Mi barrio.

En unas semanas me mudo. No es que me emocione la idea, la verdad. A ver, en parte sí, pero la parte que sí no es la de trasladar todas mis pertenencias a otro piso, la mudanza en sí. Y hay otra parte que no me hace mucha ilusión: la de dejar mi barrio.

Desde que me mudé a Córdoba he vivido en un barrio muy barrio, en el que la gente se conoce y se habla con confianza, con su manera de ser, con una fuerte sensación de pertenencia. La otra noche, mientras estaba en la cama esperando a dormirme, escuché como alguien cantaba flamenco en la calle. Cantaba BIEN. Me dormí escuchándolo. Es algo que pasa con cierta frecuencia y que me temo que no va a ocurrir mucho en mi nuevo barrio.

Soy muy romántica para estas cosas y aunque sé que mi nuevo piso va a tener muchas ventajas, también sé que voy a echar muchas cosas de menos. Supongo que estoy en esa fase de nostalgia anticipada en la que solo le ves las cosas buenas al sitio que vas a dejar (y no me refiero solo al piso). ¡Así no hay quien siga adelante con alegría!


Comentarios

  1. La palabra "mudanza" produce pavor... jajaja.
    Pero ya verás como vas a estar feliz en ese nuevo barrio antes de que te des cuenta.
    Y lo bueno de las mudanzas es que sirven para desprenderte de cosas que no te hacen falta. Es esa la mejor oportunidad...XD

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    Respuestas
    1. Uf, tengo un agobio... Porque es un mes muy malo para mí, para cualquier cosa, y encima una mudanza. :(

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  2. Dejas cosas con nostalgia, pero ya verás cómo tendrás cosas nuevas que valdrán la pena :)
    Ánimo :*
    Un abrazo.

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