Queridxs lectorxs...

... en un mes exactamente estaré celebrando el 4º aniversario de este blog. Eso ha sido posible porque yo soy muy cabezota y porque he creado un nexo con este blog: si no escribo en él cada día me falta algo (y no creáis que no lo estoy notando en los últimos tiempos), pero sobre todo porque he encontrado razones para volver cada día a él. Seamos sinceros: si alguien quiere escribir sus neuras sin que nadie lo lea, no abre un blog: se compra un cuaderno. Yo, aunque no tengo pretensiones de ser súper conocida ni me interesa la cantidad de seguidores, sí disfruto compartiendo cosas con vosotros. Me encantan vuestros comentarios, los emails que me mandáis, la interacción en redes sociales,... todo eso. Hasta ahora la experiencia con Cuaderno de Retales ha sido tremendamente positiva. Y, como ya digo, buena parte de la culpa de eso es vuestra.

Por eso quiero premiaros. Este año ya he podido permitirme un regalo un poco más regalo. No es gran cosa, ciertamente, pero poco a poco. ¿Queréis ver qué os he comprado?



Todo tiene un significado. Me explico.
La voz dormida es uno de mis libros favoritos y ha sido, durante mucho tiempo, el que regalo siempre a todo el mundo. Sé que algunxs de vosotrxs ya lo habéis leído, pero bueno, podéis regalarlo a alguien. Es mi libro comodín :) 
El cuaderno precioso... Pues bueno: Cuaderno de Retales. Cuaderno. Ja-Ja. >_< Y además la frase me encanta. No soy muy del positive thinking, ya lo sabéis, pero es cierto que cuando todo está oscuro una lucecita brilla con más fuerza y a veces es todo lo que hace falta: solo una estrella a la que aferrarse. ¡Y lleva el boli a juego, para que seáis cuquis del todo! 

Y, además, tenemos un extra. A. M. Irún se enteró de que iba a organizar un sorteo y le faltó tiempo para colaborar. Así que, además de los regalos antes citados, el ganador o ganadora del sorteo se llevará también una copia digital de la novela de A. M. Irún, Nico, por favor



Y eso es todo lo que hay. Bueno, el ganador o ganadora también recibirá algo manuscrito por mí: una carta, un breve relato, un lo-que-surja,... Lo que sea. Que sepáis que he tenido muy en cuenta las opiniones de los que participaron en la encuesta que propuse hace algunas semanas. Espero que todo el mundo se quede más o menos contento.

Ahora...¿Qué hay que hacer? Pues en este caso el sorteo va a estar dedicado a las historias minúsculas. Así que para participar:
  • Debéis dejar un comentario con una historia minúscula de vuestra propia cosecha. Puede ser de dos líneas o puede ser una entrada que hayáis hecho en vuestro blog (dejadme el enlace). La idea es coger algo cotidiano y escribir sobre ello. Esto puede hacerlo cualquier lector del blog con una excepción: no se admiten comentarios anónimos.
  • PERO si has participado en el blog y no te sientes cómodo/a escribiendo (aunque me encantaría que lo intentases ^^), puedes participar dejando el enlace a una entrada anterior a esta en la que hayas dejado un comentario. Esto es: si puedes demostrar que has comentado en el blog antes del momento de publicación de esta entrada, también tienes derecho a participar. 
  • No se acumulan las participaciones: cada participante tiene derecho SOLAMENTE a un número. 
Y el sorteo, ¿cómo se hace?

Pues como lo he venido haciendo en las últimas ocasiones. Iré asignando un número  del 0 en adelante a los comentarios. Diría que por orden de llegada (lo intentaré) pero podría ocurrir que me saltase alguno porque soy así de despistes. El ganador se elegirá con el número del primer premio del sorteo de la Lotería Nacional del 10 de marzo de 2016. Podéis participar hasta las 12 del mediodía de ese mismo día. Si las dos últimas cifras del número premiado coinciden con el número asignado a algún participante,ese será el ganador. Si no es así, se escogerá con la última cifra, así que, como siempre, ¡los diez primeros tienen más posibilidades de ganar! 

El ganador se anunciará el día 12 de marzo de 2016, fecha del aniversario del blog. 



Y, para dar ejemplo, empiezo yo con una mini historia minúscula que queda fuera de sorteo. 

***

Se conocieron en la cola del supermercado. Ella rió porque ambos habían comprado lo mismo: una tarrina de helado de chocolate. 

-¿Corazón roto? -preguntó.

