Puzzles.
Yo no hice nada.
Tu piel me abordó
-mar sin olas-
y yo me entregué.
En otras palabras:
me dejé querer.
Me envolviste en
tu tembloroso abrazo
y yo, ave migratoria,
anidé.
¡Qué agradable sentir que mis piezas
se acoplaban a tu ser!
¡Que tu cuerpo envolvía,
sin faltar nada, el mío!
Probablemente mi único mérito fue
encajar en tus vacíos.
Tu piel me abordó
-mar sin olas-
y yo me entregué.
En otras palabras:
me dejé querer.
Me envolviste en
tu tembloroso abrazo
y yo, ave migratoria,
anidé.
¡Qué agradable sentir que mis piezas
se acoplaban a tu ser!
¡Que tu cuerpo envolvía,
sin faltar nada, el mío!
Probablemente mi único mérito fue
encajar en tus vacíos.
Eso, hoy en día, ya es mucho (que dos personas encajen), por no decir lo único. Veo que se va prodigando, doña Bettie. Agradecido (reverencia).
ResponderEliminar@nosoyunrobot
Es muchísimo, especialmente cuando a uno la vida le ha puesto aristas :)
EliminarHay rachas :P xD