Háblame de mí.

Hoy he re-aprendido algo. Es algo que ya sabía, pero lo he confirmado desde otra perspectiva. Yo ya sabía que, normalmente, nosotros somos nuestros peores enemigos, y que el retrato que nosotros nos pintamos se parece más bien poco al que pinta la gente que nos aprecia, y quiero pensar que no es solo por el hecho de que nos aprecien.

Esta tarde he tenido sesión de consejera laboral (o algo) con mi hermano. Resulta que después de bastantes años en la misma empresa, se va al paro. Y mi pobre hermano, que en su vida ha tenido que hacer un currículum, ayer me pedía ayuda casi desesperado. ¿Y qué tenía que hacer yo? Pues sacar tiempo de donde sea para echarle una mano, evidentemente. Así que, como decía, hemos pasado un buen rato haciendo su currículum. He cogido una plantilla resultona pero sobria (la de mi propio currículum, no creo que lo echemos a los mismos sitios xD) y me he sentado delante del portátil con mi hermano al lado. He empezado a entrevistarlo, a preguntarle fechas,  funciones de los distintos puestos de trabajo, habilidades, cualidades, etc. 

Lo primero que me ha sorprendido es lo facilísimo que me ha resultado redactar su currículum. Cuando me disponía a retocar (que no a redactar por completo) los míos, me pasaba toooooooooooooda la tarde. En este caso en algo menos de una hora teníamos todo redactado, cuqui e impreso. Me ha resultado muy, muy sencillo redactar las cosas que mi hermano ha hecho y sabe hacer cuando redactar mis propias habilidades me costaba un montón. 

Tendríais que haber visto la cara de mi hermano con el proceso de traducción simultánea del lenguaje coloquial al "lenguaje currículum". No tenía precio. Pero lo que me habría gustado de verdad es que pudieseis ver su cara mientras redactábamos un último apartado: "Otras capacidades y habilidades". Yo solía incluir en este apartado cosas que no son experiencia laboral, ni académica, ni cursos, pero que considero que pueden ser interesantes a la hora de trabajar. 

-Bueno, ¿qué se te ocurre? ¿Qué más sabes hacer?

-Pues no sé... -decía mi hermano.

Y yo he empezado a escribir. A señalar algunas de sus habilidades y cualidades más interesantes. Y no me ha costado nada, han salido de manera natural. Y su cara... ¡Ay, su cara! Como si no pudiese creerse lo que estaba diciendo, ni más ni menos. 

Se me ocurre que sería un buen ejercicio pedirle a la gente que nos rodea que, en lugar de hablarnos de ellos, nos hablen de nosotros. Creo que vernos a través de sus ojos es un bálsamo (temporal, al menos), para las heridas del alma y un buen alimento para nuestra autoestima.




Comentarios

  1. Pues sí, no sé si quienes nos aprecian tienden a fijarse en lo bueno y obviar lo malo; no sé si realmente nos ven como somos o mejor de lo que somos. El caso es que, sin duda, nos ven mucho mejor de lo que nos vemos nosotros a nosotros mismos. A mí también me es súper fácil sacar aspectos positivos en los demás, pero cómo me cuesta buscarlos en mí mismo… Que haberlos los hay, y lo sé, pero siempre pienso: no puedo decir eso, es una tontería; o no destaco en eso, no soy tan bueno como otros puedan verme. En fin, no sé, supongo que entre verse de menos y demás está el punto medio que todos deberíamos intentar encontrar y situarnos en él. Queda trabajo duro por delante. :P Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y tanto que queda trabajo duro.

      A mí me pasaba lo mismo: "esto queda pedante, esto no es para tanto, blabla"... Y cuando hablamos de alguien a quien apreciamos, lo vemos taaaaaaaan claro... :P

      Eliminar
  2. Creo que alguna vez lo hemos hablado, o tú me contaste que lo habías hecho con los alumnos. Yo lo he hecho en tutoría algunas veces y sorprende muchísimo. Decirles a los chavales que digan algo positivo de cada uno de sus compañeros y lo metan en un sobre con el nombre del compañero. Cada uno de ellos tiene un sobre al final con veinte o treinta palabras o frases positivas relativas a él o ella. Es un subidón maravilloso ver cómo te ven los demás.

    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, es genial. Pero hoy viendo la cara de mi hermano me he vuelto a dar cuenta. :)

      ¡Besotes!