Y él se limitó a encogerse de hombros. 

Salieron del supermercado casi al mismo tiempo, caminando con lentitud, como esperando algo. Fue ella la que se atrevió a hablar.

-Oye, ¿y si tomamos algo?

-¿Y el helado? -preguntó él. 

Ella miró su bolsa, contrariada. 

-Espera un momento.

Entró corriendo a un bazar chino que había al lado del supermercado y salió en unos minutos con un par de cucharas soperas. 

-Listo -dijo-. Podemos comernos el helado. 

Se sentaron en un parque a devorar sus respectivas tarrinas de helado mientras hablaban de todo, excepto de amor. Al cabo de unas horas, cuando ya había anochecido, él cortó en seco una carcajada.

-Ya no lo noto.

-¿Qué? -preguntó ella.

-Que ya no lo noto. El corazón roto. 

Y entonces la besó. Ambos sonrieron porque los labios de los dos sabían a chocolate. Cuando se permitieron separarse, ella lo tomó de la mano y lo llevó hasta su coche. Condujo hasta su casa y, caprichos del destino, encontró aparcamiento en la puerta. Pensó que aquello era una señal, que estaban predestinados (es tan difícil encontrar aparcamiento en Madrid...). 

-Espera -dijo él, antes de que ella comenzase la maniobra de aparcamiento.

Bajó del coche y empezó a darle indicaciones, gesticulando con los brazos. Ella bajó, cogió el bolso y abrió la puerta del edificio. Se giró hacia su acompañanante.

-Espera. Da un paso atrás. Uno más. Uno más. Uno más -y entonces cerró la puerta, dejándolo fuera-. Ahora gira todo y vete a tu puta casa andando, gilipollas. 

***

Ea, ahí queda eso. ¡Espero las vuestras! Tenéis casi un mes. 

¡Ah! Y, por favor, os agradecería que NO publicitaseis este sorteo. Es para lectores habituales. No me interesa conseguir seguidores. Lo que quiero es que alguien que me aguanta día a día se lleve un pequeño premio. ¡Gracias! (Eso sí, si conocéis a algún lector habitual despistadillo, podéis avisarlo).

¡Besos!

Comentarios

  1. ¡Genial sorteo! No sé qué tal estará, pero bueno, aquí va mi granito de arena…

    Ella caminaba distraída por la calle; él paseaba a su perro. En un descuido ella tropezó con el perro.
    —Perdona, ¿sueles caminar a menudo leyendo sin mirar por dónde vas?
    —¿Y tú sueles llevar a menudo a tu perro por delante de ti para que tropiecen con él y no contigo?
    Ambos se rieron, y parecieron cruzarse las miradas por primera vez.
    —¿Cuál es ese libro tan interesante que no puedes dejar de leer ni caminando?
    —La voz dormida, ¿lo has leído?
    —No, lo siento… la verdad es que no suelo leer libros; yo soy más de series americanas, ya sabes: Juego de Tronos, House of Cards, The Walking Dead y todo ese rollo…
    — Ah, bueno. Te sorprendería saber que todas esas series que has mencionado están basadas en libros… Por cierto, ¿qué raza es? Para ser un perro es muy bonito.
    —¿Cómo que «para ser un perro»…? Pues la verdad es que no lo sé, será una mezcla, supongo. Pero sí, es cierto: es muy bonito, para ser un perro…
    —No te ofendas, no sé con qué intención lo habrás tomado, sólo es que yo prefiero los gatos.
    La conversación duró un rato más; tanto, que creyendo que no iba a terminar nunca, incluso se sentaron en un banco que había al lado para poder seguir hablando más tranquilamente.
    —Bueno, he de irme ya —dijo ella mientras se miraba el reloj; tengo una entrevista de trabajo y empieza a hacerse tarde.
    —Vaya, ¡pues ojalá tengas mucha suerte! ¿Qué te parece si nos damos los teléfonos y retomamos esta charla otro día?
    —Lo siento, no suelo darle mi número de teléfono a gente que no lee libros.
    —Qué casualidad, yo tampoco a quienes no les gustan los perros…

    Mucha suerte a todos, pero a mí un poquito más. :P

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    1. ¡Hale! Jajajajaja.

      Tienes el número 0, Javi :) Suerte :D

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  2. "Miguel pegaba a su mujer...

    Bueno, en realidad ya hacía 14 meses que no le había tocado un pelo. Y no era por falta de ganas...

