De otra pasta.

 

A veces, en los momentos medio bajos (porque en los bajos bastante tengo ya con lo mío) me paro a pensar en si soy más débil de lo que lo eran mis padres. Te aseguro que es una mejora. Antes directamente me preguntaba por qué era tan débil. 

Supongo que ayuda ver que, de alguna forma, no es algo solo mío. Mi hermano, que es todo lo contrario a mí, también ha dejado ver sus costuras últimamente y me ha mostrado que, como a mí, la vida se le hace bola y tiene muchísima mierda con la que lidiar. Y mi hermano es una bestia parda. Así que no soy solo yo (desde luego) ni la gente que se me parece (gente sensible, con estudios, urbana, privilegiada, blablabla) la que está hasta el último pelo de lo más alto de la cabeza de esta mierda. Los millenials estamos hartos, cansados, amargados. ¿Somos «peores» que nuestros padres? ¿Más débiles, más frágiles, más quejicas? 

Ojo, que no quiero ponerme anairis de la vida. Mis padres no eran funcionarios de Correos ni nada por el estilo, y esa es la cosa. Tuvieron una vida dura del carajo. Probablemente (con toda seguridad) más dura que la mía. ¿Se les hacía la vida tanta bola como a mí y no se lo notaba? A lo mejor eso es lo que piensa otra gente de mí, que lo llevo bien, que lo voy sacando todo adelante. ¿Eran más fuertes? ¿Se resignaban más? ¿Soñaban menos? También es cierto que en mi familia no todo el mundo llevaba las cosas con la misma entereza, pero aún así. Es que no le veo sentido a que yo no pare de fantasear con escapar una temporada de la vida que tanto me ha costado construir y que para mis padres, por ejemplo, habría sido un sueño. 

¿Ellos estaban hechos de otra pasta? ¿Estamos rotos? ¿Soy yo la que está rota y acaba rodeándose de gente rota y el mundo, en realidad, es otra cosa distinta a la que yo veo? 


Yo qué sé. 


Que tengas una buena semana. 

Comentarios

  1. Este tema da para hablar horas y horas xD
    Así a bote pronto creo que no se puede comparar la vida de nuestros padres con la nuestra, ya que en pocos años el mundo ha cambiado mucho.
    Además, ellos ya venían rotos y a cada peldaño del árbol familiar hacia abajo, más roto está el siguiente escalón. A eso le sumamos el ritmo frenético de la actualidad (capitalismo/internet), pues apaga y vámonos.
    Creo que no somos más débiles, sino que tenemos una base mucho más frágil que la suya. Es la metáfora de la burbuja inmobiliaria. Antes se hacían casas con materiales de mejor calidad, con la burbuja se especuló mucho y en bastantes construcciones se hicieron chanchullos para sacar más beneficio. Pues esas casas somos nosotres: si nos ponen el mismo peso encima, o más, la estabilidad es más difícil de conseguir.
    Y otro tema: antes se aguantaban muchas cosas que ahora activamente estamos luchando contra ellas y eso desgasta y mucho.
    Para mí, la sociedad está rota por completo xD

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es verdad lo último que dices. Que hay cosas con las que no tragamos y a veces resignarse requiere menos energía que dar guerra. Pero sí, está todo roto. O casi.

      Eliminar
  2. ¡Hoooola!

    Desde luego da para reflexionar mucho.
    La verdad es que tengo suerte porque la vida no se me suele hacer bola, pero si, a veces cuando estoy de bajona me comparo con mis padres, que lo tuvieron mucho más difícil que yo, y me digo... ¿será que somos unos débiles? ¿o será que el ser humano es así, que si nuestros padres hubieran nacido ahora tendrían los mismos problemas que nosotros?

    ¡besotes!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo quiero que la vida no se me haga bola :_______ jajaja.

      Sí, es eso, es algo a lo que lo doy bastantes vueltas. En fin, nunca sabremos.

      Eliminar
  3. no cambiaría mi vida por la de mis padres. Al menos puedo poner musica de reiki y acostarme un rato a tranquilizarme... eso hace 30 años no se podía. De todos modos, creo que tendria los mismos problemas si hubiera nacido antes. El mundo puede ser muy cruel, las personas pueden ser muy envidiosas y malvadas. Pero, pero, pero, hay partes del mundo y personas muy bonitas. Prefiero enfocarme en eso. Mira el vaso lleno, trata de disfrutar de la vida, pero tambien date permiso de llorar y estar triste cuando lo necesites. Besos, Fer

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El permiso me lo tengo dado. Ya me peleo bastante con el mundo, no quiero pelearme también conmigo misma, jaja :)

      Eliminar
  4. Ni mejor ni peor. Simplemente, diferente...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, supongo. Cada uno vive el tiempo que le toca. Qué vicio este de compararse.

      Eliminar

Publicar un comentario

¡Adelante! Deja tu retal :)

Entradas populares de este blog

Cómo aprobé el nivel Avanzado de la EOI preparándome por mi cuenta.

Tontos-a-las-tres.

Libro: La edad de la ira, de Fernando J. López