      Eliminar
  3. A veces hay textos literarios que tienen esa intención emotiva y no lo logran, y a veces estás anécdotas tan cotidianas me llegan. Lo primero es que gracias por compartir estos retales diarios ;)

    Lo segundo es decirte que cuánta razón y qué necesario es a veces vernos en el espejo de los demás. Creo que sucede fácilmente que nosotros percibimos algún defecto o somos más cautos con nuestras propias habilidades porque no sabemos cuánto se aprecian externamente. Y eso pasa tanto en lo físico como en lo emocional e intelectual.

    Espero que tu hermano consiga pronto trabajo ;)

    ¡Un saludo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A lo mejor porque son cotidianas y sinceras :) De nada.

      Yo también lo espero. Gracias, Luis :)

      Eliminar
  4. Yo, como todo el Mundo, he tenido mis etapas.
    Desde pequeñita siempre me han dicho que valgo mucho, blabla(como a todos los niños, creo) y al haber vivido muy rodeada de amor, me lo he creído. Además en los estudios siempre me ha ido bien, y eso es lo que se premia principalmente en niños/adolescentes e incluso universitarios.
    Después me junté con un tío(porque no se le puede llamar chico ni hombre y así suena más despectivo, jeje :P) que a base de engaños y mentiras me dejó la autoestima por los suelos.
    Cuando lo de este imbecil(perdon) acabó, conocí a otro hombre(este sí) que me hizo quererme y quererle, primero a partes iguales, pero luego me hizo quererme demasiado y se me subió a la cabeza. Empecé a crecerme y bueno, le dejé tirado. Muy tirado.
    Y ahora que me he dado cuenta que ni de lejos valgo tanto y que hice quererse de menos a quien sí lo valía, he vuelto al fondo del pozo. Pero era necesario; es necesario ahogarse para volver a disfrutar del aire.

    Fuera de esto, siempre he sido de quererme a mí misma por sistema, porque si no yo, quién. Pero muchas veces me estimo de más y hago daño a gente de mí alrededor(más que estos ejemplos de arriba) así que acabó fustigandome por ello. Y ahí sí que soy dura conmigo misma.

    Besos. Y eres genial, aunque tú no te lo sepas decir.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues mira, eres una rara avis. Normalmente la gente suele ser dura consigo misma. A quererse de menos. Aunque no creo que haya algo así como quererse de más. :P

      ¡Besos, hijafante de mis entretelas!

      Eliminar
  5. Me parece interesante. Es curioso como somos capaces de ver lo bueno en los demás antes que en nosotros mismos... qué pena.
    Besotes!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, no está tan mal si teneemos alguien que nos lo recuerde. Podría ser peor, ¿no? :)

      ¡Mua!

      Eliminar
  6. Es verdad que a las personas que somos autoexigentes nos pasa eso, y que es mucho más fácil que otra persona te hable de ti que hacerlo tú misma. Desde fuera se ven cosas diferentes. Pero también creo que depende de a quién le preguntes...
    Por cierto, mucha suerte a tu hermano! (creo que yo también le pediré a alguien que me ayude con mi curriculum, jeje)
    Besitoo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues oye, no es un mal ejercicio. A lo mejor incorporas algo que no habías pensado :P

      Gracias, Angie ^^

      Eliminar
  7. Por desgracia, depende a quién le preguntes XD
    ¡Un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hombre, claro. Tampoco preguntes a tu peor enemigo, aunque.... Quizá fuese interesante también XD

      Eliminar
  8. ¡A veces otras personas te conocen mejor que tú a ti mismo! Esa idea da para reflexionar...

    ResponderEliminar
  9. Cuanta razón xD Aunque a veces yo no me termino de creer lo que me dicen porque lo interpreto como que el amor que sienten por mí influye en esa opinión. A mí me cuesta mucho decirme a mí misma mis cualidades xD Ya no tanto como antes claro, el cambio es importante, pero creo que aún me queda mucho camino.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, que te quieran no quiere decir que te vayan a mentir, sino todo lo contrario. Y claro que influye, pero eso no quiere decir que falsee la opinión :)

      ¡Besos!

      Eliminar

Publicar un comentario

¡Adelante! Deja tu retal :)

Entradas populares de este blog

Cómo aprobé el nivel Avanzado de la EOI preparándome por mi cuenta.

Tontos-a-las-tres.

Libro: La edad de la ira, de Fernando J. López