El tiempo.

Este verano me he escapado de la vorágine de vivir experiencias. Bueno, he vivido experiencias, pero nada que ver con playas paradisíacas o rincones tocados por la tragedia. Este verano me ha ocurrido algo que dejará de pasar mañana: he sido dueña de mi tiempo, totalmente dueña de mi tiempo.

Qué maravilla renegar de los horarios, olvidarse del reloj, levantarse cuando ya no hay sueño y acostarse de madrugada, después de haber disfrutado del fresco de la noche con una copa o un libro en la mano. Ver series, leer o escribir cuando fuese porque no había nada más urgente.

Este verano he vivido sin prisa, a mi ritmo, haciendo lo que me apetecía en cada momento.

¿Cómo no me va a dar pena que se acabe, por mucho que me guste mi trabajo?

Comentarios

  1. Uno de los grandes placeres de la vida, no siempre bien valorados :) Me alegro mucho de que hayas tenido un verano así.
    Ahora mucho ánimo y suerte a partir de mañana :* Que tengas un buen curso.
    ¡Un abrazo!

    ResponderEliminar
  2. Hacer lo que a uno le apetece en cada momento es un privilegio al que muchos no tienen acceso... y otros solo por un breve lapso de tiempo. Qué maravilla poder disfrutarlo.
    Suerte con el nuevo curso.
    Besos

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

¡Adelante! Deja tu retal :)

Entradas populares de este blog

Tontos-a-las-tres.

Cómo aprobé el nivel Avanzado de la EOI preparándome por mi cuenta.

Libro: La edad de la ira, de Fernando J. López