Lo bastante alta.

Ahí está otra vez, el miedo de no llegar. De no conseguirlo, de no ser suficiente. La sensación de tener que demostrarlo todo de nuevo. Y tampoco puedo hacer nada más que apretar los dientes (metafóricamente, no quiero asustar a mi dentista la próxima vez que vaya) y tirar p'alante, porque si lo cuento siento que voy a ser otra dramática exagerada buscando casito, o a saber.

Llevo creciendo toda mi vida. Demostrando cosas. Normalmente me ha salido bien, soy cabezota y relativamente perseverante. Hace poco el último salto mortal con tirabuzón acabó en planchazo y estas cosas, estas pequeñas cosas, me dejan la autoestima por los suelos. Yo, que por fin empezaba a elevarme por encima del suelo...

Tanto esfuerzo empleado en crecer y nunca llego a ser lo bastante alta...






(Este texto sale de un poema que acabo de escribir y, mirad, yo qué sé, he tenido que encender el ordenador para escribir esto. Lo necesitaba. Allá va el poema)



Estatura.


Aprendí desde pequeña a apuntar alto.
Desde mi mota de polvo la esperanza parecía inalcanzable.
La he rozado con las manos,
subida a cajones, a hombros, a escaleras,
a otras alas.

No he dejado de crecer.
Aún no soy bastante alta.




Ojalá nunca, nunca os sintáis pequeños.

Comentarios

  1. No hace falta que te pongas de puntillas. Ya eres suficientemente alta. Créeme

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  2. Esta nueva temporada claro que te va a salir bien, lo vas a hacer posible :*
    Un abrazo.

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