Pros y contras.

Seguro que lo habéis visto alguna vez en alguna película o serie: a la hora de tomar una decisión se hace una lista con los pros y los contras y se toma la decisión en virtud de si los pros superan a los contras o a la inversa. Pues os voy a dar una exclusiva de mierda:

ESE

MÉTODO

NO

FUNCIONA. 

No, no funciona, porque si se trata de una cantidad numérica de pros y contras, es ilógico: una operación que te salve la vida, si nos ponemos estrictos, tiene un pro: te salva la vida. Pero a lo mejor tiene muchos contras pequeñitos. No es la cantidad, si no la cualidad del pro o del contra lo determinante, supongo. O una mezcla de los dos. 

Pero si entramos en consideraciones cualitativas, la hemos cagado. Porque a veces un contra puede tener una importancia pequeñita, irrelevante casi, entre muchos pros. "No, solo tiene este pequeño defecto, pero es que es tan maravilloso en todo lo demás...". Puede ser un contra molesto, pero hay otros muchos buenos y superan, tanto numéricamente como cualitativamente a ese contra. 

Ocurre, sin embargo, que la importancia que damos a los pros y a los contras no siempre es la misma. Puede llegar a darse el caso de que ese contra irrelevante cobre una importancia inusitada en poco tiempo, de modo que incluso habiendo más pros que contras la balanza se incline del lado contrario. Pero a lo mejor, cuando llega ese momento, ya es demasiado tarde o, al menos, ha pasado más tiempo del que nos habría gustado. 

Yo me he hartado de hacer listas de pros y contras a lo largo de mi vida y nunca, en ningún caso, me han servido de ayuda. Mis decisiones han sido tomadas, después de darle muchas vueltas a todo (muchísimas), con un "hasta aquí". Con frecuencia, en contra de la opción con más pros. Así me va. Pero es que cuando he hecho caso a "solo tiene un contra" o "es un contra muy pequeño", he acabado metiendo la pata hasta el fondo. Así que hace algún tiempo tomé una decisión firme: no voy a obviar más contras, no voy a hacer la vista gorda con ninguno. Y, desde luego, no voy a dejar pasar ninguno de los que he aprendido que son importantes, irrenunciables. Puede que peque de intransigente, no sé, pero es que resulta que en la vida no hay tiempo para ensayos y yo ya no tengo el cuerpo, ni el alma, ni el ánimo, para vivir a medio gas. 

O yo qué sé. 


Comentarios

  1. Interesante entrada.
    Se dice que un razonamiento es solo sólido cuando conoce los mejores argumentos de la posición contraria; desde la perspectiva opuesta, te recomiendo esta entrada (que no es mía): https://putanumonit.com/2017/03/12/ [El título del blog es Put a Number on it, para evitar confusiones].

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Voy a tener que ponerme a hacer números, entonces :P

      Eliminar
  2. Amén Bettie.

    El problema de los pros y los contras es la percepción. Según el momento y la situación te pueden parecer más o menos importantes, asumibles o irrenunciables... incluso pasar de pro a contra o viceversa...

    Ánimo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues sí. Incluso se puede pasar de pro a contra y un contra convertirse en algo insuperable, por muchos pros que le pongamos. :/

      Eliminar
  3. ¿Te puedes creer que yo nunca he hecho una lista de pros y contras? Así voy... a lo loco por la vida...jajaja

    ResponderEliminar
  4. Pues yo tampoco he hecho nunca un listado de pros y contras XD Pero eso no quiere decir que no los haya pensado en mi cabeza. Y es muy caótico todo, la verdad. Creo que tienes razón que esto, por desgracia, no es el método definitivo para decidirse. Y si es que tal cosa puede existir en la vida, porque la vida no es una cuestión mesurable ni matemática. Porque tampoco es una fotografía fija.
    ¡Un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No, no lo es. Y no sabes si has acertado o no hasta que todo a pasado. Bueno, lo del error es más fácil saberlo, me temo.

      ¡Besos!

      Eliminar
  5. Lo malo es que esto es una cuestión de experiencia, y la experiencia se alcanza con los años, y los años no perdonan... Y para cuando ves las cosas con mucha más claridad, cuando eres capaz de tomar decisiones sin volverte loca o cuando miras atrás y ves con total claridad dónde estuvo tu error o tu acierto... Zas! Ahí ya has gastado la mitad de tu vida y no hay marcha atrás. Es fácil desde la atalaya ver como está el valle, pero por mucho que intentemos guiar a otros desde allí arriba, los que están abajo o no oyen, o lo que es natural, prefieren comprobar por sí solos si su camino es adecuado aunque sea a fuerza de caerse. Espero que "me se" entienda. Las decisiones si son buenas o malas lo sabrás cuando ya no puedas dar marcha atrás. Y quién tome decisiones y no se equivoque nunca: que invite a cañas!!!!! Besazos linda.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es fácil desde la atalaya ver cómo está el valle.

      Voy a decirme eso cuando entre en barrena, que lo sepas.

      Un abrazo fuertote.

      Eliminar
  6. Hola de nuevo! Hace mucho que no paso por la blogosfera, me estoy poniendo al día y me ha gustado el tema de este post :P

    Hacer una lista de pros y contras no sirve para tomar una decisión, sólo para liberar la memoria de trabajo, para eso se hace (en mi opinión). Cuando estás dando vueltas a algo puede pasar que necesitas manejar mucha información relevante a la vez, y nuestra memoria de trabajo es limitada. Ponerlas en un papel ayuda a verlas un poco desde fuera, pudiendo volver a releer en vez de mantenerlas mucho tiempo en la mente (que es imposible, vamos "reseteando"). Ayuda a centrarse en el tema... pero la decisión está tomada, aunque no nos hayamos dado cuenta. Porque las decisiones NO las toma la parte racional del cerebro (que es la que intentamos usar con la lista), sino la irracional. La decisión es la que es, acertada o no. El control de impulso es lo que hace que podamos pararnos a pensar si vamos a hacer eso o lo otro, y lo que nos permite cambiar de opinión.

    Bueno, es la explicación que me parece plausible, en mi opinión (repito). Espero no haber aburrido con el tocho que he escrito!! xD

    Besitoss

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues ya somos dos que estamos medio perdidas xD

      No es del todo descabellado lo que dices. Supongo que ayuda a poner las cosas un poco en claro, sí...

      ¡Besos!

      Eliminar
  7. Yo también he intentado muchas veces hacer listas, y tampoco me ha servido... por lo que tu dices, porque no se puede valorar cuantitativamente aquellas cosas que tienen un valor cualitativo alto...
    Besitos!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

¡Adelante! Deja tu retal :)

Entradas populares de este blog

Cómo aprobé el nivel Avanzado de la EOI preparándome por mi cuenta.

Tontos-a-las-tres.

Libro: La edad de la ira, de Fernando J. López