Lo que tengo que hacer.


Esta mañana he ido al mercado a comprar unas cosillas. He visto que tenían algunos vestidos bonitos y me he detenido a mirarlos. El problema es que de los que me gustaban no había talla, y de los que no me gustaban sí. Cosas que suelen pasarme porque el mundo me odia. 

Estaba mirando uno cuando mi tía, con toda la buena intención del mundo, me ha dicho, literalmente:

-Lo que tienes que hacer ahora, Bettie, es ponerte a dieta.

Ahá. Claaaro. Porque no hay en mi vida otro objetivo más urgente e importante que el de pasar hambre y privarme de las cosas que me gustan, sentirme miserable y de mal humor para, si tengo suerte, bajar de peso. En eso justamente estaba yo pensando.

La respuesta real no ha sido esa, claro, pero no penséis que me he quedado callada. Le he dicho, y me ha salido del alma:

-Pos va a ser que no. 

No ha replicado, evidentemente. Habrá pensado que soy una maleducada, que lo dice por mi bien, que bla-bla-bla. Pero es que yo soy feliz. Ahora mismo soy feliz. Y parece que la gente no puede asumir que alguien pueda ser feliz estando gordo. Pues yo, ahora, no sería más feliz si tuviese una talla 38, de verdad lo digo. Y, por si alguien viene con la canción: también estoy sana, que menudos paseos arriba y abajo de Cuenca me he metido. 

Ya conté algo parecido en Twitter, un incidente con un camarero la otra noche. Podéis entrar en el tuit y ver las respuestas para enteraros de toda la historia.



A raíz de lo de esta mañana se me ha ocurrido lanzar una encuesta en Twitter. Los resultados, en el momento en el que escribo este post, son provisionales, pero ahí van:


Quizá, por mi experiencia (llevan opinando sobre mi cuerpo desde que tengo 6 años) esperaba unos resultados más desiguales. Pero no deja de ser significativa la cantidad de personas que reciben observaciones sobre su físico con cierta frecuencia (varias veces a la semana como mínimo). Que digo yo, ¿por qué lo hacen? ¿Es que creen que estamos ciegos?

Yo asumo que la gente no se da cuenta de que cada quien es dueño de su cuerpo y de las decisiones sobre el mismo, pero lo que me ha chocado del caso de esta mañana es que no se ha quedado en sugerencia, sino que era ya una imposición: "Lo que tienes que hacer es..." Y no. Hay muchas cosas que tengo que hacer PORQUE QUIERO HACERLAS. Mejorar mi inglés (C1, allá voy), volver a nadar (piscina cubierta, allá voy xD), descansar, disfrutar de mi tiempo libre, conocer gente nueva, incluso aprender corte y confección. Ponerme a dieta no está, en estos momentos, en el top-nada de mis prioridades. Y, si soy sincera, no sé por qué razón alguien podría pensar que lo está. 

Hablo de mí y de mi sobrepeso, pero se aplica a todo: que si estás pálida, que si estás demasiado delgada, que si estás demasiado morena, que si no te maquillas, que si te maquillas demasiado, que si tienes apariencia infantil, que si pareces mayor de lo que eres, que si tienes canas, que si tíñete el pelo... Yo qué sé. ¿No es más fácil vivir y dejar vivir? Digo. 

No sé. ¿Qué opináis? ¿Os suelen hacer observaciones de este estilo? ¿Soléis hacerlas? ¿Cómo lo lleváis? Yo, es cierto, me lo tomo con mucha más calma y no me corto en contestar últimamente, pero cuando me paro a pensarlo me parece tan injusto que tengamos que aguantar estas cosas... 

En fin. 

Comentarios

  1. Como no tengo Twitter, no me he enterado de eso de que un camarero os llamó gordas...¿? Ya me contarás...

    Yo estoy acostumbrada, desde siempre, a que hagan comentarios sobre mi físico. Por extrema delgadez, por piel muy blanca... Yo que sé... Hubo un tiempo en que llegó a afectarme, pero hace ya muchos años que eso me entra por oído y por otro me sale...
    Ahora, con mi cabeza rapada, cuchichean a mis espaldas, lo sé, pero me importa un bledo.

    Eso: en fin...

    ¡Viva todo el mundo, cada uno con su cuerpo y cada uno pasando de los demás!

    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estás guapísima y muy atractiva, pero yo creo que más que por lo que se ve, por lo que no se ve. Eres una tía con muchísima actitud, y eso se nota hasta en las fotos :D

      Eliminar
  2. Te entiendo! Los cercanos a mi sufren por mi delgadez y porque me encanta llevar el cabello corto. Yo solo les digo: ¿De quien es el cabello? ¿Quien lo tiene en la cabeza? xD y dejan de molestar.