    Miguel era una mala bestia. Descargaba todas sus frustraciones sobre Adela. La pobre Adela. A pesar de las palizas y los gritos no lo había dejado de querer ni un solo instante de los 25 años que llevaban casados.

    Ni siquiera aquella fatídica tarde de otoño en que él le dio con tantas ganas que la mandó al hospital.

    Se calló por las escaleras... Que tonta.

    Esa fue la versión oficial.

    Los quince días que pasó ingresada fueron como unas vacaciones. Miguel se volvió atento y cambió toda su furia en cuidados y mimos. Las enfermeras, Toñi y Martina sobretodo eran un encanto, tan familiares, tan atentas. Ese joven doctor, el de los ojos grises... Lázaro. Cuando la visitaba por las mañanas siempre le daba la mano. Era extrañamente reconfortante, aunque su mirada fuera tan fría como un tempano.

    Sobre todo cuando Miguel estaba en la habitación...

    Nunca le dijo nada, pero aquel médico joven sospechaba la verdad, Adela lo sabía. Y eso la asustaba. Le daba miedo que le quitaran a su Miguel. No podría vivir sin él... Aunque vivir con él pudiera llegar a costarle la vida algún día.

    Pasaron las dos semanas y llegó el tiempo de volver.

    Miguel no tardó en volver a sus viejas costumbres.

    Una tarde estaban en el supermercado. Miguel estaba especialmente agresivo. No había parado de insultarla desde que salieron de la casa. Que si eres una gorda de mierda... Que si eres una inútil... Lo típico.

    Pero por muy típico que fuera no dejaba de ser menos doloroso.

    Estaban en el pasillo de los desayunos, las galletas, los cereales y demás. Adela estaba mirando una caja cuando Miguel de un zarpazo se la arrancó de las manos.

    -¡Deja ya de mirar esas mierdas, que pareces imbécil, coño!

    Alzó la mano con intención de golpearla, pero una voz familiar hizo que se detuviera.

    -Me parece que se te ha caído esto, Adela...

    Era Lázaro. El joven doctor Lázaro. Le hablaba a ella, pero sus ojos estaban clavados en Miguel. Sus fríos y grises ojos... Ojos de metal.

    -Hola, doctor... -saludó Miguel- ¿Que leches hace usted por aquí?

    -No vivo muy lejos.

    -Vaya coincidencia...

    -Si, es toda una coincidencia... ¿Está bien, Adela?

    Adela no le respondió, pero asintió con la cabeza y le sonrió, con esa sonrisa que tiene alguien muy enfermo cuando le preguntan si se encuentra bien.

    -Bueno... Tengo que irme ya. Me alegro de que estés bien, Adela. Adiós, Miguel, ya nos veremos...

    Ese -ya nos veremos- los dejó helados.


    Seis meses después, tuvieron que volver al hospital. Alguien, un desconocido, había irrumpido en el piso y le había dado tal paliza a Miguel que le había dejado contados huesos del cuerpo sin fracturar. Un trabajo fino, podría decirse.

    Al parecer el encapuchado le susurraba al oído mientras le golpeaba. Si la tocas otra vez... Si vuelves a levantarle la voz... Si te atreves a maltratarla una sola vez mas...

    Ningún punto vital afectado. Todo lo demás hecho polvo, aunque nada permanente, pero si TREMENDAMENTE doloroso.

    Un trabajo de profesional y no las chapuzas que hacia el bestia de Miguel con la pobre Adela.

    Los papeles se invirtieron y fue ella por una vez la que lo cuidó como si se tratase de la niña de sus ojos."

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    1. "La tarde que les daban el alta, el médico que había llevado su caso venía acompañado.

      -Les presento a Lázaro, es un muchacho muy prometedor...

      -Ya nos conocíamos... ¿Verdad, Adela?

      -Ay, doctor Lázaro, cuanto tiempo...

      -¿Que tal todo?

      -Pues ya ve... Casi me matan al pobrecito Miguel...

      -Si, ya me ha contado el doctor Hernandis. Esperemos que la policía coja a ese desalmado... Y que no tengáis que volver en mucho tiempo por aquí, ¿verdad Miguel?

      Miguel no dijo nada...


      El caso es que, como decía al principio, Miguel pegaba a su mujer. Pero ya no. No es que no tuviera el impulso... Lo tenía. Pero cada vez que levantaba la mano recordaba esos susurros... Esos ojos fríos...

      Y le dolía todo el cuerpo. Y se lo pensaba mejor.

