Lo normal.

 Sé que me pongo un poco pesada, que a veces mi empeño en no dejar a la gente tirar la toalla es un poco agobiante. Me temía que era eso cuando le he visto los ojos llorosos, así que le he pedido que hablásemos en un lugar un poco más privado. Le he pedido perdón por ser tan pesada. «No, no eres pesada». «Bueno», le he dicho, «un poco sí». No se ha reído como suelen hacer. Le he preguntado qué le pasaba y las cosas han ido saliendo, y las lágrimas han ido saliendo, y yo... No voy a decir mucho. Solo que me ha dicho: «No debería ser así. Debería ser... normal».  Se refería a lo de poder con la vida. O a ella. O a ambas cosas. Pero los condicionales son así de tramposos: hacen daño y no arreglan nada.


Unas horas después la escena se repetía, solo que esta vez era yo la que hablaba, la que le decía, otra vez, a mi médica entre lágrimas que «la vida se me hace bola». Espero que lo haya puesto en el informe. Y pensaba en ella, y en los condicionales, y en que no debería ser así, en que debería ser normal. Que eso es todo lo que quiero: poder morder, masticar y tragarme la vida con normalidad. Nada más. Pero ahora, mientras miro la bolsa de papel que me han dado en la farmacia, pienso en que nos han contado una mentira y no de las piadosas: que las raras somos nosotras cuando en realidad lo normal es la excepción. Desgraciadamente. 




Comentarios

  1. Lo normal es inmoral. Y aun sentirte agradecida porque no estas en el pozo más fondo, pero no por eso no hay dolor.
    Leerte me sirve.
    Un beso :)

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    Respuestas
    1. Gracias, Laia. Así es. Lo normal es demasiado doloroso para demasiados.

      Un beso.

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  2. Creo que, hoy en día, ya nada es normal...
    Espero que mejores pronto. Un abrazo

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