En shock pedagógico.
Estoy tal que así: en shock pedagógico.
Os cuento. Hace algo más de una semana vino una mamá a hablar conmigo para ver si podía echarle una mano a su hija que iba fatal en la escuela. Pero fatal de fatal, de suspender las asignaturas más importantes con unos y doses. "¿Cuántos años tiene?", pregunté. Me contestó que 9. Yo no miento nunca, siempre digo que no soy maestra y que yo que sé que qué se yo con niños de estas edades. Dio igual. Esta chica me pidió, por favor, que lo intentase. Bueno, venga, vale, va. Aunque yo, que no tengo formación de magisterio, dudaba en que pudiese ayudarle en algo. Eso sí: me negué en redondo a estar tres horas con la criatura. ¡Tres horas me pedía! ¡Todos los días de la semana! Se pensaría que no quería yo ayudarle o algo, no sé.
Lo cierto es que yo esperaba a una niña con muchas dificultades de expresión escrita, oral, de comprensión, de lectura... No sé, para sacar unos y doses en tercero de primaria... Me llevé una grata sorpresa cuando la conocí. Mi nena es pizpireta y despierta, educada, amable y cariñosa. Pero además, a nivel académico, creo que tiene un nivel bueno para su edad y su curso. Escribe bastante bien -con menos faltas de ortografía de las que esperaba-, es cuidadosa, atenta, sus cuadernos están limpios y ordenados. Se organiza muy bien con su agenda y sus tareas. Se expresa muy bien oralmente y por escrito. Es creativa, tiene imaginación. Lee con fluidez. Yo no entendía nada.
Lo entendí, claro, cuando mirando su horario vi el nombre de su maestro. Lo conocí, porque también fue maestro mío. Ya os he hablado de él en este blog. Sí, el que dijo que la filosofía estaba condenada a desaparecer desde sus inicios, ejem. Aunque suene prepotente, entendí entonces cuál era el problema de mi nena. O cuáles eran los problemas.
El primero, el montonazo de deberes que lleva cada tarde. Una media de entre 14 a 20 ejercicios en total cada día. El día que hablé con su madre me dijo que era muy lenta. Y no. Lo que pasa es que con esa cantidad de deberes, pues cualquiera.
El segundo, que el maestro le da miedo. La niña tenía un terror irracional a equivocarse. Así que entendí de dónde salían esos unos y doses: si no estaba cien por cien segura de la respuesta dejaba el hueco en blanco, sin más. Todo para evitar una posible bronca.
Recordé mis años con ese maestro, y recordé que llevaba muchísimos deberes también. Pero claro, a mí me gustaban los deberes. Recordé también la metodología de clase: leer el libro y hacer todos los ejercicios. Parece que eso tampoco ha cambiado. ¿Poner ejemplos? Para qué. Claro, luego el problema es de la niña, que no lo entiende.
Si a eso le sumamos que en los dos primeros cursos de primaria estuvo con otro maestro que trabajaba de una manera más colaborativa e innovadora, pues la niña anda más perdida que un pulpo en un garaje.
Hace poco volví a hablar con la madre y compartimos impresiones. Tras contarle lo que pensaba me confesó que la niña no quería ir al colegio, que incluso lloraba, y que quería que la cambiasen porque no quería ir con ese maestro.
Recuerdo cómo este verano hablaba de tiernos niños de 8 y 9 años diciendo que eran unos vagos, que no les interesaba nada, que no trabajaban y que no se esforzaban. Uf. A lo mejor el esfuerzo tiene que venir de ambas partes. A lo mejor es que son niños. No sé. Son tonterías que se me ocurren.
¿Cómo se siente uno ante estas cosas? ¿Se dará cuenta y le dará igual? ¿O ni siquiera le importará?
Ya digo, yo no he estudiado Magisterio y a lo mejor no tengo derecho a juzgar. Pero desde luego, lo que sí sé es que no entiendo nada. ¿Alguien me lo explica? ¿Caroline, por ejemplo?
Ammmm... una vez mas, queda demostrado que estudiar magisterio NO es garantía de ser un buen maestro. Ni siquiera maestro a secas.
