Hace tiempo que no me pinto los labios.





Esa ha sido la primera señal. Hace tiempo, semanas, muchas, que no me pinto los labios. Hoy he caído en la cuenta. Ese gesto simple me encantaba. El solo hecho de ver mi boca coloreada frente al espejo me levantaba el ánimo. Pero últimamente -o no tan últimamente- no le veo sentido, y mis lápices de labios, quizá desconcertados, padecen su abandono por los cajones.

La otra señal ha sido que hoy, durante mi paseo hacia el trabajo, al llegar al Puente Romano, no me he sentido mejor. Hace unos cuantos días escribí un tuit que decía algo así como que no sabía qué pasaría el día que Córdoba no me calmase los dolores. Y hoy no ha funcionado. Ni el paseo, ni Córdoba, ni el viento frío, ni todos mis intentos por apaciguar el torbellino de pensamientos y emociones que me bullían en la cabeza, por disipar los augurios, por levantarme la losa del pecho.

Así que lo he hecho. Ya casi llegando al trabajo, he sacado el móvil y he pedido cita para mi médico de cabecera. El miércoles que viene es el primer día que tienen cita por la tarde, así que me queda una semana de rumiar pensamientos y de pelearme conmigo misma y con la incertidumbre. Con el qué pasará.

Voy a contarle a mi médico que creo que no estoy bien de la cabeza (permitidme la licencia, intento quitarle hierro al asunto) y a esperar que quiera ayudarme. Voy a decirle que hace bastantes semanas que siento que no voy a poder ser feliz nunca, que me echo a llorar por nada, que estoy triste, desanimada, cansada. Le voy a decir que en los días buenos siempre hay una sombra y que en los malos pienso si no sería mejor no estar o si sirve de algo tanta lucha. Voy a decirle que me siento incapaz, infantil, inútil, cuando la cosa más pequeña del mundo se convierte en una cumbre insalvable, cuando el mínimo contratiempo me hace entrar en una caída en espiral que no puedo detener.





Se lo voy a decir lo mejor que sepa, intentando sacudirme la vergüenza, porque eso es, sobre todo, lo que siento: vergüenza de no ser capaz de lidiar con la vida, de no ser dueña de mí misma, vergüenza de reconocerme así de vulnerable cuando he pasado por tantos momentos difíciles antes.

Y voy a esperar, con los dedos cruzados, que no pase lo que temo. Que no le quite importancia, o que no me dé una caja de pastillas y una palmadita en la espalda. Quiero ayuda, indicaciones, por lo menos. Doy por sentado que si necesito terapia de algún tipo va a correr de mi cuenta, pero antes de eso quiero, no sé, saber algo, encontrar alguna orientación. No sé.

Pero para saber qué pasa tendré que esperar al miércoles. Y después, si hay suerte, tendré que esperar más, bastante más. Y luego ya veremos. Y el problema es que ahora mismo me siento bastante incapaz de tirar adelante con mi vida. Lo haré porque tengo que hacerlo, claro. Pero ahora mismo solo pensarlo me supone una odisea.

Y ya está. Eso es todo. Necesitaba contar que hace tiempo que no me pinto los labios.


Comentarios

  1. Mi querida Betty, ya verás que todo ira bien. A veces la vida nos arrolla como un trolebús, verdad? Ánimo cielo, abre ese frasco de píldoras para el catarro emocional y sonríe!!

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    1. Lo intento, lo intento mucho. Y tengo mis días, incluso en algunos creo que ya ha pasado. Pero...

      Gracias, Papish. :*

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  2. Qué interesante y cómo me recuerda a mí no hace tanto. Yo me dí cuenta de que no miraba las zapaterías volviendo a casa. Ni leía.
    Un abrazo muy grande, ya sabes dónde estoy.

    Míriam

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  3. Siento que te sientas así. Pero me alegra que hayas tomado la decisión de ir al médico. Espero que pueda darte una solución (que no sea atiborrarte a pastillas).
    Para insuflarte un poco de ánimo, te envío un "achuchu" muy fuerte. Y besitos en la frente. Y mimitos virtuales.
    Muac

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  4. Mucho ánimo en todo. Sabes que estoy para lo que necesites.
    Un abrazo muy grande.

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  5. Cuídate mucho Bettie. Pasará, o por lo menos se mitigará. Has superado muchas cosas en la vida y superarás esta también. Lo más importante es pedir ayuda y de éso ya te has dado cuenta, el primer paso ya está dado. Un beso.

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    1. Gracias, Elena. Desde luego que pasará. En ello estamos :)

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