    ResponderEliminar
  3. Introdúceme en la encuesta y pon: "Varias veces a la semana". Hace poco tuve una discusión con mi cuñada porque siempre que iba a su casa me decía que estaba muy delgada, que porqué no comía más, me comparaba con su novia que estaba buena y yo no estaba bien, que no le iba a gustar a mi novio (su hermano). Eso todos los putos días que íbamos a su casa. Lo curioso es que desde que dejé de trabajar de camarera (que ya hace casi un año) he engordado 5 kilos y 5 kilos en mí se notan y mucho. Para que te hagas una idea, sí, sigo estando delgada, pero tengo buenas pantorrillas (siempre he tenido buenas piernas y culo, simplemente ahora tengo más y se notan más, las tetas me han crecido un poco y como estoy tan bien hecha la cintura sigue igual, salvo unas pocas cartucherillas encantadoras). Total que, aún habiendo engordado ese peso, que ya te digo yo que se nota (aunque a mí me la sopla estar como ahora o como antes porque me gusto igual), me seguía hablando como si estuviera quasi anoréxica.

    Y ahora la moraleja: Todo esto lo vengo a decir porque de pequeña leí un libro en el cuál un niño gordo empezaba a hacer deporte porque empezaba a ser feliz con cosas de la vida que le motivaban. Lo hacía sin darse cuenta, simplemente porque dejaba de estar en su casa aburrido para irse a vivir aventuras gracias a que se encontró un dragón que no sabía echar fuego (el dragón también tenía ese complejo y se ayudan mutuamente). En su cole se burlaban de él por estar gordo, en concreto un niño y, al año siguiente, resulta que tras disfrutar de todo el verano el prota pierde peso prácticamente sin darse cuenta. Lo curioso es que el primer día de cole, después de ese verano, el niño que le hace bullying se vuelve a burlar de él y le dice: "Jano, Jano, el puto gordoooo". Jano se mira a sí mismo, mira su cuerpo, ve que ya no está gordo y entiende una lección muy importante: "el que es gilipollas, lo será a pesar de que tú cambies, es él quien tiene que cambiar, no tú".

    Fin de la historia.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A decir verdad, aunque Jano también cambió, no sólo cambió físicamente y, si lo hizo, el cambio físico no fue el importante: cambió de carácter, comenzó a sentirse seguro de sí mismo, simplemente porque estaba feliz. He omitido esta parte de la historia, aunque se sobreentendía, pero quería dejarlo claro.

      Eliminar
    2. "el que es gilipollas, lo será a pesar de que tú cambies, es él quien tiene que cambiar, no tú".

      Para aplaudir...

      Eliminar
    3. PLASPLASPLASPLAS

      Me identifico mucho con Jano. A mí ahora me apetece, por ejemplo, caminar. O apuntarme a nadar, y pienso hacerlo en cuanto me instale en Córdoba. O apuntarme a clases de baile. Me apetece hacer COSAS. Pero no para adelgazar, no es ése mi objetivo. :P

      Eliminar
    4. Aaaaahh!! ¡¡El dragón de Jano!! Del Barco de vapor de la serie azul. Uno de los primeros libros que leí :)

      Eliminar
    5. Así es, tengo en mucha estima los libros que leí de pequeña, los recuerdo muy bien. Me alegra que os haya gustado el comentario.

      Bea, pues sí, en mi caso hacer deporte me apetece ahora por una cuestión de quitar la ansiedad o por tonificar un poco el cuerpo. Al estar opositando paso muchas horas sentada y tampoco quiero que eso se convierta en rutina.

      Eliminar
  4. Ya hablamos un poco vía Twitter, pero me ha encantado el comentario de Elisabeth. Totalmente cierto lo de que aunque cambies, sino es por eso sacarán otra cosa con la que meterse contigo.
    Recuerdo la época en que nos quedamos muy escuchimizados, que no dejaban de decirnos que estábamos muy delgados. No decía nada pero pensaba: "Joder, yo no os digo nada a vosotros de cómo estáis. Dejadme en paz". Por eso te dije que ahora mismo y que yo sepa muy poco, pero no ha sido siempre así.
    En el caso de los vestidos, a mí me pasa también no te creas. Encuentras algo que te gusta y justo no es tu talla. Por ser más pequeña, evidentemente suele ser al revés (aunque con la ropa infantil no jajajaja), pero y, ¿qué tendría que hacer? ¿Ponerme a comer a saco cosas que me engorden para ponerme esa ropa? Pues no, sigo buscando xD Si visto así parece de locos, ¿por qué de la otra manera no?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues yo ya contesto y me pongo maleducada, no puedo evitarlo, ea.

