Vértigo.




Hace un poquito he vuelto de mi centro y me he dado una ducha. Es que es poco rato en bici, pero me falta costumbre. Desde aquel año que me dio por la bici estática que no me monto en una. Van a ser unos días de sudar mucho, me temo, porque estoy en una forma pésima.

Estoy muerta de miedo. Tanto que me he venido aquí a escribir porque necesitaba soltarlo, confesarme. Tengo miedo. Quizá miedo no es la palabra. Vértigo, sí. Tengo vértigo.

Otro año estoy en un centro enorme, pero enorme de verdad. Y este curso, creo, es más enorme en proporción que el año pasado. Compañeros nuevos (un montón), alumnos nuevos, rutinas nuevas, maneras de hacer nuevas...

El vértigo/miedo es, en parte, por toda esa novedad. A mí me cuesta mucho adaptarme, empezar cosas nuevas, conocer a la gente, aprenderme los nombres, hacerme a las rutinas. Pero también es porque tengo todavía en el cuerpo el miedo del año pasado. Recuerdo que el curso pasado por estas fechas estaba muy alegre, creía que iba a poder con todo (a ver, que al final pude, pero...) y no tenía miedo, solo un poco de incertidumbre. Pero claro, venía de una experiencia muy positiva. Recordaréis que mi primer año no paraba de hablar del trabajo, de mis niños y niñas, de lo feliz que era, a pesar de las dificultades y retos que tiene este trabajo (como todos).  Pero este curso todavía tengo el sabor amargo del curso pasado en los labios, y no paro de decirme: "¿Y si no era el centro? ¿Y si eras tú? ¿Y si este año se repite la historia?". Y no quiero. No quiero. Porque adoro este trabajo, porque me gusta ser profesora, porque luché mucho para conseguirlo y ahora no quiero ser una profesional amargada con lo que hace. No podría soportarlo.

En fin. Que lo que vengo buscando es un abrazo, un besito en la frente, ánimos, consejos de los más experimentados. No sé. Esas cosas.


Comentarios

  1. Un abrazo grande para ti, mi niña.

    Entiendo todo lo que te pasa. Tranquila. Podrás con esto y veras como ser un centro grande no es la única razón para estar mal o bien en un centro. Vete con ilusión, que los chavales lo merecen.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso espero. Yo quiero recobrar la ilusión y las ganas, que el año pasado es cierto que las tenía en algunas clases, pero me faltaban tanto...

      :(

      Eliminar
  2. Si te gusta de verdad ser profesora es en lo único que tienes que pensar. Así seguro que lo harás bien.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, elaño pasado no me salió tan bien :P jaja Pero se intentará.

      Eliminar
    2. No te rindas. "Huir nunca te hará libre."

      Eliminar
  3. Besitos en la frente y abracitos!! En el fondo sabes que te va a ir bien, ya lo verás!! Muá!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No sé, no sé... jaja De verdad, que no lo sé. Pero agradezco los besitos y abracitos :)

      Eliminar
  4. Pues no te daré consejos, pero sí un "achuchu" muy fuerte, besitos en la frente y besos de "mamá pesada"... jeje.
    Mucho ánimo, Bettie.

    ResponderEliminar
  5. Ya verás como irá bien. Es normal tener estos pensamientos antes de empezar, es normal sentir vértigo.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  6. Yo creo, Bettie, que has tenido como tu bien dices, dos experiencias anteriores: una buena y una mala.
    ¿Por qué no intentas pensar en que esta vez va a tocar buena?
    Yo estoy segura de que así será, mucho ánimo y a por ello!!
    Un abrazo gordo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias. De momento no tengo de qué quejarme, a ver si la cosa va bien.

      Eliminar

Publicar un comentario

¡Adelante! Deja tu retal :)

Entradas populares de este blog

Cómo aprobé el nivel Avanzado de la EOI preparándome por mi cuenta.

Tontos-a-las-tres.

Libro: La edad de la ira, de Fernando J. López