      Muchas noches se despertaba empapado en sudor, gritando.

      -¿Qué te pasa Miguelin?

      -Nada, mujer... Solo ha sido una pesadilla...

      -Pobrecito mío, anda, ven... - Y se acurrucaba entre sus pechos, asustado como un chiquillo.

      Miguel jamás volvió a tocarle un pelo. Nunca mas volvió a faltarle el respeto.

      Tenía demasiado miedo.

      Miedo de esos ojos, fríos y grises, como el escalpelo de un médico."

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    2. Pues si tengo que ser sincera, aún le dieron poco.

      Con falta de ortografía salvaje y todo, tienes el 1 (eres mi namber uan xD)

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  3. «Ra: El dios Sol.» leo.
    Yo me llamó Ramón.
    Digo que algo tendrá que ver, descubrirme en el metro con un libro en el asiento de al lado, chillándome en silencio a través de esas letras tan rojas y tan grandes. Y además –mira el reloj para asegurarse– es 23 de Abril.
    Qué curioso.

    Cojo el libro y lo apoyo en mis rodillas. Descubro un pliegue en el pantalón de traje.
    «Menuda mierda de lavandería» me digo mientras hojeo las primeras páginas.
    Me veo a mí mismo yendo en metro como en ese instante, pero con unos 40 años menos. Con 6 años yendo de la mano de mí madre, con un libro de Michael Ende que seguramente pesase como yo. Recuerdo esa pasión que sentía por las letras y que hace siglos que se apagó en mi corazón de contable.
    Y esa vez que leí el Principito de pequeño. Fue revelador.
    Pero también fue terrible cuando, ochl años más tarde, a punto de acabar la carrera, me descubrí no entendiendo nada del libro, no sintiendo candor alguno en el alma al releer aquellas líneas. Ahí empezó mi resaca lectora. Pero...¿y si acaba hoy?

    Me pongo a leer como si se me fuera la vida en ello. Y está bien porque mi alma se ha endurecido, pero la cultura de las sociedades antiguas siempre ha encendido una especie de llamita en mi intelecto.

    -----------

    Raquel entra en el vagón. Se sienta en el sitio de en frente y saca su ereader. Está leyendo Ra: El rey Sol; un ensayo de un arqueólogo e historiador muy famoso y reconocido por los licenciados de Historia. Es para un trabajo de clase; ella está estudiando historia del Arte, pero su profesor es un hombre apasionado por Egipto, así que pretende impresionarle.

    Es triste que haya perdido el ejemplar de la biblioteca que cogió el otro día, pero debido a su libro electrónico le duele menos. «Voy a pagar a la biblioteca un libro que realmente me estoy leyendo. No pasa nada.» se dice.

    Tras un minuto de procrastinio absurdo, se pone a leer, internándose en aquella historia escondida tras datos, nombres y fechas, que sólo ella y su gran imaginación son capaces de ver.

    ----

    Mientras tanto, Bettie, una mujer anónima que lleva un blog literario –o algo así– se ríe para sí misma. Es curioso que sea la única que se da cuenta de que la muchacha de su lado y el señor de en frente leen el mismo libro. Y lo mejor, un libro descatalogado, de esos que apenas se ven en esa vida 2.0 de su blogosfera particular. Saca el móvil y entra en Goodreads. Busca Ra: El dios Sol. Da al botón de WANT TO READ.

    La megafonía indica:
    –Próxima parada: Puerta del Sol.

    (Espero que no esté muy mal; estoy con el móvil y no tengo posibilidad de PC. Aún así, tengo ue estar entre esas diez primeras. No puedo quedarme sin esas posibilidades –de más– de ser la ganadora de ese libeo, esa libreta y, sobre todo, esa carta/relato/loquesea escrito por la sita Jander. O mamá Jander, según).

    Besos y suerte... PARA MÍ, jejejeje.

    Nah, en serio, suerte. :')

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    1. Hijafante tiene el número 2, jajajaja. Muy chulo. Y jo, escrito desde el móvil... Yo sería incapaz xD

      ¡Besos y suerte!

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  4. Jajaja... me ha encantado tu historia minúscula. ¿No te habrás inspirado con mi comentario del otro día del Facebook?... jeje

    Y, como me encantan los regalitos que has preparado, voy a participar con mi relato (perdón si es muy largo). Tú te inspiraste en ella para una de tus Historias minúsculas y ésta es la versión que yo había hecho de la historia que te conté...

