Defendamos nuestros cuerpos.

Ayer por la mañana salí de paseo. Tenía ganas de hacer algunas compras no demasiado necesarias y una ansiedad de caballo que me pedía movimiento, así que cedí a la presión de mi cuerpo, me pinté el ojo, como dicen por mi pueblo, y me eché a la calle.

Me pareció que hacía un día estupendo aunque no era para nada así: había algo de niebla y lloviznaba. El día estaba fresco y bastante gris, pero no me importó. El mero hecho dep isar la calle ya me hizo sonreír, sentirme mejor. Qué cosas...

Me dirigí hacia el centro de la ciudad con la playlist "Todo indie" en los auriculares, canturreando en voz baja. Cuando me acercaba a las Tendillas una chica se me acercó de manera bastante invasiva y empezó a hablarme. Me quité los cascos.

–Ay, perdona, que llevabas los cascos...

Yo pensé que, evidentemente, los había visto. Continuó hablando sin que yo interviniera.

–¿Conoces la depilación láser?

–Sí, la llevo hecha.

–¿En todo el cuerpo?

–No. Me la hice donde creí que la necesitaba.

-¿Y la facial no te la cogiste? –dice, mirándome a la cara–. O la de brazos.

–No tengo vello. Es rubio. No lo creo oportuno.

Se paró a mirarme la cara y lo poco de brazos que asomaban debajo del jersey, ligeramente remangado.

–Bueno, este pelo se ve en ciertas luces y queda fatal. Yo la llevo hecha y creo que...

Y ahí fue cuando me cansé de ser diplomática. Porque yo entiendo que su trabajo es vender, pero estaba insultándome.

–Mi pelo está perfectamente donde está, muchas gracias –dije, con evidente tono de cabreo.

–Bueno –siguió–, también tenemos tratamientos estéticos, presoterapia y más cosas. Vienen muy bien para tonificar, para deshacerse de la celulitis y la grasa...

Seguía mirándome. Mirando mis muslos, mis caderas. Mis lorzas, en definitiva.

–Estoy bien, gracias –contesté, y me fui.

Y ese "estoy bien" era toda una declaración de intenciones. No estoy en el momento de mayor autoestima de mi vida. De hecho, sentirme fatal ha sido lo que ha hecho que desde hace unas semanas me haya puesto a dieta. Estoy trabajando en el cuidado de mi cuerpo desde muchos frentes (cuidando el calzado que compro, la alimentación, intentando vivir más tranquila, haciendo algo de ejercicio, cuidando mis posturas...) y mi intención es acabar por llevarme medianamente bien con él. Es una lucha que muchas mujeres tenemos. Que exploten esa batalla, que intenten hacernos sentir mal con nuestro cuerpo sistemáticamente para vendernos cosas me parece ruin. Pero lo peor es que solemos caer en la trampa.

Pero sin nuestros cuerpos no somos. Sí, tengo estrías, celulitis, vello (nací mamífera, no lo puedo evitar), kilos de más, empiezo a verme arrugas, la vida me contractura la espalda y mil cosas más, pero mi cuerpo me lleva de paseo, al trabajo, me permite bailar, abrazar, expresarme... Vivir, en el sentido más amplio de la palabra. Yo quiero que mi cuerpo deje de ser mi enemigo para empezar a ser mi fortaleza. Y estoy en ello.

Defendamos nuestros cuerpos. Cuidémoslos, sí. Atendámoslos como merecen. Y cerremos la boca sin piedad a todos aquellos que los atacan.





Comentarios

  1. Ay, me ha parecido muy triste... :/ Y siento que hayas tenido que oír eso. O sea, dar un paso por la calle en un buen día y que alguien invada tu espacio a decirte lo que está mal en tu físico... es lo que explota esta industria, este sistema, que estés incómoda contigo misma para venderte cosas.

    Y olé tu alegato final :*
    ¡Un abrazo!

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    1. Podría haber sido más triste. Ha sido indignante, que siempre es un poco mejor.

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  2. Buffff... qué pesaditos son... a mí me agobian con lo de que me tiña las canas... ¡que no me da la gana!
    Dí que sí, Bettie. Cuidemos nuestros cuerpos y disfrutémoslos. Como nosotras queramos.

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  3. Me encanta como te lo has tomado, quiero decir, yo a la hubiera mandado algo para su cerebrito y modales de manera muy punzante. También me encanta lo que estás haciendo, aceptar y querer tu cuerpo (y demostrándolo cuidando de él). Lo del "body positivisom" extremo de algunas corrientes me tiene bastante preocupada. Una cosa es aceptar tu cuerpo, tu genética,.. y otra cosa es usarlo de excusa para llevar hábitos insalubres. Hay que cuidar nuestros cuerpos para que la máquina siga funcionando lo mejor posible durante más tiempo, y, para ser sinceros, porque vernos bien también nos sube la autoestima. Mens sana in corpore sano.

    Besos!

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    1. Yo no creo que el "body positive" esté promoviendo hábitos insalubres. Vamos, al menos en lo que yo he visto. A veces el cuidado que más necesitamos es el psicológico, y eso a veces estriba en no condicionar nuestras vidas por cómo son nuestros cuerpos.

      Pero sí, hay que cuidarse y mimarse tanto como se pueda y en tantos frentes como se pueda para que la máquina funcione lo mejor posible durante más tiempo, como tú dices :)

      En cuanto a la comercial, pues mira, soy demasiado diplomática xD

      ¡Besotes!

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