Al volante.

Hace una hora que he vuelto de mis "vacaciones". Aprovechando la maravilla de horario que tengo este año y que todos los festivos y puentes me pillan en días en los que me toca trabajar, el jueves me marché a Valencia con Jack, hasta hoy. Pero esta vez ha habido algo diferente: yo llevaba el volante. 

Los veteranos de este blog, y los que me conozcáis un poco, sabréis que tenía mucho miedo de conducir. Mucho. Hasta escribí una entrada al respecto que hace ya tiempo que borré por...vergüenza, supongo. Sigue sin gustarme conducir, pero al menos desde hace algún tiempo soy capaz de hacerlo sin que me dé un ataque de nervios. Dicen por aquí que "a la fuerza ahorcan": no me queda más remedio que conducir, así que...

Pero lo de ir a Valencia era otro cantar. Vivo a más de 150 km de Valencia y, aunque es casi todo autovía, es la mayor cantidad de tiempo que he conducido así, seguido, en mi vida. Eso por no hablar de que al llegar a Valencia hay que conducir en Valencia, y yo no tengo costumbre de conducir con mucho tráfico, en ciudad. 

Hace unos meses, un año quizá, me habría muerto de miedo ante la sola idea de irme a Valencia en coche. Pero ahora no. Hoy he ganado tres horas con Jack gracias a que no tenía que depender del horario del autobús y la semana pasada pude descansar el miércoles, consciente de que, si el jueves salía temprano, estaría allí antes del mediodía. 

Son pequeños gestos, cosas que para cualquier otra persona pueden no tener importancia, pero para mí están llenas de significado. Esto, en concreto, me hace sentir que poco a poco voy tomando las riendas de mi vida. O el volante. 

Eso sí, las despedidas en la puerta de casa no son menos dolorosas que las despedidas en la estación de autobuses :(



PD: Permaneced atentos al blog en próximos días. Mientras estaba en Valencia me hice con unas cositas que acabarán en las manos de un/a afortunado/a lector/a de este blog :)

PD2: Voy a contestar vuestros comentarios, ¡que hay un montón! Hoy no me dará tiempo a leer blogs, pero poco a poco. A ver mañana.

PD3: Hacedme mimitos, anda, que hoy los necesito mucho. 


Comentarios

  1. Aquí tienes a una a quien le da taquicardia cada vez que tiene que coger el coche, y como no lo necesito para ir al trabajo......me niego a sentarme al volante. Es algo superior a mi, siento angustia, pánico y en ese estado es mejor no sentarse delante del volante. Seguro que si me hiciera falta para algo importante, le pondría remedio al miedo que siento, pero por ahora prefiero seguir tranquila.
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Créeme que te entiendo. Yo empecé con trayectos cortos, y me costaba un montón, pero poco a poco...

      Lo que pasa es que donde yo vivo para casi cualquier cosa necesitas ir a otro pueblo, y para ello, necesitas el coche. Y ahora, además, lo necesito para trabajar. >_<

      Sigue sin gustarme, las cosas como son, pero al menos ya voy tranquila. Más o menos. :)

      Yo te apoyo. Cuando te haga falta, pues ya harás unas clases de reciclaje, o como se llamen, o lo que sea necesario, pero si ahora no te hace falta, ya tenemos bastantes preocupaciones, ¿no?

      ¡Beso!

      Eliminar
  2. Eso son superaciones personales, romper con tus miedos, y esos logros son para sentirte muy orgullosa de ti, a parte de que cada vez te vas a querer mas y mas hasta llegar al infinito. La sigiente prueba es no auto flagelarte por cada error 😉 Muak

    ResponderEliminar
  3. ¡¡Olé!! ¡¡olé!! eres ya una superconductora. ¿sabes que yo estoy retomándolo también? Llevo ya varios días y ya he hecho un poco de todo, incluidos unos 200 Km por autovía (acompañada claro) y un boll(ito) en el coche al sacarlo de un parking. Pero estoy en ello y leerte me anima más. Lo que me pasa a mí es que ponerme me cuesta mucho, pero muuucho, este finde he estado en Perripueblo y hacia allí fueron 500 km de excusas y mi marido enfadado sin hablarme. Y hacia aquí 400 km poniendo excusas, creo que hasta llegue a decir que no podía conducir porque me molestaba el pelo...Pero al final lo cogí. Hasta casa y pasando por circunvalación de Murcia y cambiando de carriles (tú me entiendes), ahora solo falta que me llamen para currar. Enhorabuena!! me alegro de que hayas disfrutado estos días con tu amore, ¿quién os lo iba a decir hace un año, eh? Todo llega hermosa. ;-)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Viva! (Los bollitos son heridas de guerra XD)

      Te entiendo. Cambiar carriles. Uf. xD ¡Vivamos nosotras, Perri! Somos guays.