    "Lola se levanta temprano cada mañana. No tiene ninguna obligación, ningún trabajo al que acudir, pero le gusta aprovechar el día.
    Hace años que está jubilada y, desde entonces, sigue la misma rutina. Se da una ducha, se maquilla y baja a desayunar al bar. Podría hacerlo en casa y ahorrarse un dinero, pero desayunar en la terraza del bar es un pequeño placer al que no quiere renunciar. Le gusta ver pasar la gente y observar. Allí sentada, mientras saborea su café con tostada y zumo, disfruta de cierta paz.
    A veces pierde la cuenta de cuánto tiempo pasa allí. Pero no tiene prisa. Nadie le espera. Hace ya más de 10 años que es viuda y sus hijos tienen sus vidas, aunque los ve a menudo. Suelen visitarla los fines de semana, con sus nietos. Son su pasión. Y disfruta viéndolos crecer. Le hubiese gustado poder haber jugado más con ellos, pero su cojera se lo impide. Una mala operación de cadera la llevó a utilizar un bastón de por vida. Pero eso no ha sido ningún trauma para ella. Al contrario. Porque se ha comprado un montón de bastones de todo tipo. Tiene una pequeña colección. De colores lisos, con estampado de flores y hasta con lunares. Porque Lola sigue siendo muy presumida. A sus 77 años es toda una "fashion-victim". Lleva la sombra de ojos y las uñas a juego. Viste elegante, aunque con un toque peculiar. Siempre usa zapatillas deportivas. Es lo más cómodo para su cojera. Y lejos de estropearle el look, hace que su estilo sea único. A veces le apetecería subirse a unos buenos tacones, pero eso es ya imposible.
    Nunca se aburre. Sus días están llenos. Pasea, visita museos y exposiciones, va al cine, toma café con amigas... Aunque esto último lo hace cada vez menos, porque están todas achacosas y los temas de conversación giran en torno a sus enfermedades. Lola siente que esté en la consulta del médico y le resulta deprimente. Ella quiere seguir viviendo con alegría.
    Desde hace ya unas semanas, ha comenzado a venir una clienta nueva al bar. Se sienta en la terraza, en una mesa contigua a la suya y se pone a leer o a escribir. Lola siente curiosidad. ¿Qué escribirá? ¿A qué se dedica?. No puede evitar observarla. Acapara su atención. La muchacha parece no percatarse de su presencia, así que puede observarla con atención. Aunque, en alguna ocasión, la joven levantó la vista de sus papeles y sus miradas se cruzaron. Lola se sintió descubierta y un poco avergonzada, pero le sonrió.
    Y así, cada mañana, a las 9 en punto, la misma joven se sienta próxima a ella. Se toma su café a toda prisa, saca una pequeña libreta de su bolso y un bolígrafo y se pone a escribir durante unos 15 minutos.
    Lola piensa si será una estudiante preparando algún trabajo; o si trabaja de periodista... o quizá sea un diario. Sí, puede ser eso. Un simple diario. Al pensar en esa posibilidad, una sonrisa asoma a sus labios. Recuerda un par de diarios que había escrito cuando apenas era una adolescente. Ya no sabe qué habrá sido de ellos, pero no le importaría volver a leerlos. Aunque seguro que sería de lo más soso, porque era tan inocente...
    Entonces, le viene a la cabeza la absurda idea de escribir ahora un diario, o la historia de su vida. Una locura, a estas alturas... Pero siente que es ahora cuando tiene algo que contar. Con esa idea en mente, se va la librería y se compra una libreta, en cuya portada escribe, con letra temblorosa: Mis Memorias "

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    1. Bravo, Rosa. Bravo.

      Número 3 para ti. Mucha suerte :)

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    2. Bieeeeeennn... qué puntería... el 3 es mi número favorito...:)

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    3. Jajaja, ¡eso es suerte! :D

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  5. Yo es que no sé escribir relatos. Al menos que queden decentes... Pero comentar, he comentado. Anyway, no hace falta que me cuentes para el sorteo... xD Simplemente te felicito por el aniversario. El mío debe andar por ahí pero le hago menos caso, pobretín mío. Muaaa!!

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    1. ¿En serio no quieres? Mecachis... :/ Y pensar que en parte lo he hecho pensando en ti... jaja :P

      En fin, se agradece!

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  6. Yo es que no sé escribir relatos. Al menos que queden decentes... Pero comentar, he comentado. Anyway, no hace falta que me cuentes para el sorteo... xD Simplemente te felicito por el aniversario. El mío debe andar por ahí pero le hago menos caso, pobretín mío. Muaaa!!

