Bailando.
Ayer tuve mi primer contacto con la danza oriental. Ya os había contado que me apetecía, que era algo que siempre he querido hacer, y que iba a ir a una clase de prueba. Y bueno, lo hice. Y bailar, lo que es bailar, poco: la profesora nos avisó de que la danza del vientre es muy complicada y muy lenta. No es como bailar salsa, por ejemplo, que los pasos básicos son sencillos de captar, y que a partir de ahí se puede ir perfeccionando, los pasos básicos de la danza oriental son más complejos. Y os lo corroboro: solo coger la postura correcta me supone un quebradero de cabeza :P
La clase consistió básicamente en ejercicios de flexibilidad, práctica de postura, algo de brazos y caderas, seguir el ritmo, un poco de pecho y ejercicios de relajación. Sudé lo que no está escrito, me sentí un puñetero palo tieso sin nada de sensualidad, pero me encantó. Y voy a repetir.
Me pareció un ejercicio físico bastante agradable. Me ayudará a ejercitar los músculos y a ganar elasticidad. Y si colateralmente aprendo a bailar (cosa que ahora mismo dudo), pues tanto mejor. Ojo, que también creía cuando empecé a practicar sevillanas que no bailaría nunca y al final recibí muchos piropos :P
Es cierto que me costaba verme en el espejo de la academia. Me miraba de reojo, porque me veía horrible. Pero cuando salí, agotada y sudada, me sentí bien. Me sentía satisfecha. Quién sabe, a lo mejor algún día me atrevo a ponerme un top, a dejar la tripa al descubierto, y consigo mirarme sin apartar la vista.
Y oye, quién sabe, si me aventuro mucho y le pongo muchas esperanzas, lo mismo hasta me veo con un precioso traje participando en el espectáculo de la academia... Pero bueno, eso vamos a dejarlo hasta dentro de unos cuantos meses :P
En fin, que hoy me duelen músculos que no recordaba que tenía, pero oye, que estoy contenta :)
La clase consistió básicamente en ejercicios de flexibilidad, práctica de postura, algo de brazos y caderas, seguir el ritmo, un poco de pecho y ejercicios de relajación. Sudé lo que no está escrito, me sentí un puñetero palo tieso sin nada de sensualidad, pero me encantó. Y voy a repetir.
Me pareció un ejercicio físico bastante agradable. Me ayudará a ejercitar los músculos y a ganar elasticidad. Y si colateralmente aprendo a bailar (cosa que ahora mismo dudo), pues tanto mejor. Ojo, que también creía cuando empecé a practicar sevillanas que no bailaría nunca y al final recibí muchos piropos :P
Es cierto que me costaba verme en el espejo de la academia. Me miraba de reojo, porque me veía horrible. Pero cuando salí, agotada y sudada, me sentí bien. Me sentía satisfecha. Quién sabe, a lo mejor algún día me atrevo a ponerme un top, a dejar la tripa al descubierto, y consigo mirarme sin apartar la vista.
Y oye, quién sabe, si me aventuro mucho y le pongo muchas esperanzas, lo mismo hasta me veo con un precioso traje participando en el espectáculo de la academia... Pero bueno, eso vamos a dejarlo hasta dentro de unos cuantos meses :P
En fin, que hoy me duelen músculos que no recordaba que tenía, pero oye, que estoy contenta :)
¡Ánimo! Lo importante es que disfrutes y te lo pases bien y ya veo que lo primero, lo estás consiguiendo. Lo demás ya vendrá solo :)
ResponderEliminarPD: Irónicamente, cuando estudiaba Magisterio y a la de Educación Física le dio por enseñar a los de mi clase a bailar sevillanas, era yo la que ayudé a dos compañeras a aprenderse los pasos porque me quedé con la exlicación mejor que ellas, así que, podemos con los bailes que nos echen, querida ^^
Natalia.
Jajaja, pues sí. Que ya digo, bailar lo mismo no bailo, pero bueno, yo lo voy a intentar, a ver :)
EliminarPues parece que has empezado con buen pie, y lo importante es la sensación de satisfacción al final :) Simplemente, sigue y sigue.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
A ver si no lo dejo, que soy un poco petarda para según qué cosas... :P
EliminarBRavo Bettie!!
ResponderEliminarCoquelicot!
Gracias, guapa :)
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