Vida para una.

 Con el tiempo he ido aprendiendo que la vida auténtica no consiste en ser coherente, sino en navegar contradicciones con cierta dignidad. Desde luego, lo segundo es más complicado que lo primero. Para ser coherente basta tomar una decisión y plegarse a ella sin pensarlo demasiado. Si lo piensas, la cagas: es entonces cuando surgen las contradicciones esas que hay que navegar. Y eso no es nada fácil. 

Por ejemplo, tenemos la movida de la soledad. Una servidora está más que acostumbrada a la soledad. Por unas cosas o por otras, he tenido que entrenarme desde bien pequeña. Por supuesto, ha ayudado saber que hay cosas peores que estar sola. Así que he desarrollado una especie de autosuficiencia que hace que tienda siempre a apañarme por mi cuenta. Por ejemplo: soy de esas que saca la entrada de un concierto primero y luego, si acaso, pregunta si alguien quiere ir (normalmente la respuesta es que no). 

A consecuencia de ello, no me he adaptado mal a mi «vida para una». Y sigo desbloqueando logros. Lo de comer y cenar sola casi todos los días no me supone un problema. Ni el silencio de la casa. Ni ir sola a conciertos, teatros y restaurantes. «Mesa para uno». Ya me sale natural y todo. ¡Si hasta tengo el palomitero individual de Lekué! Para las nochesde peli y mantita conmigo misma. 

Palomitero de lekue pequeñito y tercio de cerveza.

¿A que es monísimo? Total, que estoy intentando crecerme para ocupar yo sola el espacio de mi vida cotidiana. Se hace lo que se puede y hay días de todos, claro. Pero en ello estoy.

Y sin embargo... Me siento sola. No debería: mi compañía es una compañía estupenda (para mí misma, al menos; otras personas me han hecho notar que no piensan lo mismo). Pero no es suficiente. Y lo mejor de todo es que, en muchas ocasiones, estoy sola por decisión propia. Hoy había quedado para merendar y he decidido cancelar la cita. Me han ofrecido acercarme a cenar con unos amigos y he preferido quedarme en casa. Sola. Con mi música, mis libros, mis cuadernos y mis películas (bien es cierto que la de esta noche ha sido un fracaso). 

Entonces, ¿de qué me quejo? Sé, como ya he dicho, que hay cosas peores que estar sola, lo que me hace escoger muchas veces mi soledad por encima de la compañía de otros, pero me angustia no ser parte de nada, estar aislada, ser absolutamente prescindible. Sé que no voy a abandonar por nadie mi paz (no merece la pena) pero, al mismo tiempo, me atormenta no ser capaz de conectar con nadie, no compartir con nadie mi intimidad. Vamos, que soy un poco la gata Flora. No voy a acabar el dicho, pero puedo ilustrarlo con unas viñetas. 


Bueno, decía yo al principio que la autenticidad consiste en navegar contradicciones con dignidad. Teniendo en cuenta de que estoy escribiendo en un blog que nadie lee (o casi nadie) a las tres y media de la madrugada tras pasarme el día sola en casa (y haber hecho confesiones demasiado íntimas a una persona con la que, claramente, no tengo tanta confianza, pero eso es harina de otro post) dándole vueltas a mi vida que, de pronto, parece toda ella (o casi) un error mayúsculo, pues puedo decir que intento navegar contradicciones, pero lo de la dignidad mejor lo dejamos para más adelante. Seguiremos trabajando en ello. 


PD: Normalmente las entradas de este blog no se revisan, ni se releen, ni nada. Salen así. La de hoy con más razón (¿pero tú has visto las horas?). Y eso que debería rechazarse porque mis dos neuronas en este momento están peleadas entre sí. Pero bueno, total. Ya hemos dicho que esto no lo lee *casi* nadie. A ti, que has llegado hasta aquí: gracias por acompañarme. Lo mismo por eso vengo aquí, para sentirme menos sola. A saber. Pero, de nuevo, lo de la dignidad... Ni está ni se la espera. 





Comentarios

  1. Me encanta leerte, ya te lo he dicho mil veces. Esta entrada me ha recordado a que en inglés, pese a que son muy de ir al grano, tienen dos palabras diferentes para definir la soledad: solitude y loneliness. ¿Crees que es azar? Yo no lo creo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. De azar nada. Creo que la distinción es muy pertinente.

      Eliminar
  2. ¡Soy casi nadie!
    Sí que me pasa lo de sentir que me falta algo, como que algo estoy haciendo mal. Pero por otro lado, hago muchas actividades solo que me hacen falta para 'alimentar el alma' 😊 y no las quiero perder.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajaja, eres alguien, que es lo que hace que el nadie se convierta en "casi nadie". Me pasa lo mismo. A veces siento que tengo algún tipo de defecto, si no, ¿Por qué tan sola? ¿Por qué me cuesta tanto socializar y mantener relaciones de amistad con gente? Pero mientras decido si eso es así o no, no puedo permitirme dejar de hacer las cosas que me hacen feliz porque estoy sola. Lo que me faltaba...Sola y amargada... xD

      Eliminar

Publicar un comentario

¡Adelante! Deja tu retal :)

Entradas populares de este blog

Cómo aprobé el nivel Avanzado de la EOI preparándome por mi cuenta.

Tontos-a-las-tres.

Libro: La edad de la ira, de Fernando J. López