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  7. Como no tengo la cabeza para relatos... tiro por l fácil XD
    La prueba de que soy lector fiel tuyo:
    http://cuadernoderetales.blogspot.com.es/2013/01/libro-si-tu-me-dices-ven-lo-dejo-todo.html
    ¡Un abrazo!

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    1. El primer comentario de todos, jajaja :P

      Te iba a llamar vago, pero ya no puedo xD

      ¡Besos! Tienes el número 4

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  8. En principio no iba a escribir por lo que te dije, que lo mío no son los escritos cotidianos XD pero sacando palabras al azar he conseguido lanzarme y creo que tengo algo que vale :) Sino ya me dices XDDDD

    *Si es válido, por supuesto que participo en el sorteo :P Llevo tiempo queriendo leer La voz dormida, la libreta y boli son molones, el regalo extra me da curiosidad y algo tuyo pues sin más que ♥♥♥

    - ¡No me lo puedo creer! Otra vez la misma historia en el periódico. Si es que no sé si algún día cambiarán las cosas…
    - Tranquila mujer, que no hay que creerse todo lo que escriben ahí. Me creo más el espectáculo del mago que vino al cumpleaños de nuestra hija que la noticia que estás leyendo.
    - Puede ser…
    Alba coge cabreada el trozo de papel que sostiene en sus manos y lo lanza por la ventana. Al cabo de 5 minutos tocan el timbre de la puerta.
    - ¿Quién será a estas horas? - Se pregunta Alba.
    Abre la puerta y no ve a nadie. Se queda confusa por un momento y de repente se le echa encima un perro.
    - ¡AHHHHHHHHHH! ¡Socorro! - Grita Alba con absoluto pánico.
    - ¿Cariño? - Se aproxima Leo corriendo hasta la puerta.
    Al llegar se encuentra a su mujer, tumbada en el suelo, con un perro lamiéndole la cara de arriba abajo.
    - ¡Ei! ¡Ven aquí bonito! - Le dice cariñosamente Leo al perro, que se le acerca enseguida para que lo acaricie.
    - ¿Estás bien Alba? - Pregunta a su mujer todavía en shock.
    - ¡Ufff! Sí, por favor, que susto me ha dado. ¡No lo había visto! Anda, ¡mira! Nos ha traído el periódico. Parece ser que de verdad si traen alegrías de vez en cuando.

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    1. Jajajajajaja, según lo entiendo, esta vez el periódico le trajo un perro xDDDD

      ¡Claro que sirve! Tienes el número 5. Te mando mucha suerte.

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  9. ¡Hola!
    Llevo muy poquito por aquí como para considerarme una lectora habitual y aunque alguna entrada sí que te he comentado no me parece bien apuntarme al sorteo así como así xD Pero sí aprovecho para felicitarte por estos cuatro años y agradecerte ya de paso por la entrada que hiciste sobre cómo aprobar el examen de la EOI, a través de la cual llegué al blog (no recuerdo exactamente cómo) y que aunque aún no he puesto en práctica, la tengo como referencia para cuando me lance a por el inglés :P

    Que sean muchos más!!
    Besos

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    1. Gracias y de nada :). Y oye, si te apetece participar, solo tienes que escribir una pequeña historieta, y estás dentro. Así que si cambias de opinión, ya sabes.

      ¡Besos!

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  10. Vamos a intentarlo, aunque hace mucho que no escribo y no sé que tal me saldrá...

    Abro los ojos. Oscuridad. Cuando la habitación se ilumina, la veo. Su pelo rizado, su dulce sonrisa. Duerme tranquila. Oigo su respiración. Está tan guapa cuando duerme. Al poco rato, se despierta. Me mira y nuestros ojos se encuentran. Me sonríe y, sin decir nada me besa. No pienso en nada más. Me rodea con sus brazos y yo me siento la mujer más feliz del mundo. De mi mundo. Nos levantamos. Ella prepara tostadas mientras yo hago café. Desayunamos juntas. Ella sale por la puerta. Me planta un beso y se va a trabajar. Mientras espero el bus, pienso en nosotras. Nuestros momentos. Y siento que cada día la quiero más.

    No me ha quedado muy bien, pero al menos lo he intentado. Me encantan los regalos, así que participo en el sorteo.
    Un beso, guapa :)

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    1. Ay, Julia, que me has emocionado,... qué ñoña soy...

