Llévame donde ya he estado.

Hoy he recibido el diploma del curso de poesía de hace un par de semanas. No os he hablado mucho de él, por varias razones, pero hoy sí voy a hablar un poco de una conferencia y de varias ideas que allí se enunciaron. De esta conferencia me sorprendieron varias cosas, pero la segunda que más fue que estaba en desacuerdo con todo lo que se dijo (frase arriba, frase abajo). Os garantizo que tiene bastante mérito, ¿eh?

Una de las ideas que se trasladó es que la TRUE POESÍA, la poesía de verdad, para serlo, debe llevarte a lugares donde no has estado, descubrirte algo nuevo.Si no, no vale para nada. No es poesía, es otra cosa. Para ilustrar esto mismo utilizó un poema con el que, no puedo evitarlo, tenía una conexión. Me lo había recitado un amigo que estaba pasando por un mal momento emocional. Era un poema de desamor y me lo leyó con tanto sentimiento que sentí mía su pena. Pues el conferenciante dijo que el poema era un ladrillo y lo ridiculizó. No os voy a mentir si os digo que se ganó mi antipatía en ese momento. Además, señaló que ya no era novedoso, que eso ya estaba visto, que ese romanticismo estaba pasado de moda y no aportaba nada nuevo.

Y bien, puede que tuviese razón en casi todo (por algo esta persona sabe más que yo al respecto del tema), pero yo sigo teniendo derecho a disentir. Y, quizá porque mis ambiciones son más modestas, no creo que el objetivo de la poesía sea, al menos no únicamente, descubrir mapa. No diré que todo está inventado, evidentemente no: también hay espacio en la poesía para innovar. Pero lo que no es nuevo también tiene espacio, ¿no? ¿Acaso se han dejado de escribir poemas de amor y desamor? He leído poemas de amor de Lope de Vega o Góngora y de Ángeles Mora o Luis García Montero, por citar algunos nombres, y no me parece que, porque los primeros llegasen antes, los poemas de los segundos tengan menos valor.  Y sí, los últimos, poetas de la experiencia, utilizaban otro lenguaje poético. Ahora bien, los que, después de ellos, seguimos utilizando ese lenguaje, ¿merecemos el exilio poético?

Siguiendo con el símil de los viajes, descubrir nuevos lugares está muy bien, pero no lo es todo en la vida. ¿No os gusta volver a lugares conocidos? A mí me encanta. Volver a un sitio y reconocerlo. Eso también me gusta mucho en un poema: leerlo y reconocerlo, pensar "yo he estado ahí". Y sentir también que, de alguna manera, el poema me reconoce. Con eso ya tengo más que suficiente.

No sé, ¿vosotros qué opináis? ¿Qué importancia dais a la novedad en el arte?


Comentarios

  1. Ya sabes que yo no soy mucho de poesía, pero, si alguna me gusta, es porque me llega el mensaje más que la forma. En Literatura Europea el año pasado, vi a los "Martian poets" y no fueron más de varios minutos porque eran Modernistas que solo se preocupaban de hacer juegos de palabras y no de transmitir nada y mi profesor decía , básicamente, que estaba bien innovar y tal pero que eso, para él, no era poesía, porque para serlo algo tiene que moverse en el receptor/lector. Y lo comparto. Eso sí: Tengo mis dudas con gente como Defreds. A veces veo retuits de cosas que escribe y no están mal, pero no sé.. Como que falta profundidad, aunque hay algunos que, depende del día, pues me hacen decir, "Vale. Es bonito", pero yo no le diría a alguien que le guste que es un ladrillo, porque no soy quién para meterme con la gente de esa manera. La poesía, sea como sea y la escriba quien la escriba, ha de llegar al corazón del lector. Y nadie es mejor quee nadie para invalidar cierta forma de ese género. Vale que a lo mejor no son para entrar en el canon, pero... Si el arte se vuelve elitista, ya se rompe con su principio básico de expresión y, por tanto, deja de ser arte, deja de ser creativo.

    Bendita tu paciencia para escuchar a una persona que por tener algo de fama ya se crea digno de señalar qué debe de ser considerado poesía y qué no. Una cosa es dar tu opinión y otra, faltar al respeto en un evento, que no en tu casa o con tus amigotes, que tampoco, pero bueno, según el contexto, se nos pueden escapar cosillas. En fin, que ese es el diploma que deberías tener: A tu paciencia.

    - Natalia.

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    1. En realidad no es fama, es profesor, y algo debe de saber del tema. De todas maneras, su tono no me pareció el adecuado, eso es cierto.

      A mí Defreds no me gusta, pero bueno, ya digo, la cosa fue la actitud.

      Un besote!

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  2. ¡Hola!

    No conozco la manera en la que el conferenciante este explicaría su noción de "poesía verdadera", pero yo sí estoy de acuerdo con que debe aspirar a crear sensaciones nuevas. Desde mi experiencia, a mí la poesía que me suele llamar la atención y me empuja a leer es la que me causa sentimientos de extrañeza y de "esto no lo he leído nunca, es maravilloso". Sin embargo, para eso hay muuuuchas formas y no hace falta recurrir a temas rupturistas y demoledores.

    Con el ejemplo del amor, a día de hoy me encuentro un texto en el que leo "tus besos me saben a miel" (trilladísimo) y me produce mucho rechazo porque la lengua tiene infinitas posibilidades y considero que no aprovechar esa ventaja es permitir que la literatura se oxide dentro de los mismos cauces. Para mí buscar nuevas imágenes es aportarle más connotaciones a las palabras y aumentar su riqueza significativa, como visitar un lugar querido después de mucho tiempo y observar que han cambiado algunos elementos de su paisaje. Pero es cierto que en otras ocasiones también estoy muy de acuerdo con recuperar motivos que están en desuso, o transformar los tópicos con otros enfoques, y así seguir alimentando la maquinaria poética.

    Que Góngora tiene un soneto en el que juega con el sonido y la textura de la saliva en los besos y yo estoy loca por leer más cosas así.

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    1. A veces las palabras, utilizadas siempre de la misma manera, pierden su valor. Pero entre ese punto y la novedad total, hay muchos puntos intermedios. No creo que lo que define que es poesía de verdad sea la novedad y la ruptura por encima de otras cosas. Desde luego tiene su valor, como en todos los productos humanos, pero no creo que sea lo más importante. :P

      ¡Un beso!

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  3. Lo de que si no es novedoso no vale para nada me suena muy postureo postmoderno. Yo no estoy de acuerdo. para mi toda la historia del arte es un continuo reciclar de ideas antiguas, como esas iglesias cristianas construidas sobre templos romanos que a su vez aprovechaban lugares de culto prerromanos,... Las ideas, si son buenas, se expanden, se transforman, y así se van creando cosas nuevas. Es como la ciencia, ¿aquello que decía Newton de que si él vio más lejos era porque estaba subido a hombros de gigantes?. Pues eso mismo, de Homero para acá todos se han subido a los que los precedieron. Y luego esta la diferencia entre arte y artesanía, que eso ya es salirse del tema, pero que las dos cosas son igualmente válidas si logran suscitar emociones en la gente, o hacerla pensar, o distraerse de su cotidianeidad. Entre lo trillado y lo novísimo hay mucho campo aceptable.

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    1. Creo que lo has dicho muy bien. Casi me dan ganas de borrar mi entrada y dejar solo tu comentario xD

      ¡Besos!

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