      Pues sí, las cosas van llegando. :D

      Eliminar
  4. Pues yo sigo sin atreverme a conducir los 7 kilómetros que me separan de casa al trabajo...:(
    Algún día de estos tendré que planteármelo en serio... pero mejor hacia el verano, que no me gusta conducir en invierno.
    Lo peor de todo es que, cuanto me saqué el carnet, ¡me encantaba conducir!

    Espero que hayas disfrutado mucho en Valencia.

    Cuéntanos pronto lo de los regalitos, a ver quién será el afortunado/a...

    Y ya que quieres mimitos, te mando un "achuchu" enoooorme

    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cada uno a su ritmo, Rosa.

      Gracias por el achuchu, me viene fenomenal :)

      Eliminar
  5. ¡No sabes cómo me identifico y cómo te enteindo! Nada más que añadir.
    ¡Un abrazo triple! (por el mimito)

    ResponderEliminar
  6. No tiene que ver con tu post, pero me acabo de termonar tu libro. Es fantàstico. Me ha encantado.Y soy muy exigente, de verdad. Destaco el profesor enamorado, el médico y la anciana, y bueno, todos en realidad. Tienes una gran sensibilidad. Sigue escribiendo!! Un beso fuerte!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Gracias guapa! Me alegro mucho de que historias minúsculas te haya gustado :) Gracias por tomarte la molestia de venir a contármelo ^^

      Eliminar
  7. ¡Para ser conductor de primera, aceleeeeeeera, aceleeeeeeeeera! Bueno, no nos vengamos arriba, que la Guardia Civil no estará muy de acuerdo con esta canción, jaja. ¡Me alegro un montón de que te hayas atrevido a un viaje tan largo en coche! BettieCar también se sentirá orgulloso de ti. Ahora a seguir cumpliendo próximos objetivos, ¡vas a dejar temblando a este 2016! Besos.

    ResponderEliminar
  8. Pues yo te doy mimitos, faltaría más, y besotes gordos y apretados :)

    ResponderEliminar
  9. Te debo una cita para poner en tu agenda y me acaba de llegar una que me ha gustado y que creo que acompaña a esta entrada perfectamente:
    El Arte de dejar atrás los problemas para seguir adelante se llama......

    ......SUPER-ARTE

    Espero te guste. muaks

    ResponderEliminar
  10. Como con todas las cosas, se va prdiedo el miedo cuando te acostumbras a hacer algo. Yo odio conducir, pero creo que nunca me dio miedo, y la verdad es que es muy útil.
    Ánimo, piensa en las horas que habéis ganado ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No, si útil sí que es. Pero jo, qué coñazo xD Y tampoco coñazo. Es que hay mucho loco suelto xD

      Eliminar
  11. Valen aún los mimitos?? Millones y millones para ti.

    Me alegro tanto de que hayas ido a Valencia en coche, si es que eres lo más

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Claro que valen, guapa. ¡Qué desaparecida estás y qué gusto es verte por aquí! :D

      Eliminar
  12. ¡Mimoooooooooos! ¡Y pachurreeeeeeeeees! :D

    Yo debo ser la única aquí a la que le gusta conducir XDDDDDDDDDD

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí me gusta en carreteras desiertas y eso, donde no haya gente XDDDDD

      Eliminar
  13. Enhorabuena por esos logros!! Todo es ponerse, y poco a poco le irás perdiendo el miedo.
    Besos!

    ResponderEliminar
  14. ¡Mimitos! Que nunca falten.
    Comprendo ese miedo. Yo no me veo conduciendo. Prefiero mil veces ir en transporte público, es una sensación única y especial (aunque horrorosa y estresante a veces).

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí me encanta, sobre todo, el tren :D

      Gracias por los mimos, preciosa.

      Eliminar

Publicar un comentario

¡Adelante! Deja tu retal :)

Entradas populares de este blog

Cómo aprobé el nivel Avanzado de la EOI preparándome por mi cuenta.

Tontos-a-las-tres.

Libro: La edad de la ira, de Fernando J. López