ResponderEliminarA este hombre lo mejor que podrían hacer es ponerlo en una urna en un museo.
Seguro que tus clases le vienen de maravilla a la nena ;)
Te quiero, Cachito! <3
Bueno, lo pasamos bien juntas. Y ella está contenta, así que :) Lo que pasa es que no sé yo a nivel de resultados qué va a pasar... :/
EliminarBueno, estudiar cualquier cosa no es garantía para ser buen nada. No es más que el principio.
Resulta curioso que el maestro que más miedo me dio, a nivel de hacer que una compañera se desmayase en la lectura de los aprobados tras los exámenes, fue con quien más aprendí. Y a quien más cariño tengo ahora.
ResponderEliminarClaro, yo tenía más edad, unos doce años. Está claro que el acojone al fracaso lo tomamos de modo diferente todo el mundo. Pertenezco a esa gente que estudió la ESO y diré que falta mucha mano dura, pero lo de mandar taitantos ejercicios no es el mejor modo de hacer que la lección cale.
No soy profesor, y que conste que yo no conozco a este hombre, pero también habría que ver ante cuantos pequeños monstruos tiene que presentarse cada mañana en el mismo cubículo. He visto a hombres hechos y derechos llorar en los lavabos, acojonado de treinta y cinco bestias entra las que me encontraba.
Yo trato de solucionar siempre los problemas hablando. En este caso, directamente con este señor o con la psicóloga del colegio. (todos los colegios públicos están obligados a tener al menos un orientador, que suele mediar bastante bien).
=)
No sé. Creo que esta no es una cuestión de mano dura o no mano dura. Son concepciones de la educación distintas, metodologías diferentes. Ya digo, lleva 20 años, al menos, con la misma metodología. Será porque le va bien. Pero a mí me parece un poco excesiva.
EliminarY sí, ser maestro es duro, no voy a ser yo quien diga lo contrario :)
Arrrrrggggggghhhhhh y colgarle de un pino dices que no se podría????????
ResponderEliminarHombre una amostacion la esta pidiendo a gritos no?
A ver, en realidad no. Porque él no maltrata a los críos ni nada por el estilo. Es muy serio y además impone bastante, pero no hace nada malo. Es su metodología.
EliminarYo también me pregunto si le da igual... de hecho ya me lo preguntaba en cuarto curso cuando me tocó uno parecido, le notaba yo una falta de interés total por nosotros.
ResponderEliminarHay much@ maestr@ quemad@, por desgracia, por culpa de un sistema educativo en el que no se encuentra un equilibrio de poder y cada vez les obligan a más horas. No sé, son muchas cosas.
Lo que veo claro es que la niña no tiene la culpa y que ése no es un método adecuado para ella. Igual tampoco puede hacer nada más que esperar pasar este curso como mejor pueda, dándole seguridad al responder en los exámenes y herramientas y apoyo para que no se venga abajo si hay bronca, y esperar que el curso que viene tenga más suerte.
Ánimo a las dos! Un bsitoo
Supongo que está desconcertada. El curso pasado sacaba ochos, y ahora verse así... Pues la confunde.
EliminarY sí, es verdad que los maestros están pagando muchos platos rotos. :/
Gracias Angie por tu comentario ^^
Hay personas que no sirven por muchos estudios que tengan y hay quienes con el tiempo pierden las ganas, la pasión, la ilusión, en ambos casos mal apaño, pero en la vida toparemos con mucha gente que no es ideal y aprender a enfrentarse a ellas, será un buen aprendizaje.
ResponderEliminarLástima
Desde luego. De esta experiencia sacará muchas enseñanzas. Los niños son muy resilientes. :)
EliminarServidora, que siempre ha sido bastante Hermione, tuvo terror a ir al cole durante unos años a causa de una profesora que impart´ia eso, terror del bueno.... De todo hay, pero un poco de metolodologia no les vendria mal... sobre todo ahora con todos los estudios que hay....
ResponderEliminarAy, eso dicho por una Hermione... Tenía que ser Dolores Umbridge, por lo menos!!!!
