Entre esos tipos y yo hay algo personal.
Hoy vengo a despotricar un poco. Solo un poco. No mucho. Me he vuelto perezosa para eso de escribir.
Quiero que hablemos de un cierto tipo de persona, seguro que se os viene algún nombre a la cabeza cuando os lo describa. Son esas personas carismáticas que, nada más llegar a donde sea, caen bien a todo el mundo y antes de que te des cuenta se te han metido hasta la cocina y son los líderes de lo que sea. Y oye, dicho así no suena tan terrible, pero te aseguro que cuando tú has estado trabajando para hacerte oír en algo y no lo has conseguido y, en nada y menos, una persona que acaba de llegar empieza a llevar la voz cantante te molestas un poquito.
A ver, que eso puede pasar porque llegue alguien absolutamente capaz, un genio o genia, mastodonte, máquina que, efectivamente, es mejor que tú en todo. Y oye, ahí una le echa deportividad (de verdad, que aunque no lo parezca soy bastante humilde) y lo acepta. Pero estas personas no son particularmente... nada. Si te paras a mirarlas no destacan en nada. Simplemente... caen jodidamente bien y cualquier cosa que digan parece ir a misa en virtud de esa simpatía que provocan.
¿Ya? ¿Ya se os ha ocurrido algún nombre?
Yo, definitivamente, no tengo ese talento. Me cuesta muchísimo relacionarme y tengo una capacidad de movilizar a las masas (quien dice masas dice 4 personas) igual o menor que 0. Supongo que ambas cosas están relacionadas entre sí. En cuanto a lo de caer bien... A ver, no voy a decir que caigo mal de primeras, tampoco creo que sea así, pero no sé, supongo que todo lo grises y poco interesantes que me parecen a mí esas personas que caen en gracia a todo el mundo se lo parezco yo a los demás. Porque, supongo que es uno de mis superpoderes, estoy prácticamente inmunizada a esta gente. Si estoy en un grupo de personas y llega uno de estos encantadores individuos a mí el encanto me puede durar unos días pero rápidamente uno de mis sentidos extra me dice: Bettie... No. Esta persona no. Y en mí provocan justo el efecto contrario: me caen como una patada en el estómago, oye.
Y no me enfado, illo, pero me da coraje. Me fastidia, porque los veo, sin ningún mérito más allá de caer en gracia, mientras veo a personas talentosas, trabajadoras, con buenas ideas, pasar sin pena ni gloria, ignoradas como una planta rodadora del oeste. Sí, también lo digo por mí. No tengo una autoestima particularmente alta pero cuando se me ignora y se le presta atención a alguien con menos mérito me pongo de mala leche.
Y esto pasa también en muchos aspectos. El otro día hablaba en Twitter con otra chica de esto en relación al sector editorial. No digo que sea el factor decisivo (aunque a veces sí lo es), pero tener una nutrida lista de followers (influencia, le dicen) ayuda mucho a publicar. Eso y lo que llaman "capital social", esto es, la gente que conoces, las relaciones que estableces y que, llegado el caso, te pueden ayudar. Porque mira, tengo una editorial pequeña, la hija de un compañero de gimnasio de mi marido escribe y oye, ¿cómo no le voy a echar un ojo? Y claro, si la chavala lo hace bien, pues p'alante (a veces incluso aunque no sea así). Y oye, no digo que no se lo merezca, pero ahí fuera hay a lo mejor otras muchas chavalas que se lo merecen igual o más pero que, mala suerte, no tienen contactos, ni amigos, ni nada.
Y yo ya lo sé, que saber manejarse con la gente es un talento muy útil, pero es uno que no poseo y que no creo que llegue a poseer, al menos no de esa manera. Así que supongo que por un idealista sentido de justicia o porque me siento un poco estafada a veces me dan ganas de cantar, como lo hacía Serrat, que "entre esos tipos y yo hay algo personal". No puedo evitarlo.
Me encanta esta entrada. Gracias por darle forma a mis pensamientos. A veces hasta me asusta esta capacidad tuya.
