Lecciones para sordos.

No quería a nadie. Nunca llegué a dilucidar si porque no podía o porque no sabía. 

Se enamoraba mucho, eso sí. Cada una de sus amantes era la mujer de su vida durante unos días, unas semanas o, en el mejor de los casos, unos meses. Durante ese tiempo eran perfectas, ángeles sin alas, la virtud hecha carne, pero poco a poco aparecían los fallos, las imperfecciones: una no tenía inquietudes (al menos no las que él creía que tenía que tener), otra era demasiado superficial (aunque semanas antes esa preocupación por su aspecto le había parecido algo que admirar), otra era demasiado cariñosa, otra demasiado fría y a una, os lo prometo, la dejó porque no podía soportar la forma de sus cejas, después de tres meses saliendo juntos. 

Pensaba que lo había superado con la última de ellas, quizá porque, aunque tenía alas, no era un ángel. Recuerdo cómo me hablaba con fascinación de aquella pelirroja menuda que había llegado a su vida para ponerla del revés. Creí de veras que iba a ser diferente. De hecho, tardó bastante en encontrarle pegas. Pero lo hizo, y justo empezó por aquello que la hacía tan especial: sus alas. De repente no podía soportar su risa desenfadada, sus comentarios irreverentes, su espíritu indomable. "Pero la quiero", se decía, así que intentó atarla para que perdiese la costumbre de volar. 

Un día ella rompió la cadena y se marchó. Él me dijo que, antes de alejarse, aquella zorra murmuró que "ojalá hubiese aprendido a amar". 

-"Podríamos haber sido muy felices si hubieses aprendido a querer", dijo, la muy guarra. Como si ella se mereciese mi amor... Como si no hubiese dejado claro que era una puta...

No había entendido nada. Ella no se refería a sí misma. Y, además, tenía razón. 





Comentarios

  1. Precioso, me encanta.
    Me gusta comprobar que poco a poco vas volviendo.

    ResponderEliminar
  2. El amor es tan complejo... Por suerte, creo (espero) que no soy como el protagonista. Pero da igual, el amor me resulta complejo por otras cosas XD Y si no sufro de A sufriré de B.
    ¡Un abrazo!

    ResponderEliminar
  3. Nadie entiende nada...XD

    Sin más... un abrazo de oso

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

¡Adelante! Deja tu retal :)

Entradas populares de este blog

Cómo aprobé el nivel Avanzado de la EOI preparándome por mi cuenta.

Tontos-a-las-tres.

Libro: La edad de la ira, de Fernando J. López