EliminarAy, el eterno dilema de las metodologías... A ver, lo primero que quería comentarte es que es bastante "normal" (no por lógico, sino por mayoritario) un descenso en el rendimiento/notas de los alumnos a partir de tercero de primaria. Hay muchas teorías al respecto de las posibles causas. Por ejemplo que en el primer ciclo cada vez se trabaja con metodologías parecidas a infantil por el rollo continuidad y al pasar a tercero se produce un cambio importante e incluso brusco que afecta en los resultados, o bien por la cantidad de conceptos a nivel curricular que son más complejos a partir del segundo ciclo, la edad de los alumnos, la comunión (el mes de mayo en tercero, es horrible...) Pero en el caso de tu nena parece que el problema es más bien por un factor externo. Hay varias posibilidades de actuación, hablar con el profesor/director/centro para comentar la situación de la niña para saber cómo podéis ayudarla entre todos, sería lo más recomendable. Pero como a veces eso no es tan bonito como debería, porque aunque no vas pidiendo explicaciones sino ayuda hay gente que está a la defensiva, yo intentaría sacar "provecho" de la situación para que la nena aprenda que lamentablemente en esta vida nos toca afrontar situaciones duras e incluso injustas. ¿Cómo? Con apoyo. Necesita sentirse muy respaldada. Si contigo entiende los conceptos y hace los ejercicios bien, tendréis que ayudarla a que aprenda a dejar el miedo a equivocarse en casa y lanzarse a la piscina. Aunque eso conlleve una bronca por parte del profe. Sobretodo que sepa que pase lo que pase, tanto sus padres como tú la apoyáis por el esfuerzo que está realizando. Es duro, pero si lo pensamos, es una gran lección para sobrevivir en este mundo.
ResponderEliminarEn cuanto al porqué de la acción del profe, si me dices que hace 20 años ya trabajaba igual, a esos tipos yo les llamo profesores de la vieja escuela (yo y medio mundo, supongo) Se dedican a trabajar de una manera en concreto porque a lo mejor en algún momento las cosas funcionaban bien así (o directamente es que no habían otras alternativas y se han dedicado a repetir acciones de otros) y consideran el esfuerzo y el trabajo duro objetivo principal en cualquier proceso, no sólo en el educativo. Puede que incluso vean que algún niño se queda atrás pero cuando buscas la excelencia, el proceso se convierte en una carrera de fondo donde los participantes tiene que saber cómo continuar y llegar a la meta. Por tanto, en los críos recae un peso y responsabilidad tan importante que vienen las frustraciones y miedos. Pero ya te digo. Hay gente que cree que es una buena manera de hacer las cosas.
Yo creo que directamente hay posturas que son más cómodas que reciclarse, renovarse seguir aprendiendo y mejorando para adaptarse a una sociedad cambiante. Pero eso ya, depende de la calidad de persona de cada uno...
No se sí te he resulto alguna duda o te he soltado un rollo que sólo ha servido para marearte, pero si necesitas cualquier cosa, ya sabes. Búscame y veremos qué se puede hacer ;)
¡¡¡Perdón por el rollo!!! Juju
Te he mandado un mail ahora mismo y utilizo justo el término old-school xDDDD
EliminarEl tema es que la chica entiende las cosas -no todas, pero casi todas-, que se interesa y todo eso. Por eso yo no entendía nada.
Pero me reafirmas un poco en lo que he estado haciendo. Repetirle que el error es la mejor manera para aprender. Y el otro día estuvimos repasando los pasos para hacer un buen examen. Y bueno, yo noto que ella está motivada y contenta.
También le digo que el maestro no se come a nadie, que yo fui al cole con él y sigo entera :P
Yo tengo la teoría de que es, sobre todo, el cambio de metodología. Porque el miedo se le irá pasando cuando vea eso, que es muy serio y muy rígido pero que no mata a nadie. Lo que pasa es que si el año pasado hacían los exámenes de una manera, o trabajaban de cierta forma, y ahora el cambio es radical, pero radical, pues estará eso, desnortada :P
Gracias Caroline, eres un solete :) Si tengo alguna dudilla me tomaré en serio tu ofrecimiento y te preguntaré. Gracias :)
¡Pobre chiquilla!... es una situación frustrante... y complicada...
