace falta cambiarse de ciudad, ni de barrio siquiera.
Cruzo los dedos por ti, amiga. Que te toque lo mejor que te pueda tocar.
Besos
Pues mira que tú me pareces una persona de lo más aventurera :P
EliminarGracias, guapa.
Quería decir "no me gustaría nada andar cambiando" no eso que puse de "no me gustaría nadar cambiando"... Sorry
ResponderEliminarMi espíritu aventurero se reduce a dejar voluntariamente un trabajo fijo de 16 años para coger sustituciones de profe interino de Filosofía y alternarlas con el paro, todo eso a la tierna edad de 47, con un hijo y una hipoteca de las de la burbuja. Yo no he salido de mi zona de confort, la he dinamitado, pero entre los escombros voy encontrando fragmentos de un tipo que me gusta más.
ResponderEliminarAndalucía es tan bonita que sólo puedes acertar. Yo tengo debilidad por Málaga (mi mujer es de allí) y por Cádiz (porque África al fondo te pone en tu sitio). Lo demás seguro que mola, sobretodo cuando tú lo escribas.
Santi
Sí, solo puedo acertar, no lo dudo. Pero es que yo ya había acertado. Yo estoy bien aquí :(
EliminarTú eres un tipo valiente :P
Hola! Yo me saqué la plaza en Andalucia y pasé cinco maravillosos cursos allí. Estoy genial de vuelta en mi zona de confort pero guardo gran recuerdo de mi Andalucía.
ResponderEliminarYo ya tuve que salir de mi zona de confort para venirme a Andalucía. Ahora que me he hecho una zona de confort nueva aquí, ya me jodería tener que volver a salir XDDD Pero bueno,e s lo que hay :P
EliminarOdio los cambios, los llevo fatal.
ResponderEliminarUn beso, guapa :)
Y yo :(
Eliminar