El tiempo.

El tiempo pasa para todos y yo lo asumo, de verdad. Todos nosotros nos vamos a morir y eso puede importarme más o menos dependiendo del caso, pero lo tengo asumido. Pero cuando esa certeza que convierte en incierto todo lo demás concierne a la persona que más me ha querido en este mundo, entonces no me lo puedo tomar con calma, resignación ni filosofía. Ninguna filosofía me sirve.

No lo notaba tanto antes, pero ahora, de trimestre en trimestre, es inevitable notarlo. Más lento, más torpe, más despistado. Empieza a tener pinta de abuelo entrañable, de esos que se llevarían a sus nietos al campo, y les enseñarían los animales, y las plantas, y los frutos y les contarían cien veces la misma historia, porque no recuerdan haberla contado, pero no importaría, porque sus nietos lo querrían con toda el alma, porque no se puede ser más bueno que el abuelo.

A mí, en cambio, no se me está poniendo tipo de madre. Ni un poquito, siquiera. Otra vez llego tarde y no nos sirve el guión, hay que seguir improvisando hasta que las cosas cuadren, si es que un día cuadran. Y a mí me gustaría correr, volar, ponerme al día, que pudiésemos construir todos esos recuerdos juntos, porque un día...

Y sigue pasando el tiempo.

Comentarios

  1. El tiempo es nuestro mayor enemigo, y a medida que cumples años aún se va acelerando más :/
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por los ánimos, has sido de mucha ayuda xDDDD

      Eliminar
  2. Difiero con Letraherido. El tiempo no es nuestro mayor enemigo. Puede ser nuestro mejor aliado. Un árbol no crece sin tiempo, las heridas se curan con el tiempo...
    Y ya si no me crees, ya sabes: "tiempo al tiempo"... ;)
    No te agobies, el tiempo pasa para todos
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No me agobia, o no sobre todo. Lo que más hace es ponerme triste... xD Se me pasará. ¡Besos!

      Eliminar

Publicar un comentario

¡Adelante! Deja tu retal :)

Entradas populares de este blog

Cómo aprobé el nivel Avanzado de la EOI preparándome por mi cuenta.

Tontos-a-las-tres.

Libro: La edad de la ira, de Fernando J. López