ResponderEliminarEs verdad que al pasar a tercero hay un cambio muy brusco. Yo lo he notado también con mi hija y sus compañeros. Es un poco la sensación de que tienen que pasar del nada al todo, que quieren que se hagan adultos y responsables de golpe, sin una continuidad... Y eso es difícil de llevar para unos críos de apenas 9 años... Y que les vaya mejor o peor depende en gran medida del profesor que tenga. Yo, de hecho, borraría de un plumazo los dos años de tercero y cuarto, por culpa de la profesora que les tocó, ya que en vez de avanzar, retrocedieron.
Todo lo que ha dicho Caroline me parece muy acertado. Y estoy segura que con tu ayuda y tu apoyo, esa niña va a mejorar y va a llevar mejor el curso, ya lo verás. Está claro que tiene cualidades y parece que disfrutas con ella, así que ánimo.
Un besote
Es un amor de criatura. Pero también influye que su madre está encima de ella, que la apoya mucho y que quiere que salga adelante. Que se ha preocupado mucho y se sigue preocupando por ella.
EliminarYa veremos :)
Este es uno de esos temas de los que siento especialmente rabia. Ser profesor/a debería ser totalmente vocacional. El trabajo que hacen es de los más importantes en la sociedad: están formando personas, están modelando futuros adultos. Especialmente en primaria, cuando la influencia de lo que uno dice y hace es aún mayor.
ResponderEliminarYo no soy profesor, no he estudiado magisterio. Pero doy clases en primaria, de los 6 a los 12 años. Y además tengo un tesoro de 9 años, como tu niña, también en tercero. Y cuando tienen un profesor/a que l@s hace trabajar a gusto, que dialoga con ell@s, que lo sienten próximo, se nota. Y mucho. La mía tiene muy claro a que clases va encantada y cuáles le sobran y no tiene nunca ganas de ir.
Es cierto que es una profesión que castiga mucho, que lleva al límite (me estoy acordando del libro que recomendaste de La edad de la ira), pero... ¿en primaria? ¿Con 9 años? Un día, esperando fuera del edificio para dar una clase, escuché, a más de 30 metros, como en una clase de infantil (de 3 a 5 años) la profesora gritaba a los críos "¡¡¡Aquí la única que grita soy yo!!!". Y eso lo escuché fuera de la clase a más de 30 metros. Con críos de de 3 a 5 años. Repito, de 3 a 5 años. ¿Qué ejemplo les da? ¿Qué les está enseñando? ¿Que gritar sólo está bien cuando eres profesora?
Y yo he hablado con otros profesores y tutores para intentar solucionar estos problemas y algunas de.las respuestas con las que me he encontrado son: "es su forma de ser, no lo hace con mala intención", "quizá tu hija es muy sensible porque no hemos recibido quejas", "sabemos como es, sabemos que hay un problema, pero no podemos hacer nada", "piensa que el año que viene se jubila"...
Por suerte, también los hay muy buen@s. Y también se notan muy rápido. Las clases en las que cuando preguntas a los niñ@s qué quieren ser de mayores y te dicen much@s que "profe"... Miras a su "profe" y en seguida entiendes el por qué.
No sé, a mi me da rabia. Porque sí, es un problema que se encontrará en la vida con los que tendrá que aprender a lidiar. Pero que una niña de 9 años tenga miedo y no quiera ir a la escuela porque su profesor le da miedo, o no lo motiva, o le aburre... A mi me da rabia. No debería funcionar así.
Vaya tocho que he soltado :P
Este creo que tampoco es un problema de vocación. Este señor quiso ser maestro desde siempre. Lo que pasa es que supongo que cree que esta es la mejor manera de enseñar, y que la educación consiste en una carrera de obstáculos en la que solo unos pocos deben llegar al final. Hay mucho de eso todavía. Luego nos echamos las manos a la cabeza con el fracaso escolar.