      Es que despertarse al lado de la persona que quieres es uno de esos pequeños milagros cotidianos.

      Tu número es el 6. Suerte.

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  11. Querida mía... No estoy últimamente con tiempo de nada, ni para escribir una carta, ni para pensar una historia :(

    Pero, sí que ando por aquí...
    http://cuadernoderetales.blogspot.com.es/2015/02/maneras-de-amar.html

    Brindo por muchos sorteos, porque eso significará que sigues con el blog por mucho tiempo más :)

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    1. No te preocupes, cielo. Lo que te digo siempre: no hay prisa. Y por supuesto que estás. Tu número es el 7 (uno de mis favoritos!)

      Mucha suerte, guapa :)

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  12. Yo también participo, aunque parece que ya has leído la entrada de mi blog. xD En realidad la escribí para el concurso: http://unaatalaya.blogspot.com.es/2016/02/exceso-de-genetica.html

    Me has dejado con el relato amb un pam de nas. Es que no sé cómo decirlo en castellano. xD

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    1. Con tres palmos de narices, se diría por aquí XDDD :P

      Tienes el número 8 Euterpe. ¡Mucha suerte, bella! :D

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  13. Aquí la Perri con una historia minúscula (basada en hechos reales).

    Soy lectora fiel, asidua y FAN. Gracias por tus retales amiga.

    - "Si me lo encontrara, si lo tuviera delante le iba a decir yo a éste cuatro cosas a la cara."

    Así un día tras otro, delante de la radio o de la tele, gritándoles como si los que están al otro lado de las ondas pudieran oírla.

    El sábado Murcia estaba rara, demasiada policía, demasiados hombres apostados en lugares estratégicos con pinganillos en sus orejas, coches blindados.
    - "Es que hoy está Rajoy en Murcia", se acordó.

    Al salir de comer les dio la impresión de estar en medio de una película policíaca. No cabía la menor duda de que ahora lo tenían cerca, muy cerca. La vigilancia era superlativa, los coches blindados, todos juntos, aparcados ocupando la parada de taxi, aquellos hombres parados en las callejuelas, en las esquinas, con sus trajes, su miradas y sus pinganillos en las orejas. Parejas de policías cada 20 metros.

    - No quiero encontrármelo, dijo a sus amigos, prefiero no estar frente a él, no sé cómo podría responder.
    Era tarde, al fondo de la calle una pequeña multitud lo delataba y su altura. De lejos ya se le veía su barba, sí allí estaba Rajoy, sonriente, complacido, haciéndose fotos con el respetable.
    Se puso nerviosa, de repente todos los reproches, toda la mala sangre hecha delante de la televisión se le acumuló en la boca, le ahogaba tanto que era incapaz de hacer otra cosa que no fuera mirar, acercarse a él, mirar, acercarse, mirar...Hasta que lo tuvo enfrente, justo delante de sus narices, sin escoltas, sin nadie que la impidiera estar allí, enfrente, al lado...

    Y se calló. No le dijo nada. No fue capaz de expresar absolutamente nada. Sólo pudo mirarle. Muda.

    Se pasó la tarde maldiciéndose por su cobardía. - "¡Nada! Mira que no ser capaz de decir ¡nada! Tanto barullo cada día ante la tele o la radio para a la hora de la verdad quedarme callada" pensaba decepcionada consigo misma.

    Mientras Rajoy volvía a Madrid pensativo: - "Esa mirada...esa mirada...cuánto desprecio con un simple gesto"

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    1. Qué genial, Perri. Qué genial. De verdad.

      Tienes el 9. La última de los 10 primeros participantes, ¡ya hay premio seguro! jajaja :D Suerte :D

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  14. No sé si atreverme después de leer todas estas historias, pero me hace mucha ilusión participar. Allá va....


    Cada sábado se repite la misma escena después de comer. Nueve hijos son muchos, y aunque hace ya años que se fueron de casa, siempre encuentran el camino de regreso. Café con leche para todos y dulces de lo más variado: bizcochos, galletas de coco, quesadas, flanes.... Todo casero.
    Y cada sábado las mismas rutinas; sus hijas le preparan la ropa para el domingo, se llevan la ropa sucia de la semana, cuelgan las camisas planchadas en el armario, repasan las uñas y el afeitado....
    - Papá, esos pantalones los puedes retirar ya. Si los dejas, van solos hasta la lavadora.
    - A ver si mañana te afeitas mejor.
    - Y frótate esas uñas, que las tienes negras.
    Y como cada sábado el viejo refunfuña, meneando la cabeza. Para él esos pantalones son los más cómodos, al afeitado no le pasa nada y las uñas están como tienen que estar después de un día entero de trabajo.
    - Y ten cuidado papá, que ya no estás para subirte a cualquier sitio. Que un día te caes y tenemos un disgusto....
    - Pues vaya...- rezonga el viejo- ¡A ver si con 89 años tampoco voy a poder morirme como me dé la gana!


