Fin de curso.

Ayer acabé el curso. Aquí, en Andalucía, hemos tenido clases hasta el lunes 25. Ayer vinieron los niños a por sus notas y en mi centro, además, se hizo un acto de graduación para los alumnos de 4º de ESO. Total, que aunque hoy estoy aquí, esperando a posibles alumnos para reclamaciones (que espero que no lleguen), tengo sensación de fin de curso.

Este curso tenía ganas de acabar pero, a diferencia del curso pasado, también tengo ganas de volver. Ayer algunos alumnos de 4º de ESO se despidieron de mí porque cambian de instituto. Otros me preguntaron si iba a volver en septiembre. Y yo, pues eso, les dije que no sabía. Siempre me ilusiona que lso niños quieran que me quede. Me hice unas cuantas fotos con ellos y disfruté todo lo posible de la mañana.

Hago balance y este curso ha sido bueno. He podido trabajar, me he divertido, he conocido a algunos alumnos y alumnas fascinantes. También he tenido momentos malos y alguna sensación desagradable pero, cuando sonaba el despertador bien temprano, a la pereza no se unía el desánimo o la tristeza.

Cuando mis compañeros me preguntan si me quedo, les digo que, si de mí dependiese, sí. Hay quien me dice que hay sitios mejores, pero yo también sé que los hay peores. Este año he trabajado mucho, pero, en general, lo he hecho a gusto, y eso no tiene precio.

A partir de mañana tengo que rellenar los códigos de los centros en los que me gustaría trabajar el curso que viene. Este va a subir al primer puesto. Aún así, no sé si tendré suerte. Puede que sí. Lo sabré en agosto.