EliminarRecuerdo la anécdota de los gritos, me la comentaste ya. Me parece muy fuerte. He estado un mes en una guardería y no he oído un solo grito. A veces desesperas, sí, pero tienen otras maneras de conseguir lo que quieren.
EEEEEEnnnn fin.
Me he sentido como el abuelo cebolleta XD Cuando lo escribí pensé que me sonaba haber mencionado ya lo de los gritos, pero me dió pereza comprobarlo. Pero tu buena memoria me ha delatado.
EliminarSupongo que sí, que este tipo de maestros también son vocacionales, pero, francamente, no entiendo ese tipo de metodologías en que el respeto (¿miedo?) y la lejanía entre maestr@ y alumn@s son los valores primordiales. Si se quiere crear una sociedad de sumis@s sin autoestima, es una buena receta.
En algunos coles, cuando era joven, también se estilaba mucho, al finalizar la EGB, lo de "tú (que no vales) para FP", "tú (que vales) para BUP". Reafirmando a la persona en que no vale para estudiar o que mejor que no lo intente.
Ains...
Jaja, nada de abuelo cebolleta, hombre, Si tuviésemos que recordar todo lo que decimos... :P jaja
EliminarEso se sigue haciendo, aunque no se debe. Y con la LOMCE viene en la ley, así que...
Me da que a lo mejor tres horas con ella no sea una idea tan descabellada como pensabas al principio. Puedes enseñarle a enfrentarse a sus miedos con tranquilidad; paso a paso. En cuanto coja confianza irá pidiendo menos.
ResponderEliminarUn saludo
Puf... No sé, yo después de las horas de cole, pasar cada día 3 horas más ahí pringando... Me parece una burrada XDDDD Además que lo noto. Cuando llevamos una hora u hora y diez, ya está obcecada, se equivoca más, se frustra, se atasca...
EliminarAy Dios, maestros de la vieja escuela. Con alguno me topé yo también pero no terminamos de llevarnos mal del todo.
ResponderEliminarEstoy segura que la niña a tu lado mejorará :)
No, si yo con él no tuve problemas en mi época, pero claro, no todos los niños somos iguales... :P
EliminarClaro. Me viene a la memoria una maestra que tuvo una vecina de mi madre, los separaba en clase por grupos de tontos y listos y así mismo lo decía: tú a los tontos, tú a los listos. Ojo, que tenían 4 años cuando pasó, luego hubo quien se extrañó de que más de la mitad de las madres quisieran cambiar de colegio a los crios.
EliminarVaya tela. -.-
EliminarAy, yo no estoy en Shock, ¿ves? Pero es porque estoy acostumbrada. A algunos profesores les gusta eso de imponerse mediante el miedo, o, como ellos prefieren llamarlo, respeto (pero mal entendido) y no intentan aproximarse a lo que pueda pasarle al niño. Si lo entiende, bien, y si no, a otra cosa, mariposa.
ResponderEliminarTambén tiene algo que ver lo que dice Caroline, el cambio brutal que hay en tercero de primaria. Nosotros el año pasado lo pasamos fatal por ese cambio, y eso que el mío no suspendía, sino que simlemente no le daba tiempo a todo.
Bueno, jpoco a poco, en educación hay mucho que cambiar, afortunadametne, en un futuro muy cercano habrá gente como tú dedicada a eso, a cambiar las cosas.
Besos.
Jajaja. Y por suerte en un presente hay gente como tú intentándolo ya. :)
EliminarPero sí, poco a poco.
Lo que pasa es que el si lo entiende bien, y si no, a otra cosa, es un problema en estas edades. Luego pasa que llegan a niveles superiores con carencias que no te explicas. O que se les conduce hacia el fracaso y se les convence de que no saben, de que no son lo suficientemente listos,... yo que sé :(
Yo también creo, como tú, que no es una cuestión de mano dura, es un algo más. Me explico: he tenido profesores con mano dura pero que sí me han parecido muy buenos, porque te hacían ver que eran duros sólo cuando tenían un motivo razonable para ello, y que cuando no eran majos y encantadores. Pero también profesores con mano dura que han sido pésimos en todos los aspectos, lo que ellos entendían por "mano dura" era un mal genio injustificado e incomprensible. Y lo mismo se puede decir de los profesores de buen rollo, que los hay buenos y malos. Por eso digo que hay un algo más allá de si "conviene tener mano dura o no".