ResponderEliminarYo siempre le he tenido tirria a esa gente; y me causa rechazo, además, la gente que les ríe la gracia. Así, que haciéndole caso a mi intuición, me aparto de ahí cual Homer Simpson escondiéndose en el seto para "desaparecer" . (véase el GIF) xD
Me da la sensación, o al menos, yo lo veo así, que la sociedad en general, se mueve en estos parámetros.Sobre todo en la derecha Eggpañola. Todo va de crear intereses, da igual si luego puedes cumplirlos o no. El libro de teatro "Los intereses creados" de Jacinto Benavente, lo refleja a la perfección.
Un abrazo, Bettie
Míriam
Somos la una para la otra, darling jajaja.
EliminarMuy gráfica la imagen del seto. A mí también me pasa. Lo que pasa es que luego lo pienso y me da rabia tenerme que ir yo, joé XD
Bueno, en la derecha eggpañola, pero también a pequeña escala: grupos de amigos, trabajo, el equipo de futbito de tu primo... Qué ascazo, hija.
Un besote.
Pues a mí este post me ha recordado a una de mis hermanas. Pero en el aspecto de que es justo lo contrario a esas personas y por culpa de eso lo ha pasado muy mal. Ella tiene muchísimo talento, estudió Bellas Artes e hizo después un máster sobre animación, sabe hacer de todo porque es muy versátil dibujando, sobre todo en lo que respecta al diseño de personajes. Si tú le dices lo que quieres, te lo hace. Además, es muy, pero que muy trabajadora; pero ha perdido oportunidades laborales sólo porque era introvertida o porque otros destacaban más. En BBAA, tanto en la carrera como en el ambiente laboral, hay muchísimo mamoneo y si no eres de esas personas pues muchas veces te comes los mocos.
ResponderEliminarPor poner un ejemplo, pero tendría mil que poner sobre este caso... Había un profesor (uno de tantos) que, cómo no, se llevaba genial con esta clase de gente. A final de curso todos "estos" tenían notazas, pero va y mi hermana de pronto se encuentra con un 6. La asignatura, para tratarse de BBAA, era bastante objetiva (anatomía, perspectiva o alguna de esas), la evolución de mi hermana fue brutal y eso se reflejaba perfectamente en sus dibujos, hasta un ciego lo vería. Pero llega final de curso y tiene un 6, y si comparabas con otros trabajos, aquello era imposible porque no tenía nada que envidiar a los de notas más altas objetivamente hablando. A mi hermana se le quedó tal cara cuando le dijo la nota, que el profesor le preguntó: "¿No estás de acuerdo o qué pasa?". Mi hermana hizo una mueca y el profesor empezó a revisar sus dibujos uno por uno y le acabó diciendo: "Bueno, perdona, en realidad tienes un 9". En una tarde, pasó de tener un 6 a un 9 porque el profesor NO había mirado sus dibujos porque era una persona que no llamaba nunca la atención. E igual hubiera podido tener un 10, pero claro, admitir tanto el error ya no...
Con los curros le ha pasado lo mismo. En el máster sólo podían elegir a una persona que hiciese las prácticas a través de su portfolio: la eligieron a ella. Pero cuando llegó a la empresa, a pesar de currar como nadie y hacer las cosas bien, quien se quedó trabajando no fue ella, sino la lameculos que vino después que entró por no sé qué chollo y que no tenía dibujos tan buenos. Pero claro, mi hermana es introvertida y da igual sus otras cualidades...
En fin, un asco, lo peor es que eso sé que le mina la autoestima y para alguien que debe vivir de enseñar sus cosas, eso es malísimo porque le hace no querer mostrarlas, estar insegura, etc.
Qué me vas a contar. Justamente todo eso que cuentas es LA CONTRAPARTIDA. Gente que por carecer de ese talento para agradar al personal (por lo que sea) no consigue que se vea todo lo demás. Pasa en todas partes, pero es mucho más sangrante cuando una persona se ha estado formando con esfuerzo y empeño durante mucho tiempo y no acaba de ver resultados porque... mira. Por esto.
EliminarMe gustaría tener una solucioń para esto pero desgraciadamente, ni la tengo ni creo que la haya :(
Lo siento mucho. Le mando un abrazo muy grande a tu hermana. Quiero creer que aunque cueste más, el talento y el trabajo acaban saliendo.
Osea que eres envidiosa. Lo pones con palabras bonitas pero es envidia.
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