"Hago pipí perfectamente".
El título del post de hoy se lo debo a este MARAVILLOSO, ESTUPENDO, GENIAL hilo de @Miss_Calorie. Te animo a que lo leas. Cuando yo lo leí por primera vez me explotó la cabeza porque, ¿sabes qué? Que he vivido desde bien pequeña con miedo al hambre. ¡Gracias por eso también, querida cultura de la dieta! Cuando empecé con mi nutricionista no me dio muchas pautas, eran pocas y bien sencillas, y una, la más básica, era no comer sin hambre. Tiene todo el sentido del mundo, ¿verdad? Igual que no vas a hacer pis si no tienes ganas, pues no tiene sentido que comas si no las tienes. Pero como en otras muchas cosas en la cultura de la dieta, el que algo no tenga sentido no tiene importancia. La cultura de la dieta tiene una relación insanísima con el hambre. Por un lado, propone una alimentación restrictiva y pautada que provoca un hambre casi constante (y no hablo de antojos o caprichos, hablo de hambre de la que duele) y, por otro, demoniza el hambre. Tener hambre es de gordas, vaya. Com