ResponderEliminarYo en segundo de primaria tuve una profesora que era una calamidad. Y repetí curso y todo. Al menos ahora sé que la culpa no era mía XD
Creo que la cosa con la niña mejorará, y que entre tú y su madre (ya que le has contado tu impresión) le ayudaréis mucho.
¡Un abrazo!
Es cierto. Hay maestros y profesores muy serios que, a pesar de serlo, son muy atentos con las necesidades de los alumnos y demás. Y luego hay muy "buenrolleros" que son unos pasotas de la vida.
EliminarIntentaremos ayudarle, ea. :)
Ojalá supere ese miedo. Si es que es normal, eso es ser excesivamente estricto. Que, al fin y al cabo, son niños (frase clásica). Hay que imponerlos unas normas y deberes, pero necesitan libertad también.
ResponderEliminarPD: No hay que estudiar magisterio para saber enseñar, creo que es más tener el don de la paciencia y saber explicarse (es decir, todo lo que no tengo).
Bueno, eso es importante -aunque también se adquiere-, pero también hay que saber qué metodologías utilizar -importante-, cómo poner retos sin frustrar, etc. etc. Hay gente que es muy buena enseñando y comunicando sin haber estudiado nada relacionado con la enseñanza, pero supongo que los expertos deben de saber algo más que los que no lo son :P
EliminarEn cuanto a lo de que son niños, es cierto, es muy clásico, pero es que lo son. También tienen que divertirse, jugar, aprender por su cuenta. Esas cosas :)
Para saber enseñar claro que hay que estudiar. ¡Y mucho! Como dice Bettie, puede que haya gente que sea muy buena comunicadora sin tener estudios previos en ese campo. Pero una cosa es ser un buen comunicador y otra ser un buen profe. No es lo mismo... Para saber enseñar bien tienes que conocer a tus alumnos, en qué etapa están, qué piensan, que necesitan (psicología del desarrollo, por ejemplo) porque no puedes trabajar igual con niños de 5 años que de 12. También tienes que saber cómo motivarles, cómo guiarles, ponerse en sus zapatos (comprender cómo piensan, qué no están entiendo, qué necesitan aún sin ser capaces de expresarlo) conocer diferentes métodos para llegar a ellos, sobretodo para saber cómo reaccionar dependiendo de la situación (diferentes metodologías) por comentar algunos puntos, que hay más. Y todo eso teniendo en cuenta que la sociedad cambia constantemente, por lo que nunca puedes dejar de reciclarte. Con esto no quiero "regañar" a nadie. Sólo considero que debemos cambiar entre todos el concepto de profesor, y eliminar tantos prejuicios acerca de nosotros. Valorar más nuestro trabajo. No es posible mejorar el mundo cambiando el sistema educativo si los primeros a quién no valoramos es precisamente los que tienen en sus manos el poder hacer este cambio, ¿no?
EliminarMadre mía, que panzada a leer los comentarios y ya al final no he podido leerlos enteros porque ya no veía nada xDDDD
ResponderEliminarPobre chiquilla >.< a ver si poco a poco va adaptándose mejor al ritmo de las clases. La estáis apoyando mucho así que le irá genial ^^
Me encanta leer como la madre se preocupa por su hija (que ya sabes que hay cada caso que para que...).
Yo también le tuve miedo a un profesor en 5º de primaria. Lloraba en casa porque no quería ir a su clase, me hacía la enferma... xD Hasta que al final se dieron cuenta de que siempre pasaba en las mismas horas jajaja y ya me preguntaron qué me pasaba.
Ese hombre era el padre de una compañera y también nuestro profe de voleibol. Yo le veía echarle a su hija unas broncas de cuidado y me acojonaba. Así que luego en clase no quería saber nada de él :S tenía un miedo terrible xDD
Al final me hicieron ver que no me iba a hacer nada y ya relax jajajaja
Yo creo que lo va llevando un poquito mejor. Pero poco a poco. :/
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