¿Qué haces que no estás viendo #Hacks?

 




El viernes pasado, cuando abrí la app de HBO me encontré con una sorpresa inesperada: ¡Hacks había vuelto! Y no en forma de chapa, sino de dos capítulos (para ir abriendo boca de esta temporada) cortos, como lo son los de la serie, que me supieron a gloria.

No voy a dar mucho la turra sobre Hacks (a no ser que alguien me lo pida, entonces estaré encantada). Solo diré dos cosas. Una, de qué va la serie. Dos, una razón de peso para verla.

Empezamos por el principio. La serie va de Debora Vance, una cómica de Las Vegas que ve cómo su tiempo está pasando. De hecho, piensan sustituir su número estelar en el casino en el que actúa y relegarla a otros espacios. Y de una escritoria milenial, Ava, que comparte representante con ella y que, tras haber sido apartada de su último proyecto por una serie de declaraciones polémicas, acaba siendo contratada por Debora, para que le ayude con su número. Bueno, en realidad la serie no va de ellas, sino de la relación entre ellas. Eso es, así a grandes rasgos, la primera temporada. Me explico fatal, pero oye, el capítulo son unos 20 minutos, menos de 30 seguro: dale un tiento al primero, ¿qué puedes perder?

Ahora es cuando te doy una razón para verla. Allá va: la relación entre las dos mujeres es una puñetera mierda, no porque sean mujeres, sino porque son personas un poco mierders. Y ojo: no es lo mismo. No son mujeres poniéndose la zancadilla entre sí como dicta esa creencia estúpida. Son personas narcisistas y egocéntricas (que da la casualidad que son mujeres) que no son monstruos, porque intentan conectar y hacer las cosas bien, pero que la cagan con la fuerza de los mares. Hay momentos maravillosos de conexión entre ellas, pero cuando mejor están las cosas alguna de ellas tiene un golpe de ego que desencadena una serie de acciones que acaban mandándolo todo al garete. Y ME ENCANTA. Creo que los personajes están conseguidísimos y que la serie no es para nada autocomplaciente. Y ver señoras siendo seres humanos con sus luces y sus sombras me parece un soplo de aire fresco: es algo que ocurre menos de lo que podríamos pensar. 

Pues ya está. Eso es lo que quería decir yo hoy. Ahí queda. Espero que pases una buena semana.

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