Hoy me han dado un abrazo.
Me abrazan menos de lo que necesito y, definitivamente, menos de lo que me gustaría. Pero hoy me han dado un abrazo de esos inesperados que me ha sabido a gloria.
Hoy tenía clase con un 1º de ESO. En mis clases intento hablar de temas que los niños no abordan normalmente y que creo que son importantes, siempre adaptándome a su nivel, claro. Esto favorece que ellos, a veces, hagan preguntas, pidan consejo, etc. Generalmente de manera impersonal, delante del grupo. Generalmente, no siempre. A veces me piden hablar en privado, suele ser cuando perciben que su problema es realmente importante.
Hoy me ha ocurrido. Una niña me ha pedido hablar conmigo. Pensaba que no estaba relacionado con algo personal, ya que este año casi todo lo que ocurre en el centro acaba pasando por mis manos. Pero no, no era algo del centro. Ha esperado a que todo el mundo haya salido de la clase y me ha preguntado su duda. La he escuchado con atención y luego le he dicho: "¿Lo que quieres es un consejo?" Me ha contestado que sí, así que la he aconsejado lo mejor que he podido. Cuando he acabado, me ha dado las gracias y, sin darme tiempo a reaccionar siquiera, se ha lanzado a mis brazos y me ha abrazado.
Ese abrazo me ha sabido a gloria.
Hoy me voy a casa hecha polvo por un constipado, pero contenta de ayudar a mis alumnos.
Hoy tenía clase con un 1º de ESO. En mis clases intento hablar de temas que los niños no abordan normalmente y que creo que son importantes, siempre adaptándome a su nivel, claro. Esto favorece que ellos, a veces, hagan preguntas, pidan consejo, etc. Generalmente de manera impersonal, delante del grupo. Generalmente, no siempre. A veces me piden hablar en privado, suele ser cuando perciben que su problema es realmente importante.
Hoy me ha ocurrido. Una niña me ha pedido hablar conmigo. Pensaba que no estaba relacionado con algo personal, ya que este año casi todo lo que ocurre en el centro acaba pasando por mis manos. Pero no, no era algo del centro. Ha esperado a que todo el mundo haya salido de la clase y me ha preguntado su duda. La he escuchado con atención y luego le he dicho: "¿Lo que quieres es un consejo?" Me ha contestado que sí, así que la he aconsejado lo mejor que he podido. Cuando he acabado, me ha dado las gracias y, sin darme tiempo a reaccionar siquiera, se ha lanzado a mis brazos y me ha abrazado.
Ese abrazo me ha sabido a gloria.
Hoy me voy a casa hecha polvo por un constipado, pero contenta de ayudar a mis alumnos.
¡Qué genial! Me alegra mucho. Creo que te estoy viendo la cara de felicidad...;)
ResponderEliminarHa debido de ser un poema :D jaja
EliminarAi por favor, me muero de amor ♥
ResponderEliminarYo quiero quitarme mi incomodidad con los abrazos que no sean de mi pareja, así que cuando nos conozcamos ya sabes lo que nos vamos a dar :P
Cuenta con ello :D
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