A la francesa.


Al final no me despedí. Un poco de algunos de mis compañeros, entre cervezas, pero fue una despedida flojita, de esas de: "vamos a seguir viéndonos". Y bueno, espero que sea verdad, aunque sé que casi nunca lo es. No por falta de ganas, claro, sino porque la vida se pone en medio, siempre hay otras cosas. Y sí, if there's a will, there's a way, pero es que hay que gestionar muy bien la voluntad, que a veces nos quedamos cortos de ella, y nos hace falta para tantas cosas...

De los alumnos, de muy pocos. Daban por hecho que yo iba a seguir allí otro año más. Parte del paisaje. Qué rápido me he hecho parte del paisaje, han bastado dos cursos... Y, aún así, qué prescindible me siento. Algunos de los que tenían recuperaciones me escucharon hablar de mi nuevo destino en la cafetería y, sorprendidos, vinieron a preguntarme: "Profesora, ¿es que se va?", entre incrédulos y tristes. Hubo promesas de vernos, alguna despedida porque, cuando se corrió la voz, hubo quien se acercó a darme un abrazo de despedida. Los de 1º de bachillerato del año pasado me han hecho prometer que tengo que ir a su graduación. Y claro, ni ganas de negarme.

Pero, en general, me voy sin hacer ruido. Me ofrecieron decir unas palabras en el claustro y lo dejé pasar. Unas palabras no iban a hacer justicia a nada, de todas maneras. Y los chicos y chicas... No iba a poder despedirme de ellos de todas maneras. Así que bueno, quedo igual de mal con todos, supongo.

Mañana empiezo en otra parte, otra vez. Ya os conté las razones. Empiezo de nuevo, con un montón de retos, con mucho esfuerzo por delante, muchísimo. Ahora mismo el curso se me aparece lleno de dificultades y yo me veo muy pequeñita, incapaz de estar a la altura. Y eso me da miedo. Pasarme el curso frustrada, sintiendo que no llego. Ya me pasó hace un tiempo. No me gustaría volver a ese punto. De verdad, no me gustaría.

Así que nada, allá voy, muerta de miedo y nervios. Se me vienen encima unas cuantas noches de no dormir o de hacerlo con dificultad. Semanas de aprenderme nombres, y nombres, y nombres, y olvidarlos sin querer, y sentirme torpe cada vez que quiero hablar con alguien.

En fin, respiraré hondo.

A ello.

Feliz curso nuevo.

Comentarios

  1. Siempre es un desafío volver a empezar, pero un desafío lleno de oportunidades y nuevas experiencias. Yo llevo en el mismo sitio va para 14 años, así que más que paisaje, soy una piedra, jaja. De alguna manera me das envidia.
    Mucha suerte.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Anda ya, una piedra, dice! No te creo. Yo es que llevo fatal los cambios, y bueno, sé que puede que me cansase de estar tanto tiempo en el mismo sitio, pero yo qué sé... Ahora mismo lo veo todo tan sin hacer... :P

      Gracias.

      Eliminar
  2. Que difíciles son las despedidas... Yo tampoco soy de hacer mucho ruido, sino de retirarme con discreción... Y los nervios, ese tipo de nervios, siempre digo que son algo bueno. Son ganas de hacerlo bien, de estar a la altura, y eso demuestra compromiso y exigencia. Siempre y cuando puedas gestionarlos sin agobio ni estrés, cosa que ya has hecho en el pasado, creo que son normales en cualquier comienzo.
    Ánimo, tú puedes. Con esto y más. ¡Mucha mierda y buen inicio de curso!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No, si exigencia no me falta, si acaso al revés, por el bien de mi salud xD

      Gracias :)

      Eliminar
  3. Las despedidas están sobrevaloradas... a veces es mejor que no las haya, porque así siempre es un "continuará"...
    Te va a parecer una tontería, pero me ha llamado mucho la atención que tus alumnos te traten de usted. Sé que sería lo normal, por respeto y educación, pero hoy en día uno tiene un trato más cercano con los profes, y más siendo jóvenes como tú, que da pie a tutearlos sin sentir que les faltas al respeto. O eso creo. Yo sigo viendo a menudo a mi profe del colegio, que ya pasa de los 80 años y la sigo tratando de tú (porque hay confianza)... jajaja.
    La nueva etapa será genial, ya verás. Te vas a hacer con los alumnos y los compañeros en un abrir y cerrar de ojos. Ánimo.
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, parece que así siempre se queda la puerta abierta a volver...

      Bueno, a mí nunca me habían llamado de usted hasta este instituto. Va por barrios, parece. A ver cómo me llaman este curso XD

      Gracias por los buenos deseos y las altas expectativas, Rosa :P

      Eliminar
  4. Nunca he pensado demasiado en las despedidas... creo que soy más bien como tú, aunque no diría tanto como "despedirme a la francesa", pero tampoco me gustan las despedidas a lo grande.
    El curso irá bien, porque lo vas a sacar para adelante como siempre :*
    ¡Un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues yo pienso muchíiiisimo en las despedidas. Una barbaridad.

      Saldrá. No creo que el curso me mate XD

      Eliminar

Publicar un comentario

¡Adelante! Deja tu retal :)

Entradas populares de este blog

Cómo aprobé el nivel Avanzado de la EOI preparándome por mi cuenta.

Tontos-a-las-tres.

Libro: La edad de la ira, de Fernando J. López