Hay personas.



Hay personas que son hogar, en las que quieres quedarte para siempre, en las que te sientes a salvo, y hay personas que son posada, un refugio temporal antes de continuar el camino.

Hay personas que son arroyo, agua suficiente para calmar nuestra sed, para lavar nuestras heridas y para mantenernos vivos, y hay personas que son mar bravo: beber de ellos no es aconsejable y es imposible mantenerse en pie frente a ellas.

Hay personas que son claridad, que no ocultan nada, que nos dan luz, y hay personas que son una vela: parecen iluminar pero esconden más de lo que muestran.

Hay personas que son etéreas, casi perfectas, fantasía, de esas que captan tu atención y tu deseo en un instante fugaz. Y hay otras que son materiales, tangibles, existentes, como tantas otras que te cruzas cada día por la calle y a las que no dedicas media mirada.

Y no sé. Ser real, tangible, está bien. Si tan solo pudiera sentirme fantasía de vez en cuando...






Comentarios

  1. Enigmática entrada.
    Yo no sé qué tipo de persona soy, pero creo (y espero) ser hogar para con los demás. Es la que más me gusta.
    ¡Un abrazo!

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  2. Me ha encantado esta entrada. ¿Te puedes creer que yo el otro día, mientras iba de viaje a casa de mis amigos a pasar unos días, pensaba lo mismo? Incluso estaba pensando en hablar de algo así en mi blog... jajaja

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