«Necesito martirizarme para perder peso»

 


Ayer me descubrí recordando esa frase. La dije yo hace un tiempo a alguien con quien tenía mucha confianza. Le confesaba que necesitaba sentir la humillación de ver mi peso en la báscula para ponerme a hacer dieta. De esto hace un año o poco más. Hoy estoy tan distanciada de esa afirmación y de esa forma de pensar que no me siento ni la misma persona. Seguramente en muchos sentidos no lo sea. 

Hoy mi máxima es no necesito martirizarme. Para nada. Desde luego, no para perder peso. Es más, puede que ni siquiera necesite perder peso, por mucho que la gente pueda creer que sí. Lo que necesito, lo que siempre he necesitado, es cuidarme, y hasta donde yo sé, cuidarse y martirizarse son antónimos. 

En el último año me he dado cuenta de que eso de que los animales buscan el placer y huyen del dolor se puede aplicar a todo: ningún acto que nos duele (que solo nos duele) se convierte en hábito. Por eso no aguantaba haciendo dieta. Por eso no me gustaba casi ningún deporte. Por eso no iba al gimnasio. Porque lo intentaba desde el desprecio, desde la humillación, y hacerlo me causaba dolor. 

Empecé a hacer ejercicio otra vez durante el confinamiento, ya os lo conté. No lo hice desde el desprecio, no lo hice porque mi cuerpo me diera asco: lo hice porque lo necesitaba. Yo, a pesar de lo que pueda pensar la gente, soy una persona que, a lo largo del día, se mueve bastante. Sobre todo, estaba acostumbrada a tener una vida bastante activa por las mañanas y a ir caminando a todas partes. De repente, con el confinamiento, ni iba a trabajar, ni podía salir a caminar, ni había recado alguno que hacer. Después de un par de semanas mi cuerpo empezó a quejarse. ME APETECÍA moverme. Busqué vídeos de ejercicio hasta que encontré algunos que me gustaron y empecé. 

No lo he dejado. Desde luego, no lo hago todos los días, no tengo tiempo. Hay temporadas en las que no hago nada que no sea caminar. Pero sigue habiendo veces que mi cuerpo me dice: «vamos a movernos». Soy capaz de sentirlo (no me había pasado antes) y siempre que puedo le hago caso. A veces es simplemente bailar. Otras hacer ejercicios de fuerza. Otras un poco de cada. Depende. Voy tocando de oído

Y lo sigo haciendo por la sencilla razón de que me hace sentir bien, me gusta. No me fuerzo a ello: me apetece. Hoy, mientras me regalaba una sesión de baile alocado con el pelo suelto, me he sentido súper guapa y súper sexy. Qué cosas. Cuando no peso mi cuerpo, cuando no lo mido, cuando no lo encorseto en tallas, me gusta. Me siento bien en él, al moverlo. Es un cuerpo con ritmo que me da muchas alegrías y muchas cosas buenas. ASÍ SÍ le apetece a una ponerse a hacer ejercicio. Cuando el ejercicio se siente como un latigazo es normal que no lo busquemos y no nos apetezca. 

Cuidarse debería hacernos sentir bien. De lo contrario, es imposible que lo hagamos de manera consistente. Desconfía de quien cuando te dice «deberías cuidarte» quiere decir «no estás sufriendo suficiente». A veces creo que es eso lo que les molesta: que nos neguemos a sufrir más para dejar de ser como somos. 


PD: sigo sin perder peso, pero, la verdad, la mayor parte del tiempo no me importa. Estoy cañón :)



Comentarios

  1. Cuánta razón. ¿Y qué me dices de la estúpida frase "para presumir hay que sufrir"? ¡Venga ya! Que no me toquen los...
    Aunque también hay de todo. Conozco gente a la que le gusta hacer deporte y machacarse con el ejercicio. Me alegro por ellos. A mí no me produce ningún tipo de placer. Todo lo contrario, me produce frustración.
    Lo único que hago es caminar. Andar todo lo que puedo. Y poco más. Tuve mi temporada de yoga, pero hasta eso dejé plantado. Si veo que cojo peso y no me siento a gusto mi cuerpo también me lo pide. Camino más. Más tiempo. Más rápido.
    Cada uno que haga con su cuerpo lo que le dé la gana. Y aunque sea un topicazo... lo importante es estar sano (y quererse a uno mismo).

    P.D.: ¡Dí que sí! ¡Estás cañón!

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    1. Para presumir hay que echarle actitud y arreando. Me la han dicho tantas veces la dichosa frase...

      Bueno, algo le sacarán, no sé. Quizá la satisfacción de mejorar. O hay veces que hacemos cosas que nos desagradan por la cosa de poder decir que las hacemos, porque están bien vistas, yo qué sé. Pero en general las cosas no suelen funcionar así. Hacemos lo que nos gusta. A mí bailar me encanta, caminar me encanta, es lo que no me cuesta trabajo hacer. No sé. Pero es lo que tú dices: cada uno que lo haga como le guste. Pero, al menos am í, me han metido la idea de que el ejercicio es para adelgazar y que el mejor ejercicio es el que quema muchas calorias y mira, no: el mejor ejercicio es el que te hace sentir bien.

      Ea.

      Gracias, amiga :)

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  2. Martirizarse para adelgazar no es sano, estar bien con nuestro cuerpo es fundamental y sentirnos bien y sanos. Besines

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    1. Sí, pero cuesta, cuando toda tu vida te han dicho que tu cuerpo está mal. En fin, seguimos trabajando en ello :)

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