      Eliminar
  5. Lo que he comprobado en esta vida es que, estés como estés, saldrá algún gilipollas a poner pegas. Si estás gordo porque estás gordo, si estás delgado porque estás delgado, y así con todo u.u
    ¡Un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí. Es que hay más gilipollas que personas XD

      Eliminar
    2. Y si estás como un queso porque eres un superficial y/o te pasas la vida en el gimnasio y no haces nada más. La cosa es poner pegas gratuitamente.
      Como dice sita. Jander, vive y deja vivir.

      Eliminar
  6. No te preocupes, cuando pases de los 40 ya no te dirán nada porque te convertirás en la mujer invisible.:)
    A veces mi familia me hace observaciones sobre mi físico, pero nunca nadie en la calle, no sé cómo reaccionaría, la verdad.
    En mi caso, es más cuestión de salud (colesterol y esas cosas).
    Mientras uno esté sano, da lo mismo el peso. El problema es que el sobrepeso elevado te puede complicar la vida (colesterol, problemas cardiovasculares, etc) cosas que a los 20 no lo piensas pero luego a los 40 te pueden problemas.
    Pero eso no tiene nada que ver con el hecho de que se use el cuerpo de la mujer como un campo de batalla que el patriarcado sigue queriendo dominar. No, no nos ponen burka, pero exigen un nivel de perfección imposible que sólo sirve para agotar física y mentalmente a las mujeres occidentales. Es de vergüenza, por ejemplo, el diferente lenguaje que se utiliza para hablar de los deportistas y las deportistas en los juegos olímpicos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Los titulares estos días están siendo... Ejem. Vergonzosos, la verdad.

      Pues yo conozco muchas mujeres de 40 años que no son invisibles, pero que lo desearían. Como dice Fatema Mernissi, vivimos en un harén de tiempo.

      ¡Besos!

      Eliminar
  7. Ay de verdad, que es que no se enteran, que venimos aquí para ser felices!! En serio, cada día me aplico más eso de "lo que no sume, que no reste". Y si estás sana y te sientes a gusto contigo misma y, sobre todo, feliz, que le den a todo lo demás!!
    Anda que no tienes cosas por las que preocuparte! La gente que se centra siempre en eso (no en el físico, sino en ver el defecto ajeno) será siempre menos feliz de lo que querría.
    Y por supuesto que hay que ponerse contestona, tenemos que reafirmar nuestras posturas (eso no significa una guerra abierta), tenemos que ser nosotras mismas y luchar por la igualdad.
    Si no fuera la gordura sería otra cosa. Que si tatuajes, pelo así o asá, el vegetarianismo, el sedentarismo, la actividad, que lees mucho, que lees poco, que sales, que no sales... En fin, la cuestión es opinar...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La cosa es TOCAR LOS COJONES.

      Ea, pues yo ya los tengo irritaditos, ¿sabes? XD

      Eliminar
  8. Leí varios comentarios en tu encuesta que me parecieron interesantes: quizás estamos tan acostumbrados a escuchar esas "críticas" que no somos conscientes del número de veces que nos lo dicen. Lo he pensado en mi caso, pero no recuerdo ningún momento. Bueno, hace poco un chico me llamó gorda mientras me comía el pastel de chocolate de mi amiga, y yo dije que me gustaba mucho. Sé que no lo decía atacándome, es un chico bromista, pero después me invitó a Starbucks y me pedí uno achocolatado de arriba a abajo. No puedo vivir sin chocolate, ¿para qué voy a privarme de ello? VIVA EL CHOCOLATE, MALDITA SEA.

    Sí, vale, debería comer más fruta. Pero últimamente estoy descubriendo otra comida "sana" que me gusta. Voy a comer lo que me guste y sea bueno para mi cuerpo. Ya está.

    ResponderEliminar
  9. Me acaban de decir que para acabar de volver de vacaciones no estoy muy moreno, que yo es que soy de piel pálida... Me he mirado la piel y no he encontrado la palidez por ningún sitio, pero en fin... Que sí, que la gente está cargada de puñetas y quiere que lo estemos los demás también.

    Y que viva el chocolate! XD

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

¡Adelante! Deja tu retal :)

Entradas populares de este blog

Cómo aprobé el nivel Avanzado de la EOI preparándome por mi cuenta.

Tontos-a-las-tres.

Libro: La edad de la ira, de Fernando J. López