    Muchas gracias por organizar algo así Bettie y enhorabuena por el aniversario!!!!

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    1. Me ha ENCANTADO. ¡Gracias por compartir esta pequeña historia!

      Tienes el número 10. ¡Mucha suerte!

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  15. ¡Buenas tardes!
    En primer lugar, felicidades por estos cuatro años con este Cuaderno de retales :)

    En segundo lugar, soy un lector habitual, aunque un lector que deja pocos comentarios ^^U Creo que llegué al blog por el tema oposiciones, pero me gustó mucho el estilo tan personal, las entradas reflexivas y el eje de fondo de las reseñas literarias. Además, me identifico con gran parte de lo que escribes y lo último ha sido compartir comentarios por Twitter sobre el Ministerio :P Así que es un placer conocer el blog y a la persona responsable de él tanto por aquí como por redes.

    En tercer lugar, pues me gustaría participar. La verdad es que me gusta bastante escribir y aunque principalmente hago reseñas y análisis literarios y cinematográficos, tengo un pequeño blog dedicado a textos breves de tipo literario, así que voy a rescatar un breve relato que publiqué ahí el año pasado: En los ecos de tu memoria http://lafronteraolvidada.blogspot.com.es/2015/05/en-los-ecos-de-tu-memoria.html

    Hay varios relatos y textos breves más, pero este creo que encaja con la cuestión de historias minúsculas y cotidianas :)

    Por último, gracias por el sorteo ^^ y, de nuevo, enhorabuena por seguir con este blog, ¡y por muchos años más!

    ¡Un saludo!

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    1. Jo. Qué bonita la historia.

      Tienes el número 11. ¡Mucha suerte! :)

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  16. Holi casi-cumpleañera. Casi no llego xD
    Yo como nunca comento pueeeeees voy a tener que escribir...

    ***

    —Qué pesados están con el temita, ¿no? ¡Que no quiero ser madre aún!
    Hugo y Paula llevaban juntos poco más de un año pero desde el primer momento habían tenido una conexión que pocas personas experimentan. La confianza, la alegría, el cariño e incluso las ganas de hacer el tonto juntos, era algo que podía verse de lejos a cualquier hora, cualquier día. Sin embargo, la gente había empezado a confundir esa complicidad con la necesidad impuesta de tener un hijo.
    —¡Pero si somos muy jóvenes! —Paseaban por el centro comercial cuando se encontraron con unos amigos que acababan de ser padres de una preciosa niña, fruto de un descuido, y que, cómo no, habían tardado poco en dejarles caer lo bien que les quedaría un bebé en brazos—. Es que parece que están deseando que a todos los demás nos pase lo mismo y entremos en la misma secta de pañales sucios y biberones.
    —Y la prueba para entrar será el retraso en la regla, ¿no? —dijo, haciendo gala de su fina ironía.
    —Hugo, no te rías —le regaña Paula, muy seria— ¿es que acaso no piensas lo mismo que yo?
    —Claro, cariño, pero deja de darle vueltas —Hugo sonrió dulcemente—. Aunque estás de lo más guapa con esa arruguita que se te forma en la frente.
    —Anda, calla, tonto.
    Ambos se ríen y continúan con el paseo, aquí y allá.
    —Oye, cariño, ¿qué día es hoy?


    ***

    No es gran cosa, pero si Bettie J va a mandar algo de su puño y letra, yo quiero participar ^^

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    1. Jajajaja, está muy, muy bien. Gracias Aria B. :)

      Tu número es el 12. Mucha suerte, mi niña ^^

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  17. ¿Cómo me he perdido esta entrada? Cuando pueda me pongo a leer los relatos de todos, incluido el tuyo. Y participo en el sorteo, si es que se puede aún...

    Besos.

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    1. Uff, pues no me esperes, que no tengo el cuerpo para relatos. Te contaría alguno real que no tengo ganas de contar a nadie. En fin, que felicidades por el blog, que ya sabes que me encanta.

      Besos.

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