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Mostrando entradas de julio, 2024

Con la mente abierta y el corazón en la mano.

 Hoy hablaba con un lector de mi newsletter, César, y él me decía que le gustaba cómo llevo el corazón en la mano. Me decía que, igual que Pratchett comentaba que tener la mente abierta es problemático porque la gente intenta meter cosas, llevar el corazón el mano es peligroso porque a veces la gente te zarandea o lo coge, y lo tira, y se nos llena de polvo, y pelusas, por no hablar del topetazo. Pero que cogemos el corazón, lo sacudimos, lo lavamos un poquito y nada, a ponerlo a funcionar de nuevo, como si nunca hubiera pasado nada. Aunque haya pasado, añado yo, y ahí está el mérito.  Es fácil sentir cuando no te han hecho demasiado daño. Es fácil ser inocente cuando todavía no te han engañado. Por eso en la adolescencia vamos así, con todo, de cabeza. Lo natural y normal es, a medida que vas viviendo y te vas llevando palos, tender hacia cierto cinismo o desesperanza, ¿cómo no? Aprendemos y hacemos predicciones, previsiones. Sabemos las cosas que pueden pasar. Nos preparamos para el

Merecemos que nos quieran. Por supuesto y siempre.

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 Hoy andaba churneando por insta cuando me he cruzado un vídeo que he visto un millón de veces. En él, una madre y su peque hablan de un enfado que el peque ha sufrido ese mismo día y de las emociones implicadas en la situación. La conversación es chulísima. Pero hay un punto que siempre me emociona. Al final del vídeo el pequeñujo le dice a la madre: «Hasta cuando estoy así de enfadado, ¿todavía me quieres tanto?», a lo que ella contesta: «Por supuesto, siempre» mientras lo abraza.  Esa parte siempre me rompe un poco. He crecido creyendo que tenía que ganarme el amor de los que me rodeaban, que el hecho de que me quisieran era un premio que tenía que hacer lo posible por merecer. De hecho, pensaba que era así para todo el mundo. No ha sido hasta hace unos cuantos años que me he dado cuenta de que no van así las cosas y he descubierto que hay personas que quieren a los suyos incondicionalmente, hasta cuando la cagan, hasta cuando no hacen nada activamente por merecerlo